Capítulo 5: El dios patrono
Como el escándalo de Francisco causó un gran revuelo en Internet, el grupo Pastor celebró una conferencia de prensa para aclarar el asunto.
En la conferencia de prensa, Francisco admitió frente a los periodistas que era él quien salía en las fotos. En cuanto a la chica, dijo que no era una chica de discoteca, sino su prometida. Aprovechó la ocasión para anunciar oficialmente que se casarían en fechas cercanas.
Tan pronto como su relación se hizo pública, inmediatamente causó revuelo en Internet.
Clara vio todo eso en silencio, pero había muchas emociones entremezclados en su interior.
En el pasado, ese hombre le prometió que anunciaría a todo el mundo que quería que sea su esposa. Sin embargo, no había pasado mucho tiempo para que se lo dijera a otra mujer.
Clara cerró el video de noticias de la computadora, hizo oídos sordos a los rumores de fuera y automáticamente bloqueó en su mente todo lo relacionado con Francisco.
Lo que no esperaba era que Francisco no se olvidó de “tomar represalias” contra ella mientras aclaraba su escándalo.
Poco después de que la conferencia de prensa del Grupo Pastor terminara, Clara sintió que sus colegas de oficina la miraban de manera extraña. Había una ambiente de desprecio y burla.
Cuando Clara estaba perpleja, escuchó a algunas colegas decir, -Ya me parecía raro que mi Adonis sea ese tipo de persona, resulta que aquella mujer es su prometida.-
-Tienes razón, y la persona que publicó la noticia es demasiado sinvergüenza, ¿no crees?-
-Cierto. Dicen que ese alguien quiere quitarle el prometido a su hermana, por eso deliberadamente ha publicado eso para acabar con su imagen.-
-Qué descarada por querer seducir a su cuñado, y encima pretende ser alguien inocente, qué asco me da.-
Cuando estos hablaban, apuntaban su miraba hacia Clara.
Por muy tonta que fuera Clara, se había dado cuenta de lo que pasó.
Entonces se acordó de las últimas palabras que Francisco le dijo al mediodía, -¡Clara, juro que te arrepentirás!-
¡No esperaba que su venganza fuera a llegar tan rápido al lugar donde trabaja!
Clara estaba tan furiosa que todo su cuerpo estaba temblando. En realidad ella no hizo nada, pero Francisco y Cecilia hacían hasta lo imposible por calumniarla.
”¿Hasta qué punto querían llegar a joderla?”
-Malditas Ignorantes, ¿qué tonterías están diciendo si no saben nada?- Al ver que Clara tenía mala cara, Alejandra señaló airadamente a esas compañeras para regañarlas.
-A ver, los chismes salen por algo. Si Clara realmente no hizo tal cosa, ¿cómo es que salió aquel rumor?-
-Sí, ¿Cómo es que saldría? Además, el señor Francisco tiene aspecto de ser alguien fiel a una relación. En mi opinión, seguramente ha sido Clara quien publicó la noticia porque está resentida de haber sido rechazada.-
-Verdad. Pero qué mujer más malévola, me da pena Cecilia por tener a una hermana así.-
Los rumores realmente pueden ser aterradores.
Normalmente había mucha competencia laboral en la oficina. Y Clara siempre había sido la que mejor se desempeñaba en su trabajo, por eso algunos colegas le tenían rencor. Ahora, por fin habían encontrado una oportunidad para atacarla, así que lo aprovecharon a tope.
Sus palabras eran como flechas llenas de veneno que atravesaban su piel, hirientes y destructivas.
-Cállense la boca, que si no, les daré una lección.-
Alejandra era una impulsiva, no soportaba que insultaran de esa manera a su amiga, así que se remangó las mangas con la intención de darles una buena paliza.
-Alejandra, ¿qué crees que estás haciendo?-
Esas mujeres tampoco eran fáciles de tratar. Al ver que Alejandra se les acercaba, inmediatamente se juntaron para hacerle frente.
Alejandra no tenía miedo a nada, -Les voy a enseñar a comportarse como personas decentes.-
Dicho eso, ella parecía ser como un tren descarrilado que no tenía frenos, que de repente chocó contra el muro de mujeres que tenía al frente, dando inicio a una candente pelea.
Clara se sorprendió al ver lo que acontecía, por lo que inmediatamente fue a tirar de Alejandra, ella no podía permitir que el asunto se le fuera de las manos.
En el caos, alguien empujó a Clara, ésta perdió el equilibrio, por lo que su rostro iba a caer sobre la esquina de la mesa.
-¡Clara!- Alejandra exclamó, haciendo que todos los presentes se asustaran.
Clara, cuando estaba a punto de caer, de repente apareció una sombra oscura que la sujetó para llevarla hacia su brazo.
El hombre abrazó la cintura de Clara con una mano y con la otra protegió su cabeza. Tal postura lo hacía parecer como un ser protector, como si fuese un ángel guardián que ha nacido para protegerla.
Hubo un silencio sepulcral en la oficina.
Aquel hombre apareció tan repentinamente que todo el mundo se quedó estupefacto por un tiempo, incluyendo a Clara.
Ella se había preparado para la caída, pero no esperaba que al final cayera en un cálido brazo.
En sus brazos, podía escuchar claramente los fuertes latidos del corazón del hombre. Un olor de colonia llegó a su olfato, le sonaba de algo, era suave y fresco.
Clara se calmó para mirar al hombre recién llegado.
Un rostro guapo estaba ante sus ojos. La figura esbelta del hombre se mostraba como si fuera un árbol de Jade que estaba contra el viento, emanando un área de gran poder. Su delicado rostro era tan perfecto como si hubiera sido tallado por los mismos dioses; su mirada era indiferente, pero hacía juego con sus oscuros y deslumbrantes ojos; sus labios eran delgados y sensuales, listos para ser devorados.
Su aparición fue como una gran tormenta que arrasó con todo a su paso, dejando con la boca abierta a los presentes. Él realmente era alguien destacado y radiante.
¡Aquella persona era Antonio Díaz!
-Usted...-
Clara lo miró sorprendida, con los ojos abiertos de par en par.
Los espectadores también dieron un grito de sorpresa.
-Es... ¿es el presidente de Grupo Nevada, Antonio Díaz?
-¿Estoy viendo alucinaciones? ¿Cómo podría aparecer alguien tan importante como Antonio por aquí?-
-¡No es una alucinación! ¡Realmente es él!-
-Miren, está abrazando a Clara...-
Los comentarios estallaron en la oficina. Todos los que reconocieron la identidad de Antonio parecían muy emocionados. Hasta las chicas que estaban peleándose con Alejandra le prestaron atención.
¡Antonio era un gran personaje! Tenía controlado a más del 70% de la industria del entretenimiento y todos los artistas de su compañía habían logrado éxito.
El Grupo Nevada era una de las imágenes importantes de la industria del entretenimiento. Todos los años había un sinfín de gente que quería firmar con esta empresa.
Para la gente normal, Antonio era alguien incomparable e inalcanzable, pero aun así había innumerables mujeres que soñaban con casarse con él.
Si Francisco era el ídolo de las señoritas de la Ciudad Paz, entonces Antonio era el ángel inalcanzable de todas estas.
Él era alguien cauteloso, discreto y lleno de misterio, lo que hacía volver locas a toda mujer que pensara en él.
La gente no esperaba que Antonio apareciera en un lugar como las oficinas del Grupo Santa. Encima, sostuvo a Clara en el momento crucial.
Al ver a Clara protegida en los brazos de Antonio, la envidia y el recelo repentinamente empezó a brotar en los demás