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Dos Vidas Para Amarte

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Mmm BlueMoon
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Sinopsis

Maritza es una joven sencilla y humilde que fue premiada con la oportunidad de estudiar Arte y Diseño en China. Luego de que su abuela falleciera decidió dejar todo y emprender este viaje. Con miedos y ambiciones llega a un mundo nuevo para ella. En su nueva vida universitaria conoce a Aaron un chico guapo, el mas codiciado por las chicas, después de un mal entendido entre ambos siempre busca excusas para besarla y hacerla enojar. Ambos no se llevan, sin embargo, todo cambia a medida que se conocen, pero el destino cambia cuando tienen un accidente y despiertan en otra época, rodeados de personas que no conocen y en un lugar que no reconcen. Allí Maritza es hija del clan Zhang, su nombre es Liling; era nieta de los Alfas principales y la prometida del hijo mayor del clan Wáng. Ambos clanes eran los más poderosos de aquellas regiones. Es así como se inicia una historia de traiciones, peligros, aventuras y de amor en donde ambos se ven envueltos. ¿Regresaran a su época actual? ¿Cómo cambiará sus vidas? ¿Estarán destinados a estar juntos?

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Nuestro primer encuentro

Ha pasado tanto tiempo, el poco recuerdo que tenia de mis padres se esfumó completamente. Ahora que era adulta vivía muy agradecida por todo lo que mis abuelos habían hecho por mí.

El tiempo era mi enemigo, tuve que enfermarme al dolor de perder a mi abuelo, sabia que al final me quedaría sola.

Solo había pasado un mes y mi abuela se deprimió, la ausencia de mi abuelo la llevó a enfermarse. Me sentía impotente al no poder hacer nada.

Lo inevitable sucedió, antes de que mi abuela falleciera me hablo de su familia en China, quería que viajara los encontrara. No creía en las coincidencias hasta que me llego la noticia de que había sido seleccionada para estudiar en el extranjero.

Cuando me dijeron que tendría que viajar a China entendí que ese era el camino que debía seguir.

Luego del funeral de mi abuela y de despedirme de todo los que conocía, inicie mi viaje.

Desde que llegué a este país, he tenido problemas, pero decidí que mi optimismo tenía que emerger, había pasado por muchas cosas y no podía rendirme. De ahora en adelante sería solo yo, en contra del mundo que me esperaba.

Cuando llegué a la entrada todo estos buenos pensamientos se esfumaron. Me sentí tan pequeña; la universidad era inmensa, estaba segura que me perdería y no llegaría a tiempo para mi clase.

Inicié mi caminata admirando todo y entre más observaba más me sentía confundida, habian tantos lugares inmensos. Terminé frustrada después de caminar y no encontrar mi facultad; siempre me pierdo en los lugares nuevos.

De pronto vi a un chico bajar de su auto y al instante sentí que me empujaban y eran varias chicas que salían de todos lados.

—¡Oigan que les pasa!

Grité molesta.

Todas rodeaban y tomaban fotografías al recién llegado.

Miré con enojo al chico mientras recogía mis cosas, noté que se dio cuenta; no me importó, tomé mis cosas y me fui de allí pensando en no querer volver a verlo.

Caminé un buen rato tratando de ubicarme, pero al final decidí que mejor preguntaría.

Vi a una chica que estaba sentada solay fui a preguntarle sobre mi facultad.

—Hola.

Ella volteó a mirar y me saludó de la misma manera.

—Podrías decirme ¿Cómo llegar a la facultad de Arte y Diseño? Por favor.

—Sí, claro. Eres nueva por aquí, verdad.

—¿Se nota?

—Cómo no notarlo.Has estado dando vueltas por todos lados; por poco y me mareo. Vamos te  acompañaré hasta tu facultad.

—Gracias, eres muy amable.

Era una chica más joven que yo, delgada, cabello negro, ojos marrones claros, era guapa, la verdad. Hablamos de todo un poco, se mostró amable y pude notar que era una buena persona.

Llegamos hasta un gran edificio y ella me señaló que ésta era mi facultad.

—Que barbaridad, olvidé presentarme. Soy Lina Liú.

—Soy Maritza Li, mucho gusto.

Le sonreí.

Hablamos un poco más e intercambiamos contactos y acordamos encontrarnos a la salida. Se ofreció ayudarme a conocer un poco el lugar para que no me perdiera de nuevo.

Después que nos despedimos,  por fin logré llegar al lugar de mi clase y cuando intenté abrir la puerta estaba cerrada.

 —¡Qué diablos!

Miré para todos lados e intenté ver por la ventana de vidrio de la puerta, estaba un poco alta así que la única manera de lograr ver algo era dando algunos saltos y parandome de puntillas.

Parecía no haber nadie  di un  salto más y fue cuando lo vi parado al otro lado de la puerta, observándome, tenía una mirada que te hacía sentir escalofríos de lo penetrante que era ; podrías perderte fácilmente en esos hermosos ojos.  Lo reconocí de inmediato, era aquel chico guapo del auto, al parecer tampoco le agradaba verme,sin embargo, tenía que entrar y dar mi clase así que volví a tocar la puerta,  pero nadie abría.

Se está vengando por haberlo mirado mal hace un rato; pensé. Seguí insistiendo hasta que escuché como la puerta se abrió.

Entré.

—Buenos días.

Le dije mientras me sentaba.

Él se levantó y yo pensé que se iría, pero solo puso el seguro a la puerta y volvió a sentarse.

—¿Oye, que estás haciendo?

—Tú interrumpiste mi paz.

 Me dijo enojado.

—Lo siento, no era mi intención , sólo vine a mi clase.

—¿Estás segura?

Me miró desafiante.

Me quede indecisa ante su pregunta, busqué mi horario y decía: Arte Antiguo 211A. Lo miré y él me señaló el número que había en la puerta.

Que tonta soy, me había equivocado de lugar; tomé mis cosas y abrí la puerta para irme. No quería estar cerca de alguien tan arrogante y grosero.

Abrí la puerta y en ese momento un par de chicas pasaron al frente, me miraron de muy mala manera, pero siguieron su camino sin dejar de mirar hacia donde yo estaba, al parecer hablaban de mí; no les tomé importancia y las ignoré. Di un paso para salir, pero de repente sentí que me tomaban de la cintura y me hacían entrar nuevamente.

Había sido él, que sin decir nada volvió a cerrar la puerta.

 Me sorprendió su actitud, lo miré enojada y le grité.

—¡Estás loco! ¿Qué te pasa? Déjame salir.

Volví hacia la puerta y me sujetó del brazo, me pego a su cuerpo. No lo esperaba, nuestras miradas se encontraron, el tiempo se detuvo por un instante, solo podía escuchar el sonido de mi corazón que estaba totalmente acelerado; en un movimiento inesperado tomó mi rostro y me besó en los labios.

Quedé paralizada, lo que inició como un beso apasionado, agresivo, pasó ha ser delicado; estaba tan impresionada, que en el momento no sabía qué hacer. Sentir sus labios, su respiración tan cerca de mí y él, al estar tan cerca, hacía que mi corazón se descontrolara totalmente.

Su perfume me envolvía, me embriagaba por completo, era un exquisito frenesí de sensaciones nuevas para mí.

De momento reaccioné e intenté desesperadamente alejarme, fue entonces cuando le clavé mis uñas en su cuello y apenas me soltó quise golpearlo, pero tomó mi mano y me dio un fuerte beso en el cuello y al instante le solté un fuerte rodillazo en donde sabía que le dolería y salí corriendo furiosa.

Llegue a mi clase y afortunadamente no había llegado el profesor. Al principio no podía concentrarme por lo enojada que estaba, aún así mi día fue más normal de lo que yo esperaba.

Aparte de encontrarme con aquel chico todo lo demás fue agradable; a pesar que recordar su beso todavía me afectaba.

Sonó mi celular y era un mensaje de Lina diciéndome que me esperaba en la entrada. Salí de allí y noté que al pasar, varias chicas me miraban y comentaban, las ignoré.

 Por fin llegué a donde estaba Lina, me esperaba con una gran sonrisa.

—Hola ¿Qué tal tu día?

Me preguntó.

 Empezamos a caminar hacia la entrada de la universidad mientras le contaba todo.

—¡Qué clase de idiota! ¿Cómo pudo aprovecharse de ti de esa manera? Yo en tu lugar también le hubiera golpeado. ¿Era guapo?

—¿Qué?

—Si fuera un chico guapo no me molestaría. Estaría feliz.

La miré y ambas reímos, ya estábamos en la entrada de la universidad cuando se detuvo.

—¿Qué sucede?

Pregunté.

—Mi hermano nos llevará. Mi auto le tocaba mantenimiento hoy.

—No es necesario, yo tomaré el autobús. Gracias por todo. Nos vemos mañana.

Me despedí.

Ya iba a cruzar cuando vi venir hacia nosotras aquel auto que ya conocía.

— Adiós me voy.

Dije de inmediato

—Espera, aquí viene mi hermano.

—¿Qué? ¿Él es tu hermano?