Capítulo 4.
—¿¡que!? —grita Nina asombrada.
—¡callate nos escucharán! —digo irritada.
—lo siento. —se disculpa Nina.
—¿pero porque? —pregunta frunciendo el ceño.
—quiero alejarme de Leonardo lo más que pueda. —suelto un suspiro tendré que decirle lo que pasa.
—el...yo ¡ash! Creo que es mi mate. —digo resignada, Nina abre los ojos como platos, es imposible pero puedo sentirlo que el es mi mate.
—¡eso es genial! —dice emocionada.
—¡no no es genial! tu sabes como es Leonardo, me tendrá encerrada solo para el, sin ver a nadie y teniendo sexo conmigo solo para satisfacerse. —digo molesta, Leonardo no es mi mate, no puede ser.
Nina pone los ojos en blanco y suelto un suspiro resignada, ve sobre mi hombro y su cara cambia al instante como si estuviera viendo un fantasma.
—¡vampiros! —grita horrorizada, doy la vuelta y en un segundo ahí están 10 vampiros, uno me hagarra por sorpresa y enreda su brazo en mi cuello asfixiandome.
—es lo mejor que tienes. —digo en susurro por falta de aire, le doy un golpe bajo en el abdomen con mi codo y me suelta al instante, suelto un gruñido y muestro mis colmillos.
—váyanse si no quieren morir. —digo gruñendo.
—creo que correremos el riesgo. —dice uno de ellos en tono divertido, todos son de piel clara, pálidos de ojos rojos y cabello negro.
—como quieran. —me transformó en loba y comienzo a atacarlos, nina también se transforma en su loba de color café, peleamos contra todos pero son demasiados, entonces aparece elio con mi hermano y el idiota de Leonardo, se transforman y comenzamos a pelear pero debo admitir que son vampiros muy fuertes.
Uno me toma por atrás y yo lo estampó en la tierra con mis garras, el muestra sus dos afilados colmillos y con sus piernas me da un golpe en la parte baja quitandome de encima, quedan pocos, Elio y los demás pelean bien, quedan 5 aun, Leonardo es impresionante tengo que admitir, acaba a los vampiros de un mordisco, de un movimiento, sus ojos se fijan en mi y se abren como platos al ver detrás de mi.
Suelto un aullido desgarrador, cuando siento una daga en el costado y unos colmillo cerca de mi cuello, el vampiro profundiza la herida y caigo al piso.
Leonardo sin pensarlo dos veces se lanza al vampiro que me atacó y lo tortura por hacerme sufrir, lo mata minutos después.
—¡Natale! —gritan todos corriendo a verme, pero apenas puedo tener abiertos los ojos, tengo un dolor insoportable en mi cuello y en el costado de mi abdomen.
—santo cielo Natale. —León ardo se abre paso entre Matt, Nina y Elio quedando frente a mi, me mira horrorizado, asustado y angustiado nunca lo había visto así,siempre es tan fuerte & frío.
Acaricia mi Mejía con su calida mano y por primera ves, no se si es alucinación mía pero me mira con dulzura, con amor y cariño, esos lindos ojos color avellana me miran sin frialdad ni indiferencia.
—te pondrás bien. —dice en susurro, con voz quebrada, me carga en brazos y yo hago una leve mueca de dolor.
Corre a casa y me deja sobre mi cama con suma delicadeza.
—trae a un doctor pronto. —dice mirando serio a Nina, ella sin titubear asiente y corre saliendo de la habitación, Matt y elio me miran asustados.
—Natale. —susurra Elio asustado.
—estaré bien. —digo con los ojos cerrados y con la voz débil, ya no tengo fuerzas para mantener los ojos abiertos.
—resiste por favor Natale, no me dejes, te lo suplico. —dice Leonardo a través de la conexión con voz desesperada y suplicante.
Pero caigo rápidamente en la inconsciencia.