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Capítulo #5. "Hola Betty."

Carol

—Y esta es la Biblioteca, aquí vienen los alumnos a leer, estudiar, buscar información, tanto en los libros como en las computadoras —dijo Betty, mientras pasábamos delante de unas enormes puertas de madera y seguíamos caminando por un largo pasillo que daba al estacionamiento.

Así culminaba nuestro recorrido por este laberinto al que llamaban escuela. Me había perdido en el tercer edificio, cuando mi memoria dejó de recordar después del aula número mil. Lo bueno de esto es, que el último año tenía su propio edificio aparte, con todas las clases y aulas de especialización en el mismo lugar.

Pero la verdad es que esta escuela era una maravilla, lo tenía todo, desde laboratorios físicos y químicos hasta aulas de música, arte y pintura, ajedrez, piscina olímpica, salas de entrenamiento de esgrima, campo de futbol y lacrosse, cancha de básquet y mucho más. Cosas que nunca tendría ni vería en una escuela pública.

—Cuando nos conocimos en las gradas dijiste que fuiste animadora, ¿no? —preguntó mirándome, así que asentí con la cabeza.

—De hecho, era la capitana, y ganamos muchas competencias en todos los años que estuve dirigiendo el equipo. —Sonreí nostálgica recordando a mis chicas.

—Bueno, tenemos una vacante en el equipo. Carla, la antigua capitana, se fue a la universidad y dejó a Sahara en su lugar. La perra es buena en lo que hace —habló distraída, pero al darse cuenta de lo que había dicho tapó su boca con ambas manos y me miró con los ojos bien abiertos.

—Por favor no digas que dije eso, no quiero comenzar el último año teniendo problemas, bastante ya tengo con lo que pasó hace dos años. —Juntó las dos manos delante de ella en señal de súplica.

—Tranquila, no diré nada —reí para tranquilizarla, pero igual le había dicho la verdad. No me interesaba andar de chismosa, ni meterme en la vida íntima de los demás.

—Gracias, ¡oh, casi lo olvido! La escuela tiene una página oficial en Facebook e Instagram y una extra oficial en WhatsApp y Twitter. La oficial es para que los visitantes se informen. Allí hay un mapa de la escuela muy detallado, fotografías del director y los profesores, con un pequeño resumen de cuál es su especialidad en la enseñanza. Cronogramas de los horarios habituales de la semana y fechas señaladas en las cuales se realizan actividades —explicó, mientras sacaba su teléfono de una mochila que llevaba a la espalda y me mostraba de lo que estaba hablando.

—Las otras dos son de los alumnos, pero es dirigido por el cuerpo directivo estudiantil. Un grupo en WhatsApp donde avisan de las novedades de la escuela, por cierto, el lunes serás sensación en ese chat, y Twitter para subir videos y fotos sobre las actividades realizadas. Pero también hay páginas que no son del control de la escuela donde se publica de todo, el que hizo el ridículo, al que le gastaron una broma pesada, ya sabes, lo normal en una High School de niños ricos, nosotros la llamamos la Página Negra. Te voy a pasar los links para que te puedas unir. Cuando puedas me das tu número y te los paso por WhatsApp, ¿vale? —Betty hablaba muy rápido, apenas la pude entender, pero había captado la información importante.

En ese momento llegábamos al estacionamiento, lo recorrí con la vista en busca de Alex, y ahí estaba, recostado al capó de su auto, con la tal Sahara entre sus piernas abiertas, la sostenía del culo, bastante pegada a él y se daban un beso para nada recatado, teniendo en cuenta que la mayoría del equipo de fútbol y animadoras estaban a su alrededor.

Sabía quién era la chica porque durante el entrenamiento dijeron su nombre varias veces mientras hablaban con ella, y varias veces también aprovechaba los descansos de los chicos para ir a manosear a Alex. Era rubia, pero se notaba que no era natural, un cuerpo esbelto, pero muy delgado, incluso se podían observar algunos de sus huesos. Eso sí, era muy alta, casi tanto como Alex. Parecía una modelo de Victoria' Secret.

Nos fuimos acercando a ellos y Betty me dijo:

—Esto que estás viendo es la normalidad de cada día, así que más vale que te acostumbres. Son la pareja de oro y los reyes de la escuela. —Soltó un suspiro mirando más allá de mi exhibicionista hermanastro, justo donde se encontraba un chico bastante guapo y muy parecido a Alex, él que se había metido conmigo nada más entrar por los portones del estadio. Estaba recostado a una moto hablando con dos chicas—. Derek y yo también solíamos ser la pareja de oro, pero la felicidad no dura para siempre, ¿no? —Las lágrimas llenaron sus ojos, pero no las dejó caer. Al parecer algo muy duro tuvo que haber pasado entre ambos para que Betty reaccionara así.

La felicidad no dura para siempre, había dicho. Conocía esa frase tan bien, que comprendí su dolor. Cuando llegamos a donde estaba Alex y ya gracias a Dios no se estaba besando con Doña Estirada, este me miró y sonrió.

—Sahara amor, esta es Carol, mi hermanita. Te la quería presentar personalmente. Carol, mi novia Sahara. —Nos presentó. Extendí mi mano hacia la tal Sahara que no sé por qué ya me caía mal, tal vez era por esa mirada altanera plasmada siempre en su cara

—Un gusto. —Sonreí a regañadientes.

—Igualmente cuñadita. —Pero en vez de tomar mi mano y saludarme, sacó su teléfono del pequeño bolso que llevaba en el brazo y se hizo una selfi con Alex justo delante de mí, dejándome con la mano colgada en el aire.

«Menuda estúpida, eran tal para cual al parecer.»

Después de cinco selfis innecesarias decidieron darse otro beso y por fin se alejó dirigiéndose a un descapotable rosa chicle bastante escandaloso, por supuesto ese era su auto, ¿qué me extrañaba?

—¿Nos vamos? —preguntó Alex con voz cansada, mientras se subía en el lado del conductor de su auto. Se notaba a tres millas lo obstinado que estaba de tener que llevarme a casa.

«Si, esta tampoco era mi idea de diversión, idiota.»

Me despedí de Betty intercambiando números y prometiendo que nos escribiríamos mañana domingo para ponernos de acuerdo y entrar juntas a la escuela el lunes.

Me subí al auto en el asiento del copiloto y fuimos directo a mi nueva casa. No hablamos ni una palabra durante todo el camino, mejor así. Llegamos y Alex se bajó con mucha rapidez, como si no viera la hora de llegar o de estar lejos de mí.

«Créeme, es mutuo.»

Al entrar a la casa fue directo a su habitación en el segundo piso, lo seguí con la mirada y mientras subía las escaleras me di cuenta de que el chico al que Betty miró y llamó Derek, el gracioso, era el mismo que estaba en una de las fotografías de la pared y posaba junto a Alex. Entonces Derek era el único primo que tenía Alex, hijo del hermano de David, José Cox, de ahí el parecido. Iba entendiendo este rompecabezas.

Fui a la cocina buscando a mi madre y la encontré haciendo la otra cosa que amaba tanto como la enfermería, cocinar.

—Mamá, ya llegué. —Estaba concentrada en lo que hacía, pero al escuchar mi voz volteó. Llevaba su delantal favorito puesto, era amarillo con tomates rojos, regalo de papá, y aunque estaba desteñido, viejo y remendado, aún lo usaba como si fuera nuevo. Una gran sonrisa llenó su boca.

—Cariño ya volviste, ¿te gustó tu nueva escuela? —Agarró una servilleta de papel y secó sus manos.

—¿Cuándo me ibas a decir que el lunes iría a una escuela privada? No lo sé, ¿para prepararme? Ya que al parecer mi vida ya no es mía para decidir. —Vi el nerviosismo reflejarse en sus ojos.

—Carol, te lo iba a decir lo antes posible, pero con el viaje y nuestra llegada a la casa se me había olvidado, lo siento. —Era cierto que ambas no habíamos tenido tiempo para nada en estos últimos días. Tocaba ultimar todos los detalles de la mudanza y ni siquiera había tenido tiempo de escribirme con mis amigos.

—¿Por qué David me matriculó en esa escuela? Quería ir a una pública como a la que asistía en Boston —repliqué, un poco molesta por como tomaban decisiones importantes acerca de mí y yo era la última en enterarse.

—Carolina, esta es una gran oportunidad para ti y no puedes desaprovecharla. Es una buena escuela de mucho prestigio y aquí tienes una mejor oportunidad de poder entrar a Harvard y graduarte en Derecho, como siempre quisiste. David conoce al director y solamente con ver tu expediente fuiste aceptada, no tuvo que hacer nada porque eres una alumna estrella, mi amor. También Alex está ahí, que te podrá ayudar y guiar —Si, claro—. Además, queda muy cerca de casa, todos salimos ganando. —Terminó de decir con sus manos puestas en mis hombros y pidiéndome comprensión con la mirada.

La verdad es que tenía razón, al estar en esta escuela tendría una mejor oportunidad de poder conseguir un lugar en Harvard que si estuviera en una escuela pública, y solo por esta razón dejé de discutir con ella y lo acepté. De todas formas, ya estaba hecho. Salí de la cocina y subí a mi habitación para esperar la cena.

Al llegar a mi puerta no pude evitar mirar hacia la puerta de Alex a unos cuatro metros de la mía, se podía escuchar claramente la música hard rock que tenía puesta bastante alto. AC-DC si no me equivocaba, también eran el grupo favorito de Marcos.

Entré y lanzándome al cómodo colchón de mi extraña cama, saqué el nuevo teléfono, «regalo de cumpleaños de David, el cual había aceptado solo porque el mío ya no aguantaba más y en cualquier momento me explotaba en las manos», del bolsillo lateral de mi vestido y abrí los links y enlaces que había mandado Betty, uniéndome a todos los grupos y páginas que tenían tanto la escuela como los estudiantes.

Revisé las fotos y videos donde mostraba todas las actividades realizadas por la escuela: campamentos, fiestas de disfraces y fiesta elegantes, Halloween, las graduaciones de los años anteriores, competiciones deportivas con otras escuelas y muchas cosas más.

Descargué para mi teléfono el mapa de la escuela, no quería andar como pollo sin cabeza el lunes, aunque Betty me dijo que me ayudaría con lo que necesitara, tampoco quería ser una total dependiente de ella. Seguro que también estaba ocupada con sus amigas.

No pude evitar entrar a Instagram y buscar a Alex, su cuenta apareció de primera en la pantalla. En su foto de perfil aparecía él llevando el uniforme de fútbol, sentado en el pasto verde del campo con las piernas abiertas y los codos recostados en las rodillas mientras miraba hacia otro lugar, su mirada parecía perdida en el horizonte, pensamientos nostálgicos reflejándose allí.

Indagué un poco más y vi varias fotos suyas desde que era un adolescente de catorce o quince años hasta la actualidad, en algunas aparecía él, en otras su primo, a veces juntos montados en el auto o en las motos que tenían. Fotos con el equipo de futbol, fotos con Sahara y otras chicas, fotos en fiestas, bares, discotecas. Imágenes de paisajes y debajo del agua, en fin, toda una colección bastante interesante.

Pero una foto me llamó especialmente la atención, era con su madre. Ella sostenía a un pequeño Alex en su espalda, como si estuviesen jugando. Ambos reían, una risa real de felicidad y amor como nunca lo he visto reír desde que llegué y en ninguna de sus otras fotos.

«Si, la pérdida de un padre te cambiaba la vida.»

De repente una notificación de Instagram me hizo abrir los ojos incrédula, Alex estaba siguiendo mi cuenta, ¡vaya! No me lo esperaba, pero le devolví el favor y también seguí la suya. Veamos quien afloja la cuerda primero.

Vi que Betty me estaba siguiendo ahora, así que entré a su cuenta y me hice uno de sus seguidores, miré sus fotos y en las más recientes no aparecía ella o si lo hacía era seria y la fotografía en blanco y negro como si en su vida ya no hubiese color. Miré más abajo y en las fotografías de hace dos años salía en la mayoría con Derek, besándose, riendo, abrazándose, en su moto, en la playa con la puesta de sol de fondo, sus manos juntas y muchas más. Al parecer su relación fue muy linda, ¿qué los habría separado?

La curiosidad me pudo y busqué a Derek, para mi sorpresa no tenía ni una sola foto con Betty, como si no hubiese existido en su vida, la mayoría de ellas eran de él con Alex y con el equipo de futbol. Al parecer, o estaba muy dolido y las borró todas, o era el culpable de la separación y nunca tuvo ninguna.

Algún día le preguntaría a Betty que había ocurrido.

Solo espero que mi llegada a esta escuela sea para bien y no traiga dolores de cabeza a mi vida, aunque creo que con Alex presente ahora en ella iba a ser bastante difícil.

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Nota de autor:

Mmm, comienzan los misterios. ¿Que habrá pasado entre Betty y Derek?

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Instagram yuni_sdc. =)

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