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Embarazada por error del CEO

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C. K. Smith
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Sinopsis

—Jéssica Alemán, ¿aceptas casarte con Cristopher Graham, para amarlo en la salud o en la enfermedad, en la riqueza o en la pobreza, hasta que la muerte los separe?—Acepto.—Cristopher Graham, aceptas...—Ya terminé esto, ella será mi esposa.Juraron amor hasta la muerte, pero sin saber de quién, ya que un año después y estando embarazada, ese matrimonio llegó a su final, tras la llegada de alguien más.Un acuerdo de divorcio fue el regalo de aniversario para Jéssica, ésta sin dudarlo decide irse de ese sitio, dejando todo atrás, pero días después se daría cuenta que está embarazada.¿Que sucederá con ella y su hijo?¿Buscará venganza por la traición de Cristopher?

BDSMUna noche de pasiónSEXOProhibidoTriángulo amoroso

Divorcio

Tras 1 año de matrimonio Cristopher Graham por fin vuelve a encontrarse con Damaris López, el amor de su infancia, con quién había prometido casarse.

En la noche de su primer aniversario, Jessica Alemán, tenía preparada una maravillosa cena, dónde esperaba que su esposo regresará de trabajar, pero llegada las 10 de la noche, el seguía sin aparecer.

Aunque en raras ocasiones le había llamado a su teléfono personal, siempre se comunicaba con él por medio de su asistente personal, pero considerando la hora, pensó que ya no estaría con su esposo.

Tomó su celular y marco el número, tras un primer intento sin éxito, decidió no insistir, conocía su carácter y si volvía a insistir se molestaría mucho.

30 minutos más tarde, un vehículo se detiene a las afueras de la Villa dónde se mudo cuando recién se casó.

Ella salió ansiosa a recibir a su amado, considerando que debió haber tenido un día tan agotador, debía de cumplir su deber como esposa y atenderlo.

Durante el año de matrimonio, el nunca la ha tocado, pero si es un esposo proveedor, aunque raras veces se han visto en público juntos.

Al abrir la puerta del auto, quien sale es el asistente personal de Cristopher, se acerca a Jessica y le entrega un documento.

—Señorita Jessica, el señor Graham solicita que firme estos documentos.

Jéssica seguía sin saber que estaba sucediendo observó el título del documento. “Divorcio". Esas palabras dejaron en shock a Jessica.

—El señor Graham está siendo muy generoso con usted, le dejará esta villa y mensualmente recibirá en su tarjeta una suma considerable para que pueda vivir cómodamente. Lo único que pide el señor Graham es que no lo busque nuevamente y no puede volver a casarse o tener otra pareja.

Jéssica seguía revisando los documentos, el documento estaba muy bien redactado, pero ella no estaba de acuerdo en esas condiciones.

—¿Puedo saber porque el señor Graham decide divorciarse repentinamente?

—El señor Graham le hace recordar que su matrimonio solo surgió por la solicitud del difunto señor Graham, sin embargo, al no tener algo en común, decide dar por finalizada esta relación.

—Puede notificarle al señor Graham que no estoy de acuerdo en sus condiciones, no necesito de sus migajas, ni mucho menos estaré de acuerdo a que condicione mi futuro.

Ella tomó el documento, tachó las clausulas dónde él le entregaba la villa y la mensualidad, además de las clausulas especiales, y añadió una simple línea. "Renunció a cualquier privilegio y me abstengo de cualquier solicitud" Procediendo a firmar el acta.

Se retiró el anillo de casada y se lo entregó al asistente de Cristopher.

—Puede entregarle esto al señor Graham, creo que ya no lo necesitaré más.

Francisco García, el asistente personal, miró el documento y se sorprendió de como ella podía renunciar a una manutención de 5 millones de dólares anuales, además de una propiedad valorada en más de 200 millones de dólares.

Francisco se retiró de la Villa, ya que había conseguido la firma del documento, quizás su jefe estaría contento de que ella se quedará sin nada.

Cuando Francisco se retiró de la Villa, Jessica envío un mensaje. No hubo respuesta alguna, pero 10 minutos después un helicóptero estaba descendiendo en el jardín trasero, destruyendo un hermoso jardín de tulipanes que ella construyó con mucho esfuerzo.

Del helicóptero descendió un señor de edad, se acercó a Jessica y con mucho respeto la saludó.

—Señorita Jessica, su padre estará muy feliz de que usted vuelva.

—No te he llamado para eso, quiero que me lleves al hotel, ahí me quedaré está noche.

—Pero sabe que no es necesario que vaya al hotel, si en la mansión usted tiene un lugar más acogedor.

—James, no le daré gusto a mi padre, así que llévame al hotel o me voy caminando.

James Brown, siendo el sirviente más antiguo en la familia Alemán y la persona de mayor confianza, se le fue concebido la tarea de cuidar de Jessica, sin embargo, tras su casamiento su padre decidió dejarla sola, pero con la instrucción de ayudarla en cuanto ella pidiera ayuda y se saliera de esa casa.

James sabía que su jefe estaría contento de que su hija al fin salió de ese sitio, pero le preocupaba de que ella no quisiera volver a la mansión por miedo.

—Señorita, su padre no estará molesto de que usted vuelva, él...

—Si sigues insistiendo haré que te trasladen a la sucursal de Arabia.

James, temiendo que ella le tomará enojo, decidió mantener distancia.

El hotel al cuál se dirigieron fue al Hotel Alemán, siendo uno de los más de 100 hoteles de la cadena, todos perteneciente a la familia Alemán.

Jéssica fue recibida en el helipuerto por el personal del hotel, dónde la guiaron hacia una de las habitaciones exclusivas del hotel, disponible únicamente para la familia.

Después de despachar a su personal, ella se dió un tiempo de relajación en la bañera, comenzando a llorar por el año que perdió siendo la esposa de Cristopher, se alejó de todos para ser la esposa perfecta, pero únicamente recibió rechazo.

Decidida en buscar como olvidarse de ese hombre, bajó al bar del hotel, comenzó a tomar y luego fue directa a la pista de baile, nadie sabia quien era ella, le gustaba pasar desapercibida, llevar el apellido Graham representó una gran presión.

Tras varias horas de baile y alcohol, ella había perdido todo rumbo, se dirigió hacia el ascensor, pero choco con alguien más y su tarjeta de acceso terminó en el piso. El otro sujeto la recogió y entregó.

Jéssica subió al ascensor y deslizó su tarjeta de acceso, el ascensor cerró su puerta y en pocos segundos llegó a su destino.

Un trabajador la vió llegar, sin poder reconocerla, únicamente vio el número de la habitación en la tarjeta, la llevó a su habitación y luego se retiró.

Jéssica no estaba del todo consciente de lo que sucedía, solamente retiró toda su ropa, dejando su elegante y sensual lencería, quedando dormida en la cama.

Dos horas después, un sujeto salió de la misma habitación, guiado por una segunda persona, quien esperó en la puerta de la habitación.

Con un chasquido dos personas más se acercaron a él y lo llevaron escoltado.