Capítulo 3
---- Descuida, estoy bien---- Le contestó el chico
---- Oh niña, este auto no es barato, espero tengas un buen seguro---- Interrumpió D
---- Con respecto a eso...,---- Comenzó Natalia---- No tengo mucho dinero, hace poco más de un año llegué a la ciudad, estoy rentando un pequeño apartamento y mi novio, mi novio, me engaña, venía distraída en el teléfono que ahora mismo no sirve. Le pagaré lo que le debo, se lo juro, le daré todo el dinero que cueste la reparación del auto, pero deme tiempo por favor..., no..., no estoy acostumbrada a lidiar con estas cosas, no soy una mala mujer, no me distraigo nunca al manejar, sigo muy asustada, el auto se giró muy feo, pensé que iba a morir y me aferré a mi teléfono y lo único en lo que pude pensar es en que mi novio me envió un mensaje, después de que lo vi engañándome con otro hombre y me dijo que era aburrida y yo.... Yo no sé qué hacer ahora, es el dueño del banco en el que trabajo, seguro me correrán el lunes, por favor..., por favor espere, le juro que le pagaré todo lo que le debo----- Contestó la chica suplicando
---- Oh diablos---- Expresó D---- Eso suena muy mal chica---- Contestó el chico de las rastas
---- ¿Has pensado en trabajar de noche? ---- Expresó el hombre de cabello negro
---- Oh Príncipe, ¿estás pensando en darle trabajo a esta chica? ---- Preguntó D, sorprendido
---- No..., no sabría dónde. ---- Respondió la chica
---- Atiende a la patrulla, que tu seguro se enfoqué en ellos, cuando estés lista, creo que podemos llegar a un acuerdo---- Mencionó el hombre al que llamaban Príncipe
---- Gracias---- Contestó Natalia y se dirigió a hablar con el agente del seguro y la policía, observando como el hombre negro al que llamaban D, se llevaba el auto del príncipe y dejaba el suyo en su lugar. Para cuando Natalia terminó de hablar con los involucrados, se acercó al Príncipe y este le indicó a dónde irían. Era un lugar en la ciudad no muy lejos de ahí, un edificio que la gente de la ciudad llamaba: "Edificio Romance", una cafetería los esperaría en la parte de abajo, dónde la persona se aglomeraba con impaciencia para entrar y experimentar un rato en uno de los lugares más famosos y hogareños de la ciudad. Pero Natalia estaba doblemente sorprendida pues ella tenía una reservación justo para ese sitio.
---- Por favor sígueme---- Le pidió el Príncipe, entrando al edificio después de dejar sus autos juntos en el estacionamiento---- ¿Ya conoces Café Romance? ---- Preguntó amablemente
---- Hoy tenía una reservación para cenar aquí---- Contestó la chica con timidez
---- Entiendo, el chico que te engaño ¿verdad? ---- Preguntó el Príncipe observando como la chica se llenaba nuevamente de angustia y dolor.---- Disculpa, no quería ser entrometido, se apresuró a corregir.
---- Está bien..., es sólo que aún no me acostumbro---- Contestó ella
---- Todos pasamos por eso---- Le aseguró el Príncipe, entrando a un elevador junto con la chica, presionando uno de los últimos pisos disponibles dentro del edificio y al salir fueron recibidos por unas puertas de cristal frente al ascensor con el logo de Café Romance grabado en su superficie.
---- Adelante..., ---- Dijo el Príncipe, intentando adivinar el nombre de la chica----
--- Natalia---- Contestó ella, adivinando el dilema del príncipe-----
---- Adelante Natalia---- Continuó el príncipe, abriendo la puerta para la chica, que se maravilló con lo hogareña y moderna que era aquella oficina. Esta, se extendía sobre una alfombra roja con distintas computadoras sin cubículos, con una serie de pantallas suspendidas en el aire, para que los chicos pudieran ver o escuchar lo que quisieran mientras trabajaban, el comedor se encontraba en uno de los extremos, junto con la cocina y la sala de entretenimiento, no había espacios cerrados, salvo el baño y una oficina central en el otro extremo del lugar, aquella era la oficina del príncipe, dónde un par de chicos y chicas los esperaban, vestidos de forma elegante y con máscaras.
---- Príncipe, nos dijo D, que habías sufrido un accidente y que requieras del equipo de RH para un nuevo contrato. ¿Estás bien? ---- Preguntó una mujer de cabello rubio largo y de nombre Amanda
---- Hola Amanda, perdona que te haya interrumpido antes de su exhibición en piso----Comenzó hablando el chico---- Gustavo, que gusto saludarte---- Continuó dirigiéndose al hombre junto con el que estaba Amanda y que era su esposo. ---- Quiero ofrecerle un contrato a Natalia, ella es nueva en nuestro ambiente así que de momento trabajará de noche y hará cosas sencillas mediante su comienzo a aprender, trabajará hasta pagar su deuda conmigo---- Expresó el príncipe
---- ¿De cuánto es su deuda? ---- Preguntó Rebeca, una chica de piel morena y cabello rizado
---- D, nos informará---- Contestó el Príncipe, bajando una pantalla mediante un dispositivo, en lo que se podía apreciar el rostro de D, contestando la vídeo llamada.
---- Ya era hora hermano, "El Príncipe" está bien, sufrió un gran impacto que doblo la carrocería y daño un par de sensores de movimiento y sistemas de comunicación entre la computadora y el auto, pero repararlo no será difícil. Costará unos 50 mil, por supuesto podemos esperar a que su seguro lo avale----
---- No..., así está bien---- Contestó Natalia sorprendida
---- Bueno, nos vemos en un rato por allá, gracias chicos---- Terminó la llamada D
---- Bueno Natalia---- Tomó la palabra el Príncipe---- Te ofrezco un trabajo a media jornada, sólo los fines de semana, de jueves a sábado, en La Stanza Rossa, un lugar mágico, donde la lujuria, el deseo, el amor, la pasión y la entrega se juntan, es un espacio de expresión único, un lugar dónde las mujeres se convierten en quienes no sabían que eran, un lugar en el que salen a relucir sus más oscuros secretos y sus más profundas fantasías, es un lugar, donde la magia y el sexo, son lo mismo, trabajaras hasta pagar tu deuda. ¿Te parece bien? ----
Natalia se quedó en silencio, sin saber qué decir, la noche se había transformado para ella, se agitaba de sorpresa en sorpresa y mirando a su alrededor se dio cuenta, que su mundo acababa de cambiar.