Capítulo 7: no te escapes
A la mañana siguiente me sentía extrañamente cómodo, sentía una calidez indescriptible que no era capaz de expresar con palabras cuan gratificante era, además sentía como el capitán deslizaba suavemente sus dedos por mi pierna, la cual inconscientemente posicioné sobre su cuerpo tras mantenerme abrazado a él.
Estábamos realmente muy apegados y con cierta dulzura en su tono de voz me nombraba tras darse cuenta de que abría lentamente mis ojos con cierto cansancio acompañado, pero no pude controlar la sonrisa que se formó en mis labios cuando levanté mi mirada apreciando sus bellos ojos de aquel extraño tono grisáceo.
Él me dio los buenos días acompañando sus palabras con un gentil beso que me mantenía embobado, no deseaba despegarme de su cuerpo, de hecho, quería besarlo y eso era justamente lo que hicimos acompañando nuestras acciones con leves caricias.
–¿Cómo te sientes? –me preguntó una vez cortó el beso.
Sentía mi cuerpo un poco adolorido, algo que no me extrañaba sentir luego de todas aquellas veces que lo hicimos durante la noche, dejándome muchísimas marcas en el proceso de descontrol que nos mantenía a los dos en un estado de locura.
Me sentía insaciable, quería experimentar todo lo que fuese posible, por ello le pedía continuar cada vez que tomábamos pequeños descansos, aunque ahora obviamente mi cuerpo se mantiene cansado.
–Estoy bien– respondí dedicándole una sonrisa, queriendo atrapar sus labios otra vez para mantenerlo cerca de mi cuerpo.
¿Lo conseguí? Por supuesto, era temprano, podíamos oír ruidos provenientes del exterior anunciando que la gente de los mercados abría sus puestos, por ello, no deseaba que se alejara y con ayuda de mis labios lo mantenía cerca de mí.
No sé cuánto tiempo pasamos de ese modo, pero fue el suficiente como para calentar nuestros cuerpos y obligarlo a intentar escapar, puesto a que no deseaba lastimarme, casi como si él supiera que mi cuerpo dolía en aquella zona que tanto acarició durante la noche.
Yo no quería dejarlo ir, quería hacerlo una última vez, por ello me subí sobre su cuerpo mientras observaba como sus ojos no podían dejar de recorrerme. Él deseaba controlarse, pero sus deseos le jugaban en contra y terminamos haciéndolo como tanto deseaba.
Cuando lo introdujo me dolió un poco, pero me gusta saber que yo tengo el control, son mis caderas las que deben moverse para dejar que se roce en mi interior, algo que me permitía hacerlo con calma mientras nos besábamos lujuriosamente.
Nuestras acciones eran dulces, me gustaban muchísimo, ya que él me sonreía haciéndome sentir seguro entre sus brazos, aunque una vez el fuego se disipó, ambos nos quedamos acariciando al otro sin malicia mientras nos mirábamos como dos enamorados.
Era extraño, me gusta la forma en la que sus ojos me observan mientras en el proceso desliza sus dedos por mi espalda sin buscar nada malicioso, sólo me acaricia mientras mis dedos hacen círculos en su pecho.
–Hoy regresaremos al barco, aunque es muy temprano para ti, descansa un poco y luego te acercas al muelle, seguramente allí estaré –me decía con total confianza.
–¿Me dejará solo? –pregunté e inmediatamente asintió.
–Sí, no quieres escapar ¿o sí? –preguntó, consiguiendo que soltara una risita por el tono de desconfianza que se mezclaba con preocupación.
–No…–susurré acercándome a sus labios, ahora mismo lo que menos deseaba era escaparme.
–Muy bien…–susurró con una sonrisa– si lo haces, me aseguraré de encontrarte…–agregó, haciéndome sonreír.
Quiero conocer más sobre él, incluso deseo conocer su hogar, por ello no tengo interés en escapar ahora que he probado su intensa capacidad para generarme placer, además me gusta mucho como me hace sentir.
Cómo él tenía cosas qué hacer, se alejó de mi cuerpo dejándome recostado sobre la cama, donde no deseaba moverme, quería dormir un poco más y mientras él se daba un baño yo me mantenía boca abajo abrazando la almohada que él había utilizado.
Una vez estuvo listo para marcharse, depositó un beso en mi cabeza diciéndome un “no te escapes” y respondí en un susurro medio dormido con un “lo prometo”