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Capítulo 6

Consuelo

Estaba terminando mi maleta con las cosas para ir a este hotel de campo, cuando Felipe tocó la bocina en la puerta de la casa.

Consuelo - Vamos mamá.

Elaine - ¡Juzga y diviértete!

Así que nos fuimos para allá, estaba cerca de la ciudad y ese encuentro con André en la tienda me había conmovido demasiado y no podía ocultar la cara de preocupación.

Felipe - ¿Qué pasó, mi hermosa, te parece lejano?

Consuelo - Lo siento, solo que todavía estoy triste por dejar mi trabajo... a pesar de todo me gustaba mi trabajo y mis compañeros.

Felipe - ¡Pronto podrás conseguir otro y mucho mejor!

Entramos en un camino de tierra.

Felipe - Mira, parece que por fin hemos llegado.

Era un hotel muy lindo, ya había algunas personas que estaban llegando igual que nosotros.

Felipe aparcó y fue directo a recepción para mostrarle al recepcionista nuestras invitaciones.

Ellen - Bienvenida, tu habitación es la 21... aquí está la llave y puedes llamarme por teléfono si necesitas algo. Allí y antes de que se me olvide, pidieron a los invitados que bajaran a las 11:30 porque tendrán un almuerzo especial seguido de un cóctel.

Miré a Felipe y sonreímos, apenas entramos en la habitación me besó. Era muy elegante por dentro, decoración de madera hecha con gran gusto y refinamiento.

Lentamente me acostó en la cama.

Felipe - Eres lo mejor que me ha pasado en muchos años.

Consuelo - Y necesito tanto de tu cariño y de tus cuidados, perdóname por parecerte a veces distante.

Después de besarnos y besarnos en la cama, desempacamos y pusimos nuestra ropa en un armario.

...

Fabiana y André llegaron en auto unos minutos después.

Fabiana - Espero que no tengan muchos mosquitos, odio las granjas.

André - Tenías la opción de quedarte en casa, ya que querías venir por lo menos para no quejarte todo el tiempo. ¡Estoy aquí para darles a mis empleados un poco de diversión y no las rabietas!

Molesta Fabiana se bajó del auto mientras tomaba una de las maletas. Se quedaron en la habitación contigua a Felipe y Consuelo, a la hora acordada se dirigieron todos al lobby del hotel de la finca.

André - Bienvenidos todos, mi amigo y empleados. Que sea un feliz fin de semana para todos nosotros... Quería promocionar este día tan especial para agradecer los buenos resultados que hemos tenido todos estos años.

Llega Consuelo, hermosa y de la mano de Felipe.

Tan pronto como vi a André y Fabiana, casi me desmayo... mis piernas temblaban y estaba sin aliento.

Consuelo - ¿Podemos irnos ahora?

Felipe - Vete, ¿qué quieres decir? ¿pero por qué?

André perdió el habla cuando me vio, Fabiana tampoco ocultó su disgusto.

Felipe - André, mi primo favorito!

Felipe me tomó de la mano y abrazó a André, quería morirme por todos los hombres del mundo, solo estaba saliendo con su prima.

André

Sentí que me ardía el corazón, Consuelo de la mano de Felipe... Fabiana me miró como si yo tuviera alguna responsabilidad en ese encuentro. No era posible que además de perder a la mujer que tanto amo, lo fuera por un familiar y me obligara a verlos juntos todo el tiempo.

Felipe me dio un abrazo de bienvenida, no pude corresponder...pero no pude mostrar celos frente a mis empleados.

André- ¿Cómo estás?

Felipe - Genial, Fabiana es muy hermosa y veo que pronto aumentarán la familia.

Fabiana - Sí, ya tengo seis meses de embarazo.

Consuelo

Fabiana me miró de arriba abajo, si pudiera me mataría allí con sus propias manos.

Felipe - Esta es Consuelo, mi novia.

Fabiana - Ya la conocemos bien y es hija de mi hermana Elaine.

Felipe - Entonces tenemos una gran coincidencia familiar.

André - Consuelo, ¿cómo estás?

Consuelo – Bueno, ¿nos sentamos un rato, Felipe? Es solo que estoy un poco cansada.

Tenía que quitarme del camino de esos dos o me volvería loco, miré a mi alrededor, pero nada me sacaría de esa pesadilla.

Felipe - Llevaré a la princesa a una mesa, luego hablaremos.

André - Correcto.

Felipe y Consuelo salieron tomados de la mano y se sentaron en una mesa un poco más alejada, claramente bajo la mirada de Fabiana y André.

Fabiana - Felipe es joven, fuerte, sin duda debe dar mucho de lo que a ella le gusta.

André - No empieces, por Dios deja de destilar tu veneno. (Dijo casi en un susurro por temor a que alguno de los empleados se diera cuenta).

Fabiana - Te estás consumiendo de celos por ella , no puedes fingir. Solo imagina a la persona que amas teniendo sexo con alguien de tu familia... duele, ¿no?

André - ¡Voy a hacer lo que vine a hacer y tratar de portarme bien o te saco de aquí, aunque sea a lomos de un caballo!

André, todavía molesto, tomó una copa de vino de un camarero que pasaba con una bandeja.

André - Quiero proponer un brindis por nuestro fin de semana, hazlo agradable... ¡empecemos a divertirnos!

Consuelo

Miedo era la palabra que rondaba en mi mente todo el tiempo, no quería ni pensar en lo que pasaría ese fin de semana, si algo salía fuera de horario y se decían algunas verdades.

Felipe almorzó, porque aunque traté de disimularlo, no pude tragar nada de ese festín.

De lejos, André y yo intercambiábamos miradas incisivas y Fabiana tampoco dejaba de soltar su odio a cada segundo.

Consuelo - ¿Podemos ir a nuestra habitación ahora?

Felipe - ¿Por qué insistes tanto en encerrarte? Estamos aquí para disfrutar y disfrutar del lugar... Tengo una idea mucho mejor, vamos a la habitación y te pones ese hermoso bikini.

Consuelo - Está bien, entonces vamos.

Solo quería salir de allí y diría cualquier cosa para conseguirlo.

Entramos en la habitación y Felipe insistió hasta que me vestí y me fui a la piscina, nos sentamos bajo una sombrilla viendo unas parejas divirtiéndose y unos niños corriendo tras una pelota.

Felipe - Te ves deliciosa en ese bikini, dame uno de esos besos que solo tú conoces... ¡para que estos chicos vean que eres solo mía!

Sonreí y nos besamos.

André

Los vi dirigirse hacia la piscina, Fabiana no se apartó de mi lado por nada. Por supuesto, saber que Consuelo estaba aquí la convertía en mi sombra de tiempo completo... a duras penas la dejé duchándose dentro de la habitación y apenas me acerqué vi a Consuelo y Felipe besándose junto a la piscina.

Estaba más sexy y hermosa que nunca en un diminuto bikini, quería matar a Felipe ya todos los demás, que como yo… querían ser él en ese momento. Amar a esta chica me estaba haciendo pagar muy caro todos los pecados de esta vida y tal vez de otros.

...

Fabiana notó la ausencia de su esposo en la habitación, se duchó y se cambió de ropa para ir tras él, hasta que lo encontró sentado con una de las empleadas bajo una sombrilla, cerca de Consuelo y Felipe como ya había previsto.

El ambiente era pesado, culpa entre cada mirada.

El fuerte deseo de Consuelo y André de estar juntos y a pesar de las líneas torcidas del comienzo de su relación.

Fabiana - Algo me dijo que te encontraría aquí, ¡no me equivoqué!

André - Entonces siéntate y toma un poco de sol, es muy blanco.

Colocó la silla más cerca de él y se sentó lentamente, su estómago ya le molestaba por su tamaño y peso.

Fabiana - Mira, amor, nuestro hijo se muda.

Tomó su mano y la colocó sobre su vientre, Consuelo lo vio y lo interpretó como una escena de amor entre ellos.

André - Sí, es verdad.

Trató de no mirarlo más a él ni a dónde estaban, le dolía demasiado saber que fruto de esa relación iba a venir a celebrar la reconciliación.

Felipe - Dijeron que luego tendremos una cena con música en vivo y buena comida campesina.

Consuelo - A mi me gusta mucho y a ti?

Felipe - Me gusta todo lo que te gusta.

Consuelo

Nos besamos, traté de olvidarme de todo y disfrutarlo con él. Vi que Fabiana volvió a llevar a André al interior del Hotel, seguramente descansarían para cenar en unas horas.

Consuelo - Está oscureciendo, creo que será mejor que entremos.

Felipe - Sí, vamos.

Entramos a la habitación, me quité el bikini mojado debajo de la ducha sintiendo el agua tibia correr por todo mi cuerpo.

Felipe invadió el palco agarrándome por detrás y olfateándome el cuello...

Felipe - ¿Te ayudo a enjabonarte?

Tomó el jabón y lo frotó en mis senos.

Consuelo - Perdóname, pero no estoy de humor para eso. Lo siento mucho... Creo que es solo el cansancio de correrse.

Estaba emocionado, ansioso por entrar en acción... pero yo no quería.

Felipe - Está bien, espero que después de esta noche de sueño... vuelvas tu ánimo y ganas de disfrutar de este hermoso lugar para que podamos hacer mucho el amor.

Después de arreglarnos fuimos a esa cena, el ambiente no era diferente al de antes.

Bailamos un poco con la música en vivo, comimos y volvimos a nuestra habitación. Sabía que estaba siendo una compañía aburrida para Felipe, pero no puedo cambiar lo que siento a pesar de quererlo tanto.

No pude dormir nada, a las 03:00 me puse una bata sobre mi camisón y me levanté yendo al frente del Hotel.

Hacía frío y crucé los brazos para mantener el calor...

André - Ven conmigo ahora.

André me sorprendió y me sacó, terminamos en el monte y yo estaba recostado contra un árbol.

Consuelo - ¡Por favor déjame ir!

André - Ni hablar, no puedo creer que le des todo el amor que me diste en esos días que estuvimos juntos. Que lo bese... que le haga el amor...

Mientras André hablaba apretaba su cuerpo contra el mío, estábamos pegados y nuestras bocas casi unidas.

Consuelo - Olvídate de todo lo que has pasado, vas a tener a tu bebé... y Felipe es un buen tipo.

André no me dejó decir nada más, me devoraba a besos. Me levantó por la cintura e hicimos el amor apoyados en ese árbol.

Quería gritar de tanto placer, con él siempre fue diferente...loco, profano y divino a la vez.

André - Solo contigo puedo dar todo lo que tengo de hombre, me dejas como un animal. ¡No me burlo de ella como lo hago contigo! mmm

Tuve múltiples orgasmos, nos estábamos besando y no había tiempo para palabras ya que nuestros cuerpos necesitaban completarse. Gimió con fuerza, eyaculando dentro de mí mientras apretaba mi pecho, me bajó y finalmente nos apartamos.

Iba a volver a entrar, pero me abrazó por detrás.

André - Tú que el sexo no es lo único que buscamos el uno en el otro, me amas como yo te amo.

Consuelo - Te equivocas, me das placer y no puedo negarlo... pero nuestra aventura se alargó demasiado. Hay cosas que no nos dijimos...

André - ¡Pues dilo! Empieza diciéndome por qué no me viste el día que acordamos?

Consuelo - Fabiana y yo tenemos una cuenta mucho más grande que compartirte, viene del pasado y de mi madre!

André- ¿Qué quieres decir?

Consuelo - Esa maldita niña se acostó con mi padre hace años, lo hizo salir de la casa, abandonándonos a mi madre ya mí.

André - ¿Cuándo pasó eso?

Consuelo – Hace 8 años yo era una niña, pero me acuerdo bien...

Me di la vuelta, sabiendo que sería un duro golpe.

Consuelo - Por eso me hice amiga, mi madre la perdonó mucho , pero yo no. Cuando ella tuvo el accidente vi una buena oportunidad de venganza.

André - ¿Me usaste?

Consuelo - Sí, ¿entiendes por qué no podemos continuar en esta historia? ¡Nos hemos lastimado a nosotros mismos y también hemos lastimado a otras personas!

André - Realmente soy un imbécil total, ¿cómo podría creer en el amor de alguien como tú?

Consuelo - Perdóname por eso... perdóname, por favor.

André se fue y por primera vez vi a un hombre llorar por mí, quise correr y decirle que había caído en mi propia trampa...porque lo amo y creo que lo amé desde el primer segundo, pero Fabiana estaba esperando un hijo de él y eso cambió todo.

Había terminado nuestra relación, aunque por dentro me alegraba saber de él que me amaba. No era una alegría mezquina proveniente de la venganza, sino de una mujer que es correspondida, regresé a la habitación, pisando levemente... Me di una ducha caliente recordando sus besos y caricias. Ahora tendría que alimentarme solo de ese recuerdo para siempre.

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