Capitulo 2. Estoy Contigo
—Jefa
—No me digas jefa cuando estamos solos Teo
—Bueno Elora
Elora se dio media vuelta y abrazo a Teo, este como de costumbre la abrazo dándole unos dulces movimientos en la espalda para tranquilizarla —No llores, sino se burlaran de ti –le dijo mientras sentía como esta temblaba en sus brazos
—No puedo perdonarla Teo, no puedo –dijo ella con una voz tan suave, era como si fuera otra mujer que nadie conocía a excepción de Teo
—Elo, te conozco desde antes de abrir el corporativo, dime cuando vas a perdonar a tu madre, ya va siendo hora que dejes todo en el pasado.
Ella se alejó de su abrazo y se abrazó asimismo y le dijo en un tonó hosco —Jamás podre perdonar a la mujer que mato a mi propio padre, aunque ella lo siga negando, las pruebas no lo pueden negar Teo y tú lo sabes
Suspirando Teo la abrazo por detrás mientras esta se dejaba mimar por su mejor amigo, mientras la abrazaba ella sintió como un grueso y duro objeto se estancaba en medio de su nalga —Teo –le llamó ella
—Sí –dijo un pícaro hombre
—Pervertido –dijo ella entre risas
—Vamos Elo, es imposible que mi pequeño amiguito no despierte al sentir ese enorme trasero
—Jajaja pequeño, no me vengas con esa que eso de pequeño no tiene nada, vamos suéltame que después no me haré responsable de eso
Teo la soltó y se acomodó el miembro furo y erecto provocado por el cuerpo de su mejor amiga y colega Elora —Elo, tu madre me dijo que pasado mañana debes viajar con ella a Italia
—Sí, ahí tenemos una nueva misión que nos encargó el primer ministro de defensa Italiano, dice que hay una empresa llamada Corporativo Ghost Blue, que se encarga de preparar armas bioquímicas.
—Estas segura de eso
—Sí, tengo el informe en la oficina, ahora vayamos con el equipo a comer y mañana discutiremos todo con el equipo, tenemos que volver a la oficinas madres a tener una coartada
—Dale hablare con Jean para que prepare todo en la agencia para nuestra partida.
—Perfecto segundo capitán te lo agradezco
—Vamos pequeña demonio, estoy contigo ¿No? Eso hacemos los amigos
Con eso el famoso equipo conocido por muchos en el mundo, tanto en el bajo como en el alto, se disponía a ir a comer una rica cena por haber cumplido otra misión de forma satisfactoria.
Gael llegó a su imperio y solo al entrar vio el caos que su abuela Lucia había realizado
—Jefe –dijo respetuosamente Teresa
—Teresa infórmame
—Señor su abuela despidió a las dos secretarias de presidencia, a la recepcionista y a las 3 asistentes
—Sigue
—Además me ha dejado un total de 10 mujeres para que sean entrevistadas por usted –con eso Teresa le entrego a su jefe 10 carpetas con la información de las mujeres escogidas por la abuela de Gael
Los dos caminaron al ascensor y mientras subían Gael había tomado las carpetas y seguía tecleando unas cosas en su teléfono celular, al terminar alzo la mirada y le dijo:
—Bien Teresa, informa a las mujeres despedidas que serán transferidas a la sucursal del Sur con mi abuelo, yo me encargare de la entrevista de estas mujeres personalmente.
—Gracias señor –suspiró aliviada Teresa.
—Teresa, cuando se vuelva repetir esto por favor dile a Bruce que saque a mi abuela del Corporativo
—Pero señor
—Sin peros, mi abuela ya está advertida por mi abuelo, en el futuro no puede venir aquí.
—Si señor
Con eso Teresa se desvío directo hacia su oficina mientras que Gael se dirigió a la suya, era una oficina poco cálida, de colores negro, blanco y gris, alguno que otro artefacto en rojo, pero de calidez era muy pobre, colocó su saco en el perchero y se sentó a verificar las carpetas de las mujeres que escogió su abuela, mientras seguía mirando la información iba justo en la quinta carpeta cuando la puerta se abrió sin más, cosa que hizo que el rostro tranquilo de Gael se frunciera con enojo
—Espero que sea algo muy importante para que entres sin tocar en mi oficina –dijo descontento esto a la mujer al frente de él
—Cariño me cortaste la llamada y estaba preocupada, te he estado llamando y no me has querido responder –dijo Liliana Garret la prometida de Gael
Gael se apretó el puente de la nariz tratando de minimizar la gran molestia que sentía hacia ella —Vete Liliana, hoy no quiero verte, estaré esta noche en tu casa como lo acordado, ahora vete por favor –le advirtió en un tono lleno de molestia
—Pero cariño –se acercó a Gael para abrazarlo pero este se levantó y la agarro por la muñeca con fuerza
—Eres estúpida o sorda, no entiendes que te he dicho que te vayas –justo cuando se disponía a arrastrarla ella se agarró a la mesa y por torpeza tiro todas las carpetas que este estaba leyendo al piso
—Gael lo siento –dijo ella algo apenada
Gael por su parte estaba furioso y llamó en un tono de voz grueso a Bruce —Te quiero ahora aquí
Bruce no demoro un segundo más y subió lo más rápido posible —Señor aquí estoy
—Sácala y tiene prohibido entrar a mi oficina sin mi autorización
—Si señor
Con eso la oficina que antes estaba bulliciosa se quedó en un total silencio, el cerró la puerta y se agacho para recoger las carpetas regadas, justo cuando iba a tomar una de ellas, estaba la foto de un chica de ojos azules muy brillantes y llamativos, en la fotografía esa mujer tenía una sonrisa tan mágica y simpática, él la tomo en sus manos y vio la información de la llamativa mujer
Leyéndola en alto empezó a recitarla: —28 años, soltera, jefa en sistema y comunicación informática, administradora de empresa junior y pro, habla 4 idiomas, ciudad natal Italia –vaya es interesante este perfil, dijo Gael mientras se volvía a sentar en su silla, pero en la hoja faltaba el nombre, no salía el nombre de ella —¿Quién se supone que eres bonita? –dijo Gael con los ojos incrustados en la foto de ella
Saco su teléfono personal y marco el número que se encontraba en la hoja de vida.
Estaba una muy agotada pero risueña jefa celebrando las victorias de la semana con su equipo, todos bebían alegremente entre risas, bromas y diversión, la bella jefa Elora era mala para beber pero siempre bebía con su equipo porque al final eran una gran familia.
—Vamos jefa brindemos por ti y porque siempre nos proteges los culos –gritó uno de sus subordinados
—Sí jefa eres la mejor de todas, cásate conmigo –gritaba otro a todo pulmón
Entre esos gritos y bromas vibro el teléfono personal de ella, se levantó un poco y contesto la llamada, pero la música electrónica era muy fuerte y no escuchaba nada
—Aló –dijo ella gritando, cosa que le molesto un poco a Gael, porque no la escuchaba bien —Espera déjame salir, me escuchas –volvió gritar ella, mientras salía de la sala con algo de desequilibrio por los tragos, ella se agarraba a la pared y se alejó lo suficiente para estar en una terraza abierta en plena noche brillante
—Hola, ¿Quién me llama? –dijo una voz suave y tierna con una tonalidad muy risueña
Gael se quedó callado porque no sabía cómo llamarla, o como comunicarse con ella, primera vez en su larga vida que una mujer le dejaba sin palabras, la voz de ella era melodiosa llena de alegría y vitalidad.
—Hola, sigue ahí –preguntó Elora
—Buenas tardes señorita –dijo Gael en un tono grueso y magnético haciendo que Elora se le erizara la piel con esa voz tan masculina
—Cariño te quedaste en el día, ya son las 2:40 de la madrugada, es imposible que sea tarde, ¿Quién eres? –preguntó ella con las cejas alzadas y con el cuerpo débil por el trago.