Capítulo 5 *QUIERO EL DIVORCIO*
Las puertas del ascensor se abrieron en nuestra planta, dejándome salir primero como buen caballero, me fui directamente a mi mesa saludando a Sara antes, mientras que Kevin entraba en su despacho, habían pasado diez minutos desde que llegué a la empresa, cuando me levanté de mi silla acercándome a la mesa donde estaba Sara.
— Me voy al bar para tomarme un café, mi padre tenía mucha prisa esta mañana — le dije
— Yo no podría empezar si no me tomo uno antes, es mi droga para espabilarme — contestó
Me bajé al bar cogiendo el ascensor, espere en la cola a que me tocara el turno mirándome Bryan mientras sonreía, cuando ya pude pedir mi café, vi a Kevin a mi lado.
— Hola señor Taylor, enseguida le preparó su café — le dijo Bryan
Una vez que nos sirvió el café, Bryan puso las manos encima de la barra mirándome
— Te espero a la salida, te invito a tomar algo por ahi — me dijo
— La señorita va a salir tarde, hoy tiene mucho trabajo — contestó Kevin dejando a mi amigo muy serio
Con los vasos de café en la mano, fuimos a coger el ascensor para subir a la planta
— No hacía falta que fueras tan grosero con él — le dije
— No me gusta que mi mujer vaya por ahí ligando con los empleados — contestó
— No soy tu mujer y puedo ligar con quien yo quiera — respondí saliendo del ascensor cuando llego a la planta
— Señorita Anderson a mi despacho — me dijo
— Enseguida voy cuando me tomé mi café señor Taylor — contesté mirándonos Sara
— ¿Te ha pasado algo con el jefe? — me escribió un correo Sara
— Es muy mandón, y yo no estoy de buen humor si no me tomo mi café por la mañana — le respondí en otro correo
Despues de tomarme el café, cogi algunos documentos que estaban por revisar, pero no había pasado ni media hora cuando el jefe me llamo, cogi mi libreta y el lápiz, toque a la puerta con los nudillos y cuando me dejo pasar entre viendo que estaba de pie delante de su mesa apoyado con las manos, entre y cuando iba a sentarme en el sillón, escuche como cerro con el pestillo la puerta, me gire encarando a él
— No te acerques a mi o grito — le dije
Se acercó a mi pegando su cuerpo a mi cuerpo, cogio mi nuca con su mano apretando sus boca con la mia, solte la libreta y el lapiz, enredando mis manos con su pelo, me tumbo boca arriba en su mesa, puso mis piernas encima de la mesa abiertas, me quito el tanga guardandoselo en el bolsillo de su pantalón poniendo despues su boca en mi sexo, lamiendo y mordiendo mi clitoris, mientras yo tapaba mi boca con mi mano para que no me escuchara Sara cuando tuve mi primer orgasmo.
— Me encanta beberme tu orgasmo Alice, me tienes loco — me dijo mientras se desabrochaba la cremallera de su pantalón
De una estocada profunda me hizo suya, cogiendo mis caderas para impulsarse, sintiendo como me recorría una corriente eléctrica por el cuerpo estallando en otro orgasmo, mientras él sacaba y metía su miembro una y otra vez cada vez más deprisa, hasta que puso su cara en mi vientre notando como palpitaba dentro de mi. Minutos después se separó un poco de mí, ayudándome a ponerme de pie, rodeando mi cuerpo con sus cálidos brazos.
— Esa puerta que ves hay, es un baño por si necesitas refrescarte o lavarte — me susurro en el oído
— Kevin no podemos seguir así — le dije, tapandome él la boca con su boca, en un apasionado beso
Entre en el baño para lavarme, ya que me estaba cayendo por las piernas nuestro fluido, cogi la toalla que había secandome bien y cuando salí del baño vi que la puerta estaba abierta y él estaba fuera de su despacho hablando con Sara, me quede mirandolo, preguntandome si nos había escuchado y sobre todo si Kevin me iba a devolver mi tanga. Salí del despacho sentándome en mi mesa mirándolos de vez en cuando de reojo, hasta que llegó un hombre que yo conocía muy bien, era el abogado de la empresa, kevin y él se saludaron entrando los dos en el despacho.
Dos horas después se abrió la puerta del despacho, saliendo el abogado y quedando Kevin en la puerta de pie mientras se pasaba la mano por su pelo mirándome muy serio.
— Señorita Anderson, por favor ¿puede venir a mi despacho? — preguntó como si estuviera enfadado
— Voy enseguida señor Taylor — contesté
Me levanté de la silla, miré a Sara que parecía divertirse al vernos a los dos, entré en el despacho viendo a mi jefe sentado en la silla detrás de su mesa.
— Como habrás visto ha venido el abogado de la empresa porque lo he llamado yo, Alice quiero que nos divorciemos, pero tenemos que estar los dos de acuerdo — me dijo
— Esto ya es de risa, me follas encima de tu mesa, no me dejas hablar con hombres, me prohibes salir porque según tú soy tu mujer y ahora me dices “””PERO ESTÁS LOCO”” — grité entrando Sara asustada al despacho
— No pasa nada Sara, todo está bien — le dijo Kevin marchándose ella del despacho
— Esta bien dime que quieres y te lo daré, pero por favor firmemos el divorcio — me dijo
— No quiero nada tuyo, simplemente que me dejes vivir mi vida y te firmare encantada el divorcio, hasta entonces Kevin, que te jodan — le dije saliendo muy orgullosa de su despacho.
Desde entonces Kevin trato de no entrometerse en mi vida, aunque algunas veces me hacía entrar en su despacho para hacerme el amor o me daba más trabajo cuando sabía que tenía alguna cita con Bryan, incluso algún día del fin de semana, mi amiga y yo nos teníamos que quedar en casa porque venía Dory y Kevin a pasar el día en mi casa. Los días iban pasando y cada vez me encontraba más cansada y con menos ganas de comer, a pesar de ser tan joven y que mi trabajo en la empresa de mi padre no era para estar con mucho estrés.