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El CEO es una IA

34.0K · Completado
Gi Dominguez
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Sinopsis

Camila, sufre un accidente con su novio Felipe; él muere. Ella quiere seguir adelante con su vida. Termina la universidad, comienza a trabajar en una importante empresa. Sin esperar, volver a ver a Felipe. Aunque no es la misma persona, sino una IA. Él no la conoce. Ella, no sabe que hacer. ¿Quién es en verdad, el CEO?

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—Ya casi llegamos —comentó Camila, mientras miraba con los ojos verdosos, llenos de felicidad y anhelo la ruta.

Habían ido por la vía más rápida, ambos querían llegar lo más pronto posible, con objetivos de estudiar y tener un rato a solas.

Vivían con sus padres, por separado. Aunque se habían casado esa misma mañana, y aún no encontraban el momento para decirle sobre su escape matrimonial.

—Esposa mía, guarda las ansias, estaremos juntos desde aquí para siempre —dijo con una voz cálida Felipe.

Habían estado juntos desde que eran unos pequeños adolescentes, y ese amor no había hecho más que crecer. Ahora oficialmente casados, habían cerrado esa etapa, y finalmente estában más enamorados que nunca.

Ella sonrió y dijo en tono burlón:

—Pero... Tenemos que hablar con nuestros padres y creo... que nos van a echar.

—Amor... No exageres. Ellos saben que estamos juntos desde hace muchos años, no van a poner ningún tipo de objeción ¡Ya vas a ver..! —comentó dándole ánimos y ella miró divertida a su costado.

—Tienes razón, pero en parte... tengo miedo. No sé que no sé ni qué nos pasó como para casarnos de golpe. Me sorprende, nuestra decisión porque yo... Ya no soportaba amarte a distancia. Quiero vivir contigo.

—Tienes razón, quiero vivir contigo Levantarme en las mañanas y verte a ti.

—Cariño, sabes que ronco ¿Estás muy segura de lo que has hecho? —dijo divertido y ella se rió.

—Siempre voy a estar más que de acuerdo. Es la decisión y más cuerda que he hecho en toda mi vida —bociferó, él la tomó de la mano mientras ponía otro cambio, y el vehículo se aceleraba de golpe.

Sin embargo no previeron algo: venía un camión o dos metros de distancia Felipe, frunció las cejas, al ver como el mismo se cruzaba de golpe hacia su dirección. A pesar de que movió el volante en una maniobra para esquivarlo, no fue suficiente. El acoplado, se desvió a su lado, y el auto quedó debajo del mismo.