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Mientras conducida la imagen de Iván y esa tipa no salían de mi mente.
-Amiga debes dejar de conducir así- comento Antonella bajándose rápidamente de mi motora
-Qué va, así es como me gusta- dije riendo
Juntas entramos al bar que estaba repleto de gente.
Tuvimos que esperar unos 5 minutos para que los demás llegaran.
Comenzamos tomando un trago que quizás sea el único que me tome en toda la noche ya que debía regresarme en la motora.
Todos nos encontrábamos bailando y definitivamente sentía que me había ganado la lotería con mis compañeros de trabajo, pero me daba miedo de que se enteraran de la realidad.
Quizás cuando sepan que soy una Koskotchi es posible que su trato hacía mi cambie.
-Bueno chicos los dejos ya que no puedo llegar tarde mañana y estoy muerta- dije sincera
-Te vemos mañana preciosa- dijo Ezequiel
-Tonto- dije riendo
-Llévame a casa- dijo una Antonella borracha
- ¿Dónde vives? - pregunte mientras caminábamos a la motora
-En un lugar por allá- dijo totalmente borracha
-Dios Antonella- dije mientras la subía en la motora
Me costo lograr que mantuviera sus manos en mi cintura.
No sabía donde realmente ella vivía así que tocaría llevarla a mi apartamento.
Cuando llegamos la lleve hasta mi piso.
La acosté en la habitación que tenía preparada para huéspedes. Por mi parte me duché y me acosté a dormir después de poner una alarma temprano.
=A la mañana siguiente=
Me había levantado en mi habitación de adolescente en donde esta llena de fotos de famosos.
Me bañe y me coloque unas de las ropa que había dejado en esta casa.
-Buenos días- dije sentándome en la mesa a desayunar
-Buenos días princesa- dijo mi padre
-Papi saldré al centro comercial debo hacer unas compras- dije sin mirarlo
-Isaac te acompañara- comento como siempre
Para mi padre soy todavía una bebé y mi hermano siempre me acompaña para donde sea
-Vale- dije al ver la cara de mi sufrimiento de mi hermano
-Tranquilo tonto te llevare en mi auto- comente riendo
Cuando terminamos de desayunar nos fuimos juntos.
-Sabes me parece un poco asqueroso que en el trabajo piensen que somos novios- dije riendo mientras conducía
-Por eso estoy perdiendo a mi ganado- comento el riendo
-No seas estúpido- dije riendo
Cuando llegamos al centro comercial mi hermano sabía que pasaríamos horas en este lugar.
-Cuéntame ¿Qué te pasa con ese chef? - pregunto mi hermano
- ¿Quién? – pregunte haciéndome la tonta
-Quien más Helen Koskotchi con Marrinson- comentó mi hermano fuerte
-Nada- dije mientras miraba ropa
- ¿Hubo sexo ya entre ustedes? - pregunto el incrédulo
-Si lo sabes para que preguntas- dije sonrojada
-Por DIOS Helen es tu jefe- comento preocupado
-Isaac no sabía que era mi jefe cuando nos acostamos además estaba borracha- dije en mi defensa
-Debes contarme todo- comento
-Estas loco si crees que te contare de mi vida sexual- dije riendo mientras me alejaba de él.
Toda la maldita hora en el centro comercial mi hermano me seguía preguntando de Iván.
-Por el amor a Dios deja de preguntarme- dije caminando por el lugar
En un segundo entrelacé nuestras manos ya que vi a Iván junto a la tipeja de la otra noche.
-Nunca te había visto así por un hombre- dijo mi hermano mientras caminábamos hasta Iván
-Hola Marrinson- dijo Isaac saludándolo
-Koskotchi- respondió el devolviéndole el saludo
- ¿Qué hace por acá? - pregunto mi hermano recibiendo un apretón de mi parte
- Nada comprando y ahora que vamos a comer algo- comento sonriendo
Que bella sonrisa- pensé
-Comamos todos juntos entonces- menciono el imbécil de mi hermano
-Te caíste al nacer- susurre mientras buscábamos mesa
-Te estoy ayudando querida- dijo el imbécil
Una vez conseguimos una mesa ambos hombres se fueron a comprar comida.
Con la tipeja esa no hable nada.
No quería dirigirle la palabra así que me entretuve en mi celular hasta que llego el inepto de mi hermano regreso con la comida
-Aquí esta tu comida hermosa- dijo mi hermano mientras me colocaba un sushi en frente de mi
-Sabes no- dije mirándolo
-Traje tus pastillas- dijo el sacándola de su bolsillo
- ¿Eres alérgica a los marisco? - pregunto Iván
-Si, esta tonta ama los mariscos, pero ella debe tomarse siempre su pastilla sino se me muere- hablo mi hermano dándome mi pastilla
-Gracias- dije sonriéndole
Era bien masoquista ya que amo el sushi, pero puedo morir con solo comerlo
Mientras comíamos nadie hablaba.
Iván ni me miraba así que eso me fastidiaba un poco.
No puede ser posible que la única que sienta esto sea yo- pensé enojada
-Vámonos creo que ya me basto de marisco- dije sincera
- ¿Te sientes mal? - pregunto el inepto preocupado
-Creo que tengo que ir al medico por la inyección ya que se me acabaron- confesé
-Idiota por que no me lo dijiste antes- dijo mi hermano tomándome de mi brazo un poco preocupado y enojado
-Hey no le hables así- comento Iván poniéndose de pie
-No eres nadie para decirle como hablarle- comento Isaac tomando mis bolsas para salir rápidamente del centro comercial
Podía sentir como toda mi garganta comenzaba a picar
-Conduce rápido- dije respirando con más dificultad
El conducía lo más rápido que podía mientras hacia llamadas.
-No te duermas Helen, no ahora- comento preocupado
-Hago mi mejor intento- comenté suave
Isaac conducía como loco, pero en minutos llegamos a un hospital.
El se estacionó en urgencia y me cargo al interior ya de ahí no supe más ya que todo como siempre se puso negro
Al despertar como siempre que me pasaba me encontraba en una habitación privada con mil inyecciones en mi cuerpo.