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CAPÍTULO 6

Los Pasos del Coronel se escuchaban a espaldas de sus Soldados el hombre se encontraba recorriendo la Base hasta que sus ojos oscuros captó a su mejor amigo —¿Ya se te pasó la histeria?— Santiago Abdo tenía cierta burla en su mirada - Tu amada estaba con Martín luego de aquella escena que bueno creo que no necesito entrar en detalles - Si de alguna manera ya Benjamín tenía cierto desagrado en su mirada sus facciones se endurecieron aún más al escuchar las palabras de su amigo - pero como lo de ustedes no volverá a repetirse supongo que no te importa aquello - El Sargento se alejó dejando a Benjamín estático en su Lugar.

— Tu mundo ya está Jodido, Benjamín Walton - Susurró Benjamín.

— Buenos días— Aquella voz era imposible de no reconocer— Cuándo me comentaron que uno de Los Coroneles con el Rango Intelectual por el Cielo y medpallas que construyen una escalera al Infierno vendría a comandar la Milicia nunca me imaginé que serías tú, Benjamín Walton.

El Coronel sintió temblores en todo el cuerpo apretando la empuñadura del arma antes de darse la vuelta tragando saliva e intentando de mantener la Compostura mientras se daba la vuelta lentamente para enfrentar a la dueña de aquella Voz— Victoria - Susurró Benjamín.

— Coronel - expuso la mujer respetando el Rango Militar mientras observaba que el hombre no hacía absolutamente nada para moverse, alejarse o hablar, solamente estaba allí perdido en su mundo, aquel mundo que se había derrumbado que le había costado tanto volver a levantar - Soy la Capitana Herrera llevo 2 años Sirviendo a la Milicia de Haití - Ella seguía manteniendo su hermosura, pero se veía completamente diferente.

— Es bueno saber de usted Capitana, si me disculpa tengo asuntos que resolver - Con aquellas palabras el Coronel se alejó dirigiéndose hasta su habitación, una vez dentro de las 4 paredes se sentó en la cama llevándose las manos en el rostro.

— Esto ha de ser una jodida puta broma de la vida - Expresó Benjamín aun con las manos en el rostro mientras sentía un pinchazo en el corazón, los recuerdos del pasado lo golpeaban dejando escapar un profundo suspiró Benjamín agarró la botella de Whisky que tenía encima de la mesita y sin dudar se tomó 2,3,4 copas hasta que sintió que era suficiente. —¿Por qué tuviste que volver a aparecer? No sabes que me costó Infiernos, salir del Abismo en el cual me arrastraste, me convertí en un Fénix renaciendo de las cenizas, pero hoy con tan solo algunas palabras tienes los trucos para que yo resbale - Benjamín tiró la copa por la pared algo que había llamado la atención de la morena que se encontraba transitando por el pasillo el Identificativo de la Puerta - Coronel Walton.

Diana suspiró, pero también era consciente de que el cristal había sido roto, así que se había animado a abrir la puerta y entonces lo vio, vio a Benjamín con los ojos inyectados en sangre— ¿Benjamín? - Expuso Diana en un susurro, pero las palpitaciones de su corazón se volvían anormales.

— Dime Coronel Benjamín Walton— El hombre se acercó a la mujer, aunque Diana hizo el intento de retroceder aquello fue imposible, ya que Benjamín había sido más habilidoso arrastrando a la morena al interior de la habitación y cerrando la puerta de la misma.

— ¿Qué demonios te pasa? - Diana se soltó del agarre— Te recuerdo que en 3 horas salimos de la Base y el Coronel emborrachándose que estupidez la tuya.

— No estás a la altura de juzgarme, nadie está a la altura de hacerlo - Benjamín se acercaba como un Lobo a su presa.— ¿Para qué te has quedado Diana?

- No me quede, solamente quería saber que había sido el ruido, pero era solamente el Coronel amargándose.

— ¿Y no fue evidente lo que ha ocurrido? Y este amargado te folla como nadie— Benjamín estaba encajonado para completar su ira, el recuerdo de las palabras de Santiago que después de lo ocurrido en su oficina con ella, Diana había estado con Martín— ¿No sintió tu noviecito la fragancia del Coronel en tu cuerpo ayer, no sintió que te entregaste a otro?.

— ¿Estás celoso? - Diana enarcó las cejas - No necesito que él sienta la fragancia de otro, yo misma tuve las agallas de hablar con él acerca de aquel error— Diana se burló.

— No eres nada mío y tampoco soy nada tuyo, solo fue sexo, como hace 6 años como Ayer, entonces no son celos, nunca lo serían - Esta era la realidad de ambos, Benjamín Walton no hablaría de amor solamente de sexo.

— Entonces deja de comportarte como un Crío que demonios te importa a ti si tengo la fragancia de un Perro, porque eso es lo que eres un maldito perro - Diana también estaba cabreada ni siquiera sabía por qué le estaba diciendo aquello, pero no permitiría que Benjamín le arruinará el día.

— Benjamín, Victoria está en la Base - Santiago había entrado en la habitación sin anunciarse Diana al escuchar el nombre de Victoria parpadeó varias veces volviendo a dirigir su mirada a Benjamín y por último a la bebida fue allí que la Morena pareció darse cuenta del porqué del estado de ánimo del Coronel era por su exnovia y exprometida Victoria Herrera.

— Santiago quiero que salgas - El Coronel fulminó con la mirada al Sargento - Vete.

— ¿Qué mierda te sucede, estás así porque la mujer que amas ha vuelto? - Diana lo agarró del brazo luego de que Santiago saliera de la habitación - Deberías de estar feliz no emborracharte.

— No sigas - Benjamín se soltó del agarre— Si no sabes absolutamente nada mejor cállate y sigue con tu camino, no vuelvas a dirigirme la palabra Olvidame - Benjamín volvió a dirigir su vista hasta la botella de Whisky.

— No pienso dejarte, no en estas condiciones Benjamín— Diana no se acercó más a él, pero se mantuvo a una distancia prudente del hombre.

— ¿Quieres que te folle, eso quieres? Por qué las mujeres solo quieren eso, las mujeres manipulan, son unas.

— Joder ¿Qué cosas dices? - Diana no estaba entendiendo absolutamente nada, tampoco iba a dejar que Benjamín terminará aquella frase.

— Déjame no lo entiendes, maldito es el hombre que confía en una mujer - Con aquellas palabras Benjamín le hizo el gesto enseñándole la dirección de la puerta a Diana.

— Este es el punto que tenemos que atacar este tráiler llevará en su interior a más de 18 mujeres - Benjamín hizo un círculo con marcador rojo - La Intervención de las Fuerzas Militares es para impedir que este vehículo salga de esta Jurisdicción, puesto que el círculo de Autoridades lo respalda, las mujeres están en reclutamiento bajo el engaño de una mejor calidad de vida ese engaño es común aquí, pero esta vez el mismo líder es el que escoltará el Tráiler algo que en muy pocas ocasiones se había logrado concretar, es por eso que estamos aquí la Misión inicia con el arresto Militar del Líder, luego él desbarató de la Red en su totalidad - El Coronel estaba ante la atenta mirada del Sargento Abdo, de Martín que también era una pieza fundamental para lograr esta misión y los Capitanes entre ellos la Capitana Victoria Herrera quién miraba a Benjamín con demasiada devoción.

— Hemos recibido todas las Coordenadas Coronel, esta misión será un éxito— El General estrechó las manos con Benjamín, posteriormente todos salieron de la Oficina, cada uno de ellos ya debían trabajar en esta Misión.

— Necesitamos charlar - Victoria se puso delante de Benjamín— Y no necesariamente de Coronel a Capitana.

— Por el Respeto a este Uniforme que portamos Dime Coronel Benjamín Walton— sus ojos oscuros observaron a la Mujer - usted y yo ya no tenemos nada de que hablar Capitana, usted y yo somos un capítulo cerrado.

— Nunca he podido olvidarte - Victoria no estaba cerca de rendirse - Y quizás esta sea una oportunidad.

— ¿Oportunidad? - Benjamín se burló - Las oportunidades se perdieron con las Órdenes de Alejamiento que tus padres dejaban cada semana en las Oficinas de mi padre Victoria, entre tú y yo solo quedan recuerdos amargos.

— Nos amábamos— Fue la respuesta dada por Victoria en un Susurró.

— Aquello fue un sueño que se convirtió en pesadilla - Benjamín endureció sus facciones.

— Perdóname— Victoria hizo el intento de acercarse al Coronel, pero en ese preciso momento la puerta se abrió.

— Oh, disculpen me ha dicho el General que usted había salido de la Oficina y el Sargento Abdo me ha enviado por unos documentos— Diana sintió la tensión en el interior de aquellas 4 paredes.

— El Coronel está ocupado - Victoria fulminó con la mirada a Diana.

— Capitana salga es una Orden de su Coronel— Benjamín no toleraba la presencia de Victoria y sabía que Santiago había enviado a Diana consciente de lo que podría estar ocurriendo en la Oficina, Victoria por su parte no podía refutar la orden de Benjamín, sin embargo, sabía que mientras el Coronel estuviera allí las posibilidades de que él la escuchará eran altas.

— Coronel, si me disculpa tengo que llevar aquella carpeta— Diana no entendía por qué le temblaban las piernas al estar cerca del Coronel.

— Adelante - fue la respuesta dada por Benjamín mientras se perdía ante él encantó de la morena mientras caminaba y aquella fragancia tan única de ella al momento en que Diana posó sus manos en la carpeta, las manos de Benjamín también se posaron por encima de sus manos.

— ¿Coronel? - La manera con la que ella le decía Coronel a él lo prendía, tanto que tenía la necesidad de apagar la pasión que ella despertaba en él logrando dar paso a un deseo incontrolable de volver a poseer a la morena.

— ¿Me estás haciendo algún Hechizo? - Diana abrió sus ojos de par en par al escuchar aquellas palabras.

— ¿Está mal? - La mujer se soltó del agarre de Benjamín de manera inmediata, logrando que el Coronel sonriera.

— Diana Santos eres la única persona que logra que yo - Benjamín se detuvo antes de expresar aquello que tenía planeado decir, pero terminó sentenciando la conversación con un - Olvídalo.

— Coronel, dejé de hacerme perder el tiempo - Diana agarró la carpeta saliendo de la Oficina dejando al Coronel a solas que al momento en que Diana salió de la oficina dejó escapar un profundo suspiró.

— ¿Qué demonios me estás haciendo? Morena no puedo permitir que la historia se repita, no puedo volver a obsesionarme contigo, porque tengo claro que es obsesión sexual, nunca será amor - Con aquellas palabras Benjamín salió decidido a recorrer la Base y a ajustar los últimos detalles que faltaban.

Habían pasado aproximadamente 3 horas para que Benjamín saliera del área de Informática - ¡Coronel! - Romina se interpuso en su camino.

— ¿Qué sucede Romina? - se notaba el fastidio por su tono de voz.

— Hablemos de ella y no me digas que no - Romina se consideraba su mejor amiga al igual que Santiago, Benjamín no dijo absolutamente nada prosiguiendo su camino con Romina siguiendo sus pasos - ¿Qué está sucediendo o mejor dicho que sucedió?

— Romina, aquello es un tema del pasado y no quiero tocarlo, esto solo es una coincidencia que en un mes acaba y volvemos a retomar nuestra vida cotidiana, la aparición de Victoria no debe preocuparte.

— Joder como me pides que la aparición de ella no me preocupe cuándo sé que todo lo que eres hoy lo construiste con una base sólida de tu destrucción, vi como el cielo de azul pasó a gris, vi como resurgiste, como las lágrimas que derramaste alguna vez por ella fueron gotas de promesa de que nunca volverás a confiar en una mujer es momento de que hablemos y que el pasado quede enterrado aquí - Benjamín levantó el rostro ella era su amiga, pero antes de hablar sacó su teléfono Celular.

— Ven a mi Oficina— La llamada había terminado, pero unos minutos después la puerta fue abierta y era Santiago.

— ¿Reunión de Borrachos? - Su sonrisa divertida desapareció al sentir el semblante del Coronel.

— Siempre los he tratado de igual a igual y esta no será la excepción, Romina y tú merecen saber que ha ocurrido entre Victoria y yo hace algunos años exactamente cuando me incursionaron en el ámbito Militar- Benjamín volvió a suspirar, Santiago se había sorprendido lo único que sabían de aquella situación era prácticamente solamente el Nombre de Victoria alguien que también era conocida como la innombrable.

— Victoria Herrera, como ustedes saben, era la mujer por quien yo estaba dispuesto a todo, quizás era joven o quizás no, pero ella era mi mayor motivación tanto que se convirtió en toda mi destrucción.

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