Cambios
Anna se despierta al día siguiente con un dolor fuerte en su pierna, se queja de dolor y sosteniéndose de la cama se puso de pie, pues Adriel no estaba a su lado y ella se asustó mucho. Solo piensa que Nelson pudo haber regresado a quitarle a su hijo, ella no pensaba claro, todo en su entorno carecía de nitidez y sentía miedo. Solo que al asomarse a la cocina, encontró a su amiga dándole de comer. —Háblame de ese apuesto y elegante caballero. ¿Peter?
Ella voltea en dirección hacia donde le señala Sol y ve sobre la mesa del comedor una compra para la despensa y una bolsa de la farmacia. Ella le responde de inmediato nota su asombro.
—Lo dejó Peter, me dijo que te atropelló, él dejó los medicamentos y una disculpa. También te dejó su tarjeta de presentación y quedo a tu disposición, en cualquier momento que lo necesites no es más que lo llames.
—Aunque no lo conozco, estoy muy agradecida con ese sujeto.
—Anna, ese hombre vino muy interesado en saber de ti amiga. Es un tipazo, y se ve que tiene dinero por el auto lujoso en el que ha venido.
—En este momento no quiero saber de nada por favor. Él solo quiere disculparse por lo que sucedió anoche.
Con la provisiones que ha traído Peter, ellas prepararon de comer y durante el desayuno quedaron de acuerdo para ir al pequeño lugar que habían comprado y que pronto sería el taller que tanto habían planeado. Con todas las cosas en el auto de Anna más todo lo que habían desmontado se trasladan a ese lugar.
—No recordaba que este lugar fuera tan espacioso y confortable, siento que lo adquiriste justo a tiempo.
—La primera vez que vimos este lugar nos encantó por los espacios
en la parte de arriba ya que frente a la oficina, hay un pequeño, apartamento, no es muy grande pero si hay más espacio que en la pequeña casa en donde vivo.
—¡Genial! —responde Anna muy contenta con lo que está escuchando, pues era algo que estaba necesitando en ese momento.
—Por eso te dije que podíamos venir con las cosas que tienes en tu auto y acomodarte en ese lugar, no te voy a dejar sola.
—¡Amiga tan bella! honras a tu nombre, eres un sol. ¡Qué me haría sin ti!
—Aunque estoy consciente que te duele y has estado llorando bastante. Me alegro mucho que haya acabado esa estúpida relación, lo único que él siempre hizo fue hacerte daño.
—Esto es sin retorno amiga. Anoche mientras estaba en el estacionamiento, esa mujer venía llegando a la casa. Vi a esa mujer, la que me habías enseñado en la foto ¿Pamela? Creo que era ella, en persona es más bonita. No soy ni su sombra, ahora entiendo porque se alejó de mí y dejó de amarme.
—No debes sentirte al menos, saca el dolor de tu corazón y luego coloca una meta. Esa mujer será el juguete de ese degenerado, o bueno otro de sus juguetes.
—Recuerdo que así fue que acabó nuestra relación. Él insistía que me colocara esos implantes en los glúteos y también agrandar mis senos, me negué e insistió, luego se olvidó de mi existencia, porque recogiendo los resultados para la cirugía me entregaron el resultado positivo de mi embarazo. Desde ahí él cambió y se volvió el hombre cruel y despiadado.
...Flashback...
—Señora Mandela en los análisis que se acaba de realizar para proceder a colocar sus implantes. Hemos repetido el estudio y todo indica que no será intervenida el día de hoy.
—¿Qué sucede doctor? ¿Tengo alguna enfermedad? Por favor responda, estoy muy asustada.
—Todo lo contrario señora Mandela ¡Muchas felicidades! Usted lleva dos meses de gestación equivalente a 8 semanas.
—Anna estaba muy feliz, se coloca de pie, se despide del doctor y con todos los documentos en mano va directo a la oficina de se esposo.
—¿Qué haces aquí Anna? Me dijiste que muy posible hoy te colocarían los implantes.
—¡Te traigo una muy buena noticia mi amor!
—La única buena noticia es cuando estés operada y lista para tu hombre, es lo único que quiero escuchar y tocar.
—¡Estoy embarazada! acabo de venir del hospital y el doctor me dijo que tengo 8 semanas de gestación. También me dijo que debo regresar en unas dos semanas y conoceremos el sexo de nuestro bebé ¡Estoy feliz! Con este bebé nuestro matrimonio se va a fortalecer aún mas.
—¡Maldita seas Ana! Con esto lo único que vas a tener, es ponerte gorda. Yo necesito una modelo de pasarela a mi lado, alguien que me represente como el hombre en el que me he convertido.
—Esto puede ser un regalo de Dios, más adelante, después que dé a luz. Te prometo que me haré una lipoescultura y me pondré todo lo que tú desees.
Él con mucha velocidad y afán sale de su silla y la sostiene por el cabello. —Si después que dé la luz a ese niño no te somete a una operación y complaces a tu hombre, te pediré el divorcio y jamás posaré la mirada en ti, ahora vete de mi oficina.
Él la empuja hacia la puerta. No le importó que van a tener un hijo y ella se marchó con lágrimas en sus ojos.
.........
—Recuerdo muy bien aquel día que en lugar de reaccionar feliz porque serías madre por primera vez, viniste llorando ¿Sabes por qué lo amas? Porque no conoces cuál es el amor verdadero. Ese hombre lo único que te dará es repulsión cuando llegue el momento correcto.
—Él fue el primer hombre en mi vida, mi primer esposo, el papá de mi hijo. Toda la vida yo he pensado que estaría feliz con un solo hombre y con él establecería mi vida. Yo no creo en él el divorcio y la separación.
—¿Y qué deseas hacer? Irte y dormir los tres en la misma cama ¡Perfecto! La familia feliz.
—Jamá, anoche dormí tranquila, después de cerrar los ojos no sentí mas preocupaciones. Tenía años que no dormía de esta manera.
—Voy a hacer tu terapeuta y psicoloca —jajaja —A partir de este momento no lo nombremos. Hace solo unas horas que sacaste un tu pie de esa casa y debes de estar segura que no vas a volver mencionarlo. —ella asiente.
Arreglan el pequeño apartamento, tenía incluido algunas cosas básicas que Anna con su pequeño iban a necesitar. Acomodaron las cosas que tenía en el auto y empezaba a dar la sensación de un hogar.
—Ese maldito no te dejó nada de ropa. Aquí todo lo que hay es del niño.
—Por suerte había sacado algunas prendas y la tenía en tu auto, como te comenté no me dejó sacar nada, bueno, de no ser por Adela tampoco recupero esta caja que es donde tengo la colección de la que te hablé.
—¿No te dejo entrar a tu taller?
—Me dijo que sólo me podia llevar las prendas que traía puesta, el carro y mis papeles importantes. Adela me salvó al entregarme estas cosas, aquí en estan los nuevos modelos creados en miniatura. También quería lanzar una línea para el cuidado de la piel de los más pequeños de la casa.
—Me alegro que hayas recuperado estas cosas importantes. De seguro se robaría tu idea.
—Yo espero no volver hacerle falta nunca mas.
Anna se acomodó en ese lugar y pasaron dos meses. Ella estaba nueva, decidió que cuando sintiera mucha presión y dolor iría al gimnasio y allá sacaría la energía negativa de su cuerpo. A sólo dos meses se había librado de algunos kilos de más y su hermoso cuerpo estaba presente, también se dedicó en cuerpo y alma a confeccionar toda una colección.
—Sol ¡ayuda he cometido un grave error!
—¿Qué sucede amiga? —ella corre exaltada hacia donde se encuentra Anna.
—Mira esto, en la página que he creado para darle publicidad he encontrado a alguien interesado en varias prendas.
—¡Eso es genial amiga! Tenemos nuestro primer cliente.
—No es tan fácil amiga. Esto es mucho trabajo y no podremos hacer todo solas.
—Buscamos dos asistentes más y si la tendremos lista ya lo verás.
—Ya no queda dinero, lo invertimos todo y justo ahora que hicieron el pedido.
—¿Estan las telas y accesorios para confeccionar el pedido?
—Solo faltaría el equipo. Nos gastamos todo haciendo que este lugar se viera decente.
—Yo tengo dos amigas que nos podrían ayudar.
—¿Cómo le vamos a pagar?
—Cuando nos depositen el dinero del pedido. Tú tranquila que vamos a salir adelante.
En ese momento suena el timbre y ellas reciben una flores hermosa comida para la despensa y cosas que podía necesitar el pequeño. —Al parecer Nelson por fin se acordó que tenía un hijo.
—¿Él como sabe que estamos aquí? Mira, hay un sobre dentro de los pañales.
—Es una nota.
—A ver léelo.
Nota: Sigo en deuda por la noche del accidente, espero estas cosas sean útiles para ti. Me gustaría tomar un café en tu compañía, dentro de la bolsa hay un celular nuevo, la noche del accidente el que traída quedó muy roto, ahí está registrado mi número solo envía un mensaje diciendo que sí y podemos salir a cenar está noche. ATT Peter Smith.
—El galán está interesado. —dice Sol con mirada pícara.
—No necesito estas cosas.
—Minimo le aceptas la cena.
—¿Lo crees prudente despues del divorcio?
—¡Eres libre! Es solo que no desees ir y agradecer su ayuda brindada.
—No lo sé, lo pensaré...
Ella arreglan las cosas que le enviaron y Anna observa el celular que le regalaron. La verdad estaba necesitando uno ya que se había roto el de ella. Este hombre desde el momento que la conoció ha estado interesado en ayudarla y ha permanecido siempre muy pendiente.