CAPÍTULO 04
Cuando llegamos a las escaleras, sube las escaleras para despertar a Ashley. Subo discretamente detrás de ella. Mi cerebro está funcionando a toda velocidad, desde que lo vi llegar a esta casa me pregunto si debería decírselo. Ella se merece que se lo diga, pero tengo ganas de decirle ... No lo sé. Dudo de mi mismo. Cuando llego cerca de la puerta abierta del antiguo dormitorio de Lou, me detengo en seco.
-Le dijiste ?
Me pregunto de qué está hablando Ashley. Lou se ríe.
-Ashley, las historias de adultos son complicadas. Demasiado complicado para una niña de cuatro años demasiado curiosa.
Ashley gime.
-No se supone que sea complicado decirle te quiero a alguien. ¡Y no soy pequeño!
Realmente me pregunto de quién está hablando, ¿Lou está enamorado de alguien? Me encuentro esperando que sea yo. Seguramente no ! Solo somos mejores amigos, pero no sé de quién Ashley podría hablar.
-Para mí lo tiene ... no tengo mucha suerte. ¿De acuerdo vienes? Gab nos espera abajo.
Cuando escucho que las cosas se mueven, bajo de la forma más rápida y discreta posible. Los padres de Ashley estarán por aquí pronto y realmente no quiero que me atrapen escuchando a escondidas. Me apresuro a la sala de estar y me tiro en un sofá, sacando mi teléfono de mi bolsillo para fingir que estoy en él. En ese mismo momento aparecen en la esquina de la habitación. Ashley se arrodilla, noto la mirada suave de Louane. Sí, se merece que se lo diga.
-Voy a ordenar un poco en la cocina, os dejo a los dos.
Ella me sonríe y mi estómago se aprieta mientras desaparece en la habitación de al lado. Miro a su hermana pequeña. Me mira con grandes ojos de pescadilla frita. Su mano tira de un rebelde rizo que cae sobre mi rostro.
- ¡Tu cabello es hermoso!
Me río.
-Gracias.
Ella se aparta de mis rodillas para sentarse con las piernas cruzadas a mi lado. Ella tiene los labios fruncidos. Me lanza una mirada de soslayo y no puedo evitar preguntarme qué está pasando por esa cabecita. Ella toma una respiración profunda y susurra:
- ¿Estás enamorado de mi hermana mayor?
Salto y la miro con extrañeza. Yo también susurro, es imposible que Lou escuche esta discusión.
-Qué ? Eum ... no. No lo creo...
Sus ojos brillan cuando digo esa palabra. Pero, ¿qué está pasando exactamente?
- Creo que lo amas. Porque cuando la miras, parece que la miras como si fuera una princesa.
Medio sonrío cuando escucho estas palabras, es lindo como comparación.
- Ella es una princesa.
-Estoy de acuerdo ! Ella tiene un cabello hermoso y una voz hermosa, él extraña más que el príncipe.
Ella me da una mirada de complicidad. Pero, ¿qué clase de niña es ella? O ha visto demasiados dibujos animados o es muy madura para su edad. ¿Yo, el príncipe de Lou? Ella ya debería quererme.
- Tendría que amarme por eso.
Ella frunce el ceño y murmura.
-Los adultos son completamente estúpidos ...
Ignoro esta oración. Necesito decírselo a Lou, necesito decírselo a él. Si no vacío mi bolsa me voy a culpar a mí mismo y no me voy a sentir bien después. Me vuelvo hacia Ashley y pongo mis manos sobre sus pequeños hombros. La miro a los ojos.
-Tú quédate aquí yo voy a hablar con tu hermana.
Una gran sonrisa aparece en su dulce rostro. Es asombroso cómo se ve Lou para ella.
-¡¿Vas a declararle tu amor ?!
Tenía que hablar un poco fuerte. Pongo mi mano sobre su boca y le doy una mirada de reproche. Pero no escuchamos nada. Me levanto y me dirijo a la cocina. Lou limpia la encimera con los labios fruncidos. Cuando me escucha, mira hacia arriba y me da una gran sonrisa. El estrés aumenta en mí.
-Tienes que hablarte de algo.
Ella asiente con atención, pone la esponja en el fregadero y se vuelve hacia mí con las manos en la encimera. Metí las manos en los bolsillos de mis jeans. Mi mirada huye de la de ella.
-Vamos, te escucho ...
Tomo mi coraje en ambas manos. En el peor o el mejor de los casos, ella se va a escandalizar de mí. Donde ella me va a animar, es mi mejor amiga.
- Esta noche tengo una cita con Dakota.
Lo miro en shock, me obligo a sonreír, imagino que me sale mal. Abrazo el mostrador con fuerza con mis manos, él espera que diga algo pero yo solo asiento con la cabeza. Mi mirada se posa en un lanzador, de repente quiero tomarlo y golpearlo contra la pared. Quiero patear algo incluso si eso significa lastimarme. Mi visión está nublada. Me vuelvo para agarrarme a la encimera, pero de cara a la pared, evito caerme porque mis piernas son como algodón. Es extraño que sienta menos el dolor punzante en mi cabeza, probablemente me estoy acostumbrando. Porque a fuerza de tener crisis fuertes te acostumbras.
-Wow ... ¿estás bien?
Susurro, porque no puedo hablar.
-Yo ... está bien.
Escucho sus pasos detrás de mí. Sus manos están sobre mis hombros, me obliga a darme la vuelta y mis rodillas tiemblan porque ya no me apoyo. Caeré si esto continúa. La cara de Gab está cerrada.
-No, eso no va. Siento que está comenzando de nuevo ... ¿Tu convulsión de antes también fue culpa mía? Yo ... Joder, siéntate.
Toma una silla y me obliga a sentarme. Mi respiración es cada vez más fuerte, solo adivinó que es él quien me hace tener convulsiones. Es su culpa si tengo convulsiones. ¡Todo es culpa suya! ¿Sigues culpándolo? ¡Quizás si admitieras que lo amas, él no estaría buscando estar con otra chica! Me tapé los oídos con las manos.
-Interrumpido ! Cállate ! Es falso...
Ah bueno ? No te gusta ? Entonces, ¿por qué te estás poniendo en todas sus formas? Cierro los ojos, Gab me pone un paño húmedo en la frente.
-Yo ... yo ... solo quiero que sea feliz ...
Tienes razón, él es más feliz sin ti ... Mira dónde están todos los chicos que amabas. ¡Hay uno que tiene una crisis y se acuesta con todos y el otro que está solo y triste! ¡Está mejor lejos de ti! Abro los ojos de par en par aterrorizado por esta triste realidad. Gab toma mi cara con ambas manos, sus ojos se fijan en los míos.
-Qué ha dicho ella ?
Su voz es tranquila, pero es una orden. No quiero decirle ... ¿Decirle que la amas? Tienes razón, tendría miedo.
-No no no no !
-¡Louane Hall! ¡Por favor cálmate y dime qué está pasando por tu cabeza!
Me devuelve abruptamente a la realidad, mi ataque se detiene abruptamente, tan abruptamente como comenzó. Por lo general, duran mucho más, pero luego se detuvo de inmediato, mis ojos se clavaron en los de Gab. Se me llenan los ojos de lágrimas, me arrojo a sus brazos.
-No quiero ... no puedo ...
Odio a esta Dakota, a pesar de que debe ser agradable y linda como el infierno. Odio que ella monopolice su atención. Ambos estamos sentados en el suelo, yo en sus brazos, lloro lágrimas amargas. No quiero que se vaya con una chica que no conozco, no me importa si parezco un psicópata. No quiero que se vaya.
-¿Qué no quieres y no puedes?
Hundo mi rostro en su pecho, agarrando su camiseta con todas mis fuerzas. Me aferro desesperadamente a él.
-No quiero que te vayas. No pude soportarlo ...
Lloro aún más, él me soltará y se irá, diciéndome que soy egoísta. Encuentra a alguien y lo retengo, soy un monstruo.