Cap. 1 Primer encuentro con LA CHICA...
Darlan Allen, ese día se sentía vencido por el agotamiento, solo quería llegar a casa, servirse un trago y olvidarse de todo a su alrededor, ansiaba silencio total.
Desde hacía 5 años trabajaba sin descanso alguno para mantener todo el imperio que creó su hermano Dylan y que heredó junto a dos criaturas infernales, sus sobrinos, que ahora eran su peor pesadilla.
Cerró los ojos comenzando a disfrutar de la música instrumental que el chofer colocó en el reproductor del automóvil y respiró en calma hasta que un frenazo brusco interrumpió su tranquilidad.
–Señor, le juro que no la vi, no sé de dónde salió.
–¿A quién le diste?
–A una chica… creo.
–¡Carajo! Bájate a ver, ya se reunió mucha gente, haz lo que sea para solventar esto.
–Enseguida señor.
De pronto el chofer abrió la puerta del copiloto y subió un cuerpo inerte que desprendía un olor a suciedad que lo obligó a cubrir su nariz y a preguntarle molesto:
–¿Qué haces?
–Es una chica señor, no reacciona, debemos llevarla a un hospital.
–A un hospital no, harán preguntas que no quiero responder. Conduce a casa. Rápido por favor y abre las ventanillas, no soporto su mal olor.
5 años atrás…
Estaba muy excitado acariciando la tersa piel de la hermosa y nueva enfermera de UCI cuando comenzaron a llamarlo por los parlantes:
Doctor Allen, es solicitado urgentemente en recepción.
Doctor Allen, es solicitado urgentemente en recepción.
Doctor Allen, es solicitado urgentemente en recepción.
–¡Carajo!, ¿no puede decirlo una sola vez?, ¡ya voy!
–¿Te espero aquí?
–No hermosa, vuelve a tu puesto, te busco luego.
Al llegar a la recepción encontró a dos policías uniformados y a dos trajeados, los miró extrañado y uno de ellos se presentó:
–Buenas tardes doctor Allen, soy el agente Wilson, él es mi compañero el agente Carter y los oficiales Morgan y Reed, venimos en una misión desagradable, ¿podemos hablar en un lugar más discreto?
–Sí claro –respondió y los llevó con él hasta su consultorio, advirtiéndole a la secretaria que no lo interrumpiera.
–Estamos aquí porque el avión en el que se trasladaba su hermano desde Detroit hasta Marruecos, según su plan de vuelo, estalló en el aire, actualmente se siguen las labores de rescate, pero me temo que no hubo sobrevivientes.
El agente habló fríamente sin preámbulo y como médico Darlan debería asimilarlo, sin embargo, quedó en blanco, lo sintió inhumano que se refiriera a su único hermano con tanto desprendimiento.
Tenía varios años sin hablar con él porque terminó casado con su novia de la preparatoria, no la culpaba a ella, lo culpó a él todo el tiempo; supo que tuvieron un par de gemelos a los que no conocía, también se había enterado de que su ex también se había convertido en la ex de su hermano porque lo dejó con los niños, ese día sonrió y se dijo que el Karma no perdonaba.
A pesar de todo, en ese momento sintió que su corazón se estrujaba con mucho dolor, su hermano había desaparecido dejándolo solo en el mundo, porque si bien no lo contactaba, al menos sabía que estaba vivo en algún lugar del planeta.
–Doctor Allen, los hijos de su hermano están en estos momentos en manos de tutores públicos, no se ha localizado a la madre y de no resolverse su situación en una semana pasaran al programa infantil del gobierno.
–No, yo me haré cargo, ¿dónde están mis sobrinos?
–En Detroit.
–Creí que mi hermano vivía en Marruecos.
–Aparentemente estaba iniciando negocios en la industria automotriz, por lo que los últimos meses vivía entre Detroit y Marruecos donde aún tenía negocios.
–Está bien, iré a Detroit, mientras, le ruego me mantenga al tanto de las investigaciones sobre lo sucedido a mi hermano.
–Pierda cuidado, siempre sabrá de mí.
En una semana contactó a los tutores públicos, contrató abogados y recuperó la custodia de sus sobrinos, un par de varoncitos de 3 años, regordetes y muy curiosos; su hermano en el divorcio se quedó con los niños y había previsto que en caso de que algo le sucediera él sería su heredero universal.
También se enteró de todo lo que implicaba “la herencia”, porque su hermano era el jefe de una organización con intereses en varias ciudades del mundo, dirigía una diversidad de negocios que eran muy importantes y rentables, se vio en la obligación de dejar la clínica en manos de sus socios, porque él tenía que mudarse a Detroit, lo que significaba atravesar el país y darle un giro de 180 grados a su vida.
No estaba feliz, por supuesto que no, todo su plan de vida se había torcido por la voluntad de su hermano, que, aunque le dolía enormemente haberlo perdido, al mismo tiempo le reprochaba el no haberle consultado nunca si estaba de acuerdo en dejar de ser Cirujano Plástico para convertirse en un Mafioso.
Actualidad…
Apenas llegaron a la casa descendió del automóvil asqueado. Se prometió mentalmente que no volvería a usarlo.
–Antes de cualquier cosa le dan un buen baño a esa chica.
–Sí señor.
–Cuando esté limpia y desinfectada, me avisan.
–Sí señor.
Una hora después fue a verla, estaba despierta, acostada en una camilla del área clínica que tenía en la casa, la cual estaba muy bien equipada con todo lo necesario para atender cualquier emergencia tanto de los gemelos que acababan de cumplir 8 años de edad, como del personal que laboraba en la propiedad.
También le ha tocado extraerles algunas balas a sus hombres, con tal de no ir a llenar formularios en ningún hospital de la ciudad y ponerse en evidencia.
Ella lo observó con mirada temerosa cuando se acercó a examinarla, entonces se fijó en sus grandes y llamativos ojos, uno verde y el otro marrón claro.
Estaba muy delgada con evidentes signos de malnutrición, le hizo rayos X y su pierna izquierda presentaba fractura, además, su codo derecho estaba dislocado supuso que por la caída al ser golpeada con el auto.
Le colocó yeso en la pierna, un inmovilizador en el brazo y ordenó hidratación y nutrición parenteral, por efecto de los analgésicos se quedó dormida rápidamente, así pudo apreciar mejor que indiscutiblemente vivía en la calle por sus maltratados pies seguramente debido a la falta de calzado; sus uñas descuidadas; su largo cabello rubio muy seco y aún con todo eso, afloraba de ella una belleza angelical; calculó que tendría unos 15 años.