Capítulo 1 “El inicio de una amistad. ”
(Julio 11 de 1997 Cd. De México.)
(Narrador Omnisciente)
Hoy una nueva familia llega a vivir a la gran ciudad desde provincia, esta está formada por Aracely Kauffman la madre, una mujer dedicada a su familia, Santiago Garza el padre quien era gerente de un banco y que había sido trasladado desde el puerto de Tampico en Tamaulipas, a la Capital del país como resultado de un ascenso por sus buenas gestiones laborales y de dos pequeños hijos Alejandro y Violeta Garza Kauffman, el primero de diez años y la segunda de ocho años.
Con motivo de la mudanza Don Santiago ha comprado una bella casa en la colonia arboledas, una colonia como tantas otras, de clase media en donde los hijos de las familias podían jugar y entretenerse en el parque construido por los mismos colonos.
Y es precisamente a ese pequeño parque al que Alejandro y Violeta fueron a jugar tras ayudar a su madre a acomodar las cosas tras la mudanza.
Fue en el parque en donde todo comenzó, pues ambos pequeños conocieron a Eduardo López y a David Ramírez, dos chicos que vivían al otro lado del parque, los chicos simpatizaron de inmediato y todos los días se reunían para jugar después de cumplir con sus obligaciones en casa, y entre risas, juegos y cantos los cuatro niños pasaron las vacaciones de verano, en su último día de vacaciones Eduardo preguntó
-Y a que escuela van a ir? David y yo vamos a la que está aquí mismo en la colonia a solo unas cuadras.
-A nosotros nos inscribieron en la escuela Cervantes, a unas cuadras del Banco donde trabaja nuestro padre, así él nos llevara a la escuela.- respondió Alejandro
-ciento que ya no los voy a ver.- dijo en ese momento David
-Por supuesto que no, que les parece si nos reunimos aquí en el parque después de hacer los deberes escolares.- dijo en ese momento Violeta
-Si claro que sí, así podremos jugar y hasta ayudarnos con algunas tareas.-Dijo Alejandro
Y así quedo decidido que se encontrarían en el parque después de las seis de la tarde y conforme pasaban los días la amistad de los cuatro chiquillos aumentaba.
Se reunían en el parque donde se contaban sus cosas, sus logros y sus tristezas, sus avances en la escuela y sus deseos y sueños para el futuro.
Los cuatro se querían como hermanos y David hizo prometer a Eduardo y a Alejandro que siempre cuidarían de Violeta, pues no solo era la única niña del grupo, sino que era ma más joven, pues él tenía once, era solo un par de meses mayor que los otros dos y acababa de cumplir años, Eduardo y Alejandro tenían diez, y Violeta solo tenía ocho.
Un día la amistad de los chicos se demostró sin más, pues la mamá de Eduardo había estado muy enferma durante año y medio y simplemente una mañana ya no despertó, los niños estuvieron con su amigo todo el tiempo y como Eduardo era el más pobre de los cuatro, los tres comenzaron a recolectar dinero para ayudar a pagar el funeral de la mamá de su amigo y al final fueron los padres de Alejandro y Violeta, quienes en nombre de sus hijos pagaron los funerales, pues vieron en verdad la amistad y el cariño que le tenían a su amigo Eduardo.
Así pasaron los años y los niños fueron creciendo, pasaron la secundaria y la preparatoria juntos, pues habían decidido estudiar en la misma preparatoria, los tres chicos de dieciséis años se habían convertido en jóvenes, guapos y divertidos y Violeta en una adorable adolescente que despuntaba para ser una belleza sin igual.
Una de esas tardes en que se reunían en el parque se pusieron a platicar.
-Bueno ya entramos a la preparatoria amigos y que vamos a estudiar, hay que pensar que carrera van a elegir, yo quiero ser doctor, pero quiero ser un buen doctor, no uno cualquiera.- dijo David
-Pues yo quiero ser Ingeniero, uno de los mejores y que mi padre este orgulloso de mi.- dijo Alejandro
-Pues como yo apenas voy a terminar mi segundo año en la secundaria, aún tengo tiempo para pensar que me gustaría estudiar en el futuro.- Dijo Violeta
-Pues yo quiero pintar, quiero ser un pintor famoso por lo que quiero ir a la academia de arte.- dijo Eduardo a quien le gustaba mucho dibujar.
Así siguieron pasando loa años, la vida siguió y con esta llegaron alegrías y sinsabores. Uno de ellos la muerte de la madre de David, que murió de cáncer cuando él estaba por cumplir diecinueve años y acababa de terminar la preparatoria, esto reforzó su decisión de estudiar medicina y ser un buen doctor; por lo que se inscribió en la facultad de medicina de la Universidad Nacional Autónoma de México mejor conocida como UNAM.
Dos años después su padre Don Alfonso Ramírez conoció a una buena mujer, toda una dama que en cuanto vio a David lo quiso mucho y él a ella, por lo que el muchacho era feliz y más al ver a su padre contento.
Mientras tanto Alejandro al que de cariño llamaban Alex estudiaba en la UNAM en la facultad de Ingeniería, motivo por el cual los dos amigos se iban juntos a la universidad.
Por ese entonces Eduardo las pasaba negras, pues su padre lo golpeaba cada vez que llegaba borracho que sucedía todos los días y no pudo entrar a la escuela de arte pues su padre se negó diciendo
-Esas cosas son para maricones y mi hijo no es una señorita.- tras lo cual volvió a golpearlo; pero Eduardo no dejaba de dibujar y de ser un joven alegre y sano, con sueños de ser un pintor reconocido.
En cuanto a Violeta, ella se metió a estudiar cocina y repostería apenas salió de la preparatoria, pues como ella dijo
-No soy buena estudiante, pero me gusta cocinar y tengo un buen sazón, así que a la cocina voy.
Cuando Alex estaba por terminar su carrera en la universidad sus padres murieron en un accidente automovilístico, por lo que el juro que a su hermana no le faltaría nada, los amigos siempre apoyándose unos a otros no los dejaron solos en ese trago amargo; Eduardo siempre estaba al lado de Violeta y siguieron pasando los años uy cada uno siguió su camino sin dejar de verse casi todos los días para conversar de sus cosas.