Capítulo 2
Afuera ha caído la noche y ya no hay rastro de los débiles rayos de sol. El viento parece haberse calmado y un aire bastante navideño ha caído sobre nuestras cabezas, no puedo creer que pronto será Navidad. Sonrío al imaginar los regalos bajo el gran árbol de la sala, la comida que huele tan bien y los buenos momentos pasados en familia que siempre llevaré conmigo.
Finalmente, decido cambiarme los pantalones por unos estilo inglés. Paso mis manos por mis muslos tratando de no escuchar la vocecita en mi cabeza que me recuerda lo grandes que son en comparación con otras chicas. Cubro mi estómago con mis antebrazos y meto mi vientre hacia adentro. Nunca he sido delgada y hermosa como las chicas que aparecen en las portadas de las portadas de los periódicos famosos. Siempre he tenido caderas más anchas y senos demasiado voluminosos.
Con el tiempo he aprendido a valorarme pero, a veces, me torturo mirándome al espejo y haciendo una lista de mis defectos. Hay muchos, pero al final son los que hacen especiales a las personas. O al menos eso es lo que dicen. Rápidamente me puse dos pares de botas, viéndome obligado a abandonar mis calcetines cómodos, cálidos y familiares. Me sobresalto al sentir el frío de mis zapatos y tiemblo, encogiéndome de hombros. Aseguro los dos mechones rojos con dos pinzas para el cabello y me maquillo solo un poco, para tapar las ojeras provocadas por un día de estudio.
—¡Betty ! — Escucho a mi madre llamarme fuerte desde abajo pero decido ignorarla, tengo que responder a un mensaje de Jack que, en estos momentos, es más importante que su frívola paranoia. Ya me la imagino preguntándose si el mantel cuelga más de un lado que del otro a pesar de estar perfectamente centrado. A veces le importa tanto el juicio de los demás, creo que creó toda su personalidad basándose en lo que la gente podría pensar de ella si se mostrara tal como es realmente. Por suerte a mi padre no le importan los demás, piensa en lo que es mejor para nosotros y no en lo que pasa por la cabeza de las personas. Si todos tuviéramos que regular nuestra existencia en función de los pensamientos de los demás, seríamos aburridos y aburridos. Ciertamente no puedo evitar admitir que al principio me preocupa lo que los extraños puedan decir de mí, pero al final siempre ahuyento esos pensamientos y vuelvo a ser indiferente a pesar de que la multitud no sabe acerca de los muros que se elevan poderosamente a mi alrededor. mi corazón.
"No te diviertas mucho esta noche sin mí".
Sonrío y escribo rápidamente en el teclado.
“Me enteré que Dean también estará allí, definitivamente me divertiré mucho”
Me responde con una carita sonriente y tiro el teléfono debajo de las sábanas para bajar corriendo las escaleras.
—¡Elizabeth ! — mi madre está impaciente, está tan ansiosa que yo también empiezo a sentir el ambiente agobiante y asfixiante — llevo tres horas gritando como loca — resopla al verme bajar las escaleras, con cuidado de no caerme toda la rampa aunque, tal vez, creo que una pierna rota es la única alternativa que tengo para escapar esta tarde