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¡Ahhhhh! Quiero vacaciones, que fastidio.
El calor en Miami es horrible, estamos a mediados de julio y es sofocante.
Después de desayunar, llamar a mi familia y ducharme, me visto y voy a trabajar.
Aunque quiero perderme y dar una buena excusa.
Me miré en el espejo y finalmente me di un pulgar hacia arriba. Sí, no importa. Por lo que llevo puesto, no parezco un asistente, pero el alto salario del Sr. Orville y lo que mi papá me da todos los días es suficiente para vestirme bien. Aunque no soy un artículo de lujo, tengo que reconocer que la ropa es muy importante para mí, y son cosas que me gustan sin importar si son caras o no. Subí al jeep y caminé hacia la empresa. Ahora si llego un poco tarde.
— Ariana — Mi nombre es Rossana Sharon, y el recepcionista — Sr. Felipe Kamesh te está esperando en su oficina.
Mierda, ¿qué me perdí? Ahora tengo que encontrarme con mi maldito jefe a primera hora de la mañana. Pienso en él probablemente todo el día. Llamé a la puerta y unos minutos después escuché su voz gruesa.
Al entrar, no podía creer la clase de Adonis que tenía enfrente de mi.
¿Como podía ser posible tanta belleza? Su traje, su cabello despeinado, sus gruesos labios.
— Señorita Piper, interesante apellido. Mi papá me ha comentado de varios viajes de delegaciones que el debía de hacer y por su retiro no pudo, me gustaría que me pasara el itinerario de todos los lugares, cuantos días y con quienes serán las reuniones.Nos vemos en 20 minutos.
Yo solo asentí y me fui. ¿Es ahora el jefe gruñón y mandón? Espero que esto no se convierta en un infierno. Con el Sr. Orville, todo es tranquilo, a veces llega tarde, a veces puede tomarse un día libre y tengo la sensación de que me voy a quedar sin aliento con este nuevo jefe. Me encargué de arreglar todo según mi plan con el jefe anterior, ordenando diferentes ciudades y países, proveedores y días. Lo bueno es que viajará con el Sr. Orville y podrá visitar todos los lugares, lo malo es que no sucederá con este nuevo jefe.
— Señor Felipe Kamesh, aquí está todo. Fechas, ciudades y países, proveedores, estadías y eventos a los cuales debe de asistir. – Revisó todo y pidió que me sentara.
— Le pido que se quede porque no estoy al nuevo de esto. – Soltó secamente – ¿Cuando debía de salir mi papá y cuál es el primer destino?
— Sr. Felipe Kamesh, aquí está todo. Fechas, ciudad y país, proveedores, alojamiento y actividades a las que debes asistir. – Revisó todo y me pidió que me sentara. — El Sr. Orville tuvo que salir a España un máximo de 3 días, un máximo de 4 días dentro de un mes porque allí no había actividad. Luego están Alemania, Portugal, Bélgica, Londres y Francia.
— ¿En cuál de las que mencionó hay algún evento como para quedarse cuatro días o más?
— Nada más en Alemania y Londres.
— ¿Cuales faltan? – Pregunto sin siquiera mirarme.
— Luego de Europa, se continúa con Londres , Brasil, República Dominicana y Colombia. Solo tiene eventos en República Dominica y Colombia.
— Perfecto, señorita Piper. Necesito que le pase el itinerario al piloto del Jet Privado, reserve y pague estadías, envíe correos a los proveedores de que las reuniones si se harán.
Salí un poco obstinada de La Oficina de mi jefe, claramente hoy no había amanecido de humor pero para nada y yo no lo aguantaría. Tenía bastante trabajo que hacer, joderrrrrr. La madre que lo parió. Extraño a mi antiguo jefe, con el la vida era más relajada, más tranquila. ¡Agghhhh!
Felipe Kamesh
Me encargue de buscar el archivo que la empresa guarda de todos sus empleados y no fue fácil encontrar el de Ariana. Pero quería saber un poco más de ella. Algo tenía esa chica que llamaba mi atención.
— Origen ruso... 22 años, entro a Estados Unidos el mismo año que comenzó a trabajar en la empresa. Bingo... ¡Vive sola! – Dije para mí mismo – Habla 5 idiomas, estudiante de Mercadeo. Mmm, mejor no pudo haber salido la rusa.
Abrí con cuidado la puerta que conecta mi oficina con la de ella y estaba sentada tranquilamente hablando por teléfono y tecleando en la computadora. Debía de admitir que tiene un cuerpo escultural. Y tenía muy buen gusto referente a como se viste, su cabello y todo eso. Aún habían cosas que no conozco de la rusa, pero provoca tenerla en mi cama justo ahora.
— Señorita Piper. ¿Ya almorzó? – Se sobresalto al escuchar mi voz.
— No, señor Orville. No he terminado el trabajo pendiente.
— Tranquila. Déjelo así y termina cuando volvamos, iremos a almorzar.
Mi respuesta la tomo por sorpresa y eso era justo lo que yo quería. Veamos si en este almuerzo logró saber tanto de la rusa como me gustaría. Note que salió por otro lado y no junto a mi.
¿No va a almorzar conmigo? Tomó el otro ascensor y no el mismo que yo. Al llegar a la recepción del primer piso, estaba ahí parada.
— ¿Que fue eso? ¿Por que salió antes que yo y por otro ascensor?
— Señor, he accedido a almorzar con usted porque es mi jefe y porque creo que lo merezco por tanto trabajo. Pero no por eso quiere decir que saldré de la empresa junto a usted para que comiencen los chismes y todos se imaginen que el nuevo jefe es mi amante o algo parecido.
¡Menudo carácter tiene la rusa! Esto si que no sería fácil, nada fácil. Estaba más que claro que ella no aceptaría salir o estar conmigo tan fácilmente. Pero a la final yo solo busco un buen polvo, nada de romanticismo, ni cuentos de hadas, ni flores ni chocolates. Y espero ella no sea de las chicas que buscan todo eso.
Ariana
Me daba risa el ver cómo mi jefecito creía que podía jugar conmigo. Pero debía de entenderlo, lleva solo dos días conociéndome. Realmente ni se imagina como soy yo. Su cara luego de mi contesta fue épica. Un muy lindo Audi se estacionó enfrente de nosotros y el como caballero abrió mi puerta. Guaaaao. Seis puntos para el jefe, es caballero. Ni el ni yo decíamos algo. Todo el camino fue en total silencio. Al rato, llegamos a un restaurant lujoso de comida Italiana. Al menos el chico acertó con una de mis comidas favoritas. Nos sentamos y enseguida, el se encargó de pedir las entradas, platos fuertes y la bebida. Que controlador.
— ¿Puedo saber más de ti? – Pregunto mirándome fijamente.
— ¿Como que le gustaría saber de mi, señor Orville?
— Porque te viniste a Estados Unidos, si tienes familia, tu nombre completo... Quisiera conocer mejor a mi asistente.
— Me vine por problemas familiares, y si, si tengo familia. Ariana Anastasia Piper Cristopher. ¿Algo más? – Alce la ceja.
— Menudo carácter tienes. – Rió.
— Soy Rusa. ¿Tú que crees? – Reí yo también.
A medida que hablábamos, el también me contaba una que otra cosita de el. De tres hermanos, el fue el único en interesarse por la empresa. Su mamá es alemana, tiene 28 años y no está casado ni tiene hijos.