capitulo 2
2
Mi alarma suena lo que me indica que son las cinco de la mañana me levanto a toda prisa odia llegar tarde me doy una ducha lavo mi cabello lo envuelvo en una toalla y mi cuerpo también deje la ropa del viaje lista ya que mi armario está vacío jeans negros una camiseta roja mis converse ne-gras y una cazadora negra seco mi cabello con el secador tengo risos naturales, Victorio siempre me decía que parecía una cría de león por mi cabello. Me miro al espejo y está todo bien tome mi bolso a Tobías y baje.
mis padres están en la sala esperándome mi madre es una hermosa rubia de ojos verdes y mi padre es de piel color aceituna de hecho sus padres uno de ellos mi abuelo para ser exacta es afro descendiente y se casó con mi a abuela que es igual que mi madre rubia y salió mi padre no tan blanco ni tan oscuro y yo herede su color de piel, soy pequeña 1.60 mido exactamente con ojos café oscuros nada fitness para ser sincera de hecho tengo los muslos algo grandes y un trasero algo llamativo y digamos que mi barriga no colabora con mi situación pero bien arreglada creo que quedo un po-co mejor no soy algo tan especial y cuando lo digo lo digo enserio no como en los libros que he leído en donde la pro-tagonista dice que no es nada fuera de lo normal y termina siendo una adonis de la belleza en mi caso es cierto y creo que todos los genes buenos le tocaron a mi hermano castaño alto de ojos café dorado y muy musculoso creo que mis padres se esforzaron más en hacerlo a él que cuando me hicieron a mi
– ¿Eva estas lista? –
– Si papa ya tengo todo listo –
– Bien cariño, llámanos si necesitas algo no importa la hora –
Dijo mi madre abrazándome
– Está bien mama, estaré bien –
Dije fingiendo mi sonrisa… no estaré bien de hecho nada estará bien
– Llámanos en cuanto aterrices y estés con Victorio –
– Lo hare – Dije abrazando a mi padre – Diviértanse en Grecia –
– Lo haremos – hablaron los dos al mismo tiempo
– Bien… pues adiós – dije nuevamente.
Odio las despedidas siempre quiero llorar y casi nunca en-tiendo la razón del porque quiero llorar, para buena suerte el taxi llega a tiempo antes de que haga mi acto de llanto. Mis padres me acompañan a fuera y mi padre sube las cosas al taxi doy un último abrazo y me subo al auto abrazo a Tobías con fuerza y el taxi se echa a andar mi pequeña cuidad pa-saba por el vidrio del taxi he pasado toda mi vida aquí pero las personas dicen que lo cambios son buenos yo nunca le he visto lo bueno a los cambios pero puede que ahora lo vea.
Al llegar al aeropuerto esta Margarita y David su hermano gemelo
– Hola –
Dice dándome un abrazo mientras David ayuda a bajar mi equipaje
– Hola – la saludo con desgano
– Ya las cosas están listas, Eva solo faltas tú –
– Ha… si David gracias, yo también estoy lista –
La espera no se hizo larga, cosa que aborrecí. Porque aquí estoy nuevamente despidiéndome solo que con Margarita si puedo llorar tranquila
– Adiós y por favor promete que llamaras siempre –
– Lo hare Margarita, eres la única persona a quien conozco –
Es cierto solo ella y la señora Porter, nadie más, no trato con nadie más. No he visto a mi hermano en tres años.
Victorio y yo somos hermanos por parte de mama, mi madre se casó con mi padre tres años después de que el padre de Victorio muriera en un accidente, Victorio tenía cuatro años cuando mi madre se casó con mi padre, y luego dos años después cuando Victorio cumplió cinco llegue yo. Linda historia ¿no?
En realidad, no sé cómo está ahora, pero agradezco que me reciba. Él es una de las pocas personas que me entiende y que me poyo cuando dije que estudiaría botánica estaba entre literatura inglesa o botánica, y al final me decidí por botánica. A mis padres casi les da un infarto cuando les dije, mi madre es agente de bienes raíces la mejor de Massa-chusetts y mi padre es oftalmólogo uno de los mejores, tra-bajo para una de las mejores clínicas de Seattle. Pero cuan-do conoció a mi madre y ella quedo embarazada de mí se mudaron a Concord, trabaja en el hospital local y da clases en la universidad donde estudie.
Mi hermano estudio medicina y luego hizo su especializa-ción en nutrición, pero como siempre tiene que aparecer alguien que rompa el molde a través de la historia y para los Stone fui yo. No me gusta la medicina, odio los hospitales, las medicinas e incluso estar enferma. no me gusta nada de eso, si un simple ataque de ansiedad me frustra a mí, no me imagino tener que ayudar a otros para que no se sientan igual… así que la Botánica fue mi más rotunda e incambia-ble decisión, puede que no haya muchos campos de trabajo pero empezar dando clases no esta tan mal.
Me gradué exactamente hace tres semanas, Victorio no pu-do venir porque tenía una conferencia muy importante, pero se excusó enviándome flores y un hermoso brazalete con un lirio de esmeralda, es muy hermoso. Además de una tarjeta expresando sus disculpas. Es obvio que no usare esa cosa, es muy extravagante al menos para mi gusto, pero lo traje conmigo y ponérmelo aunque sea una vez y no se sienta mal por haber gastado ese dinero en algo que no será usado
Victorio pago todos los gastos de mi viaje así que viajo en primera clase. No me gusta para nada el lado de la ventana aunque las nubes son hermosas cuando veo todo tan peque-ño la ansiedad se apodera de mí. Así que pongo los audífo-nos y dejándome llevar por la música así transcurre mi vue-lo, música y algo de sueño pero rápido para mi mayor suerte
El capitán nos informa que ya vamos aterrizar así que me coloco el cinturón de seguridad muy bien y espero el des-censo del avión, que también fue rápido. Al llegar al aero-puerto no veo a Victorio por ninguna parte y ya llevo aquí más de veinte minutos, ya el vaivén de las personas me está desesperando al igual que el gran bullicio. Así que me aferro a mi bolso con fuerza y pego más a mí a Tobías, bajo la ca-beza y cierro los ojos pidiendo no entrar en desesperación hasta que una voz gruesa me saca de la pequeña burbuja de protección que había creado para mí, llevándome nueva-mente a entrar en pánico