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Ajuste

5

Durante el fin de semana mi mente da vueltas, quiero creer que no me afecta la conversación con Jeanne Nizzari pero es todo lo contrario, pienso y revivo cada momento cada vez que puedo y termino por imaginarme situaciones que pudiesen haber pasado, suspiro sirviéndome una porción de cereal y veo las noticias en la televisión, allí está ella, dando una conferencia importante y refiriéndose a las cantidades enormes de dinero que donará a la construcción de un hospital, su imagen en la pantalla me descoloca y decido a pagarla finalmente. ¿En qué momento pasó que Jeanne Nizzari se apropiara de mi cabeza?

Pasó un día sin hacer absolutamente nada, cuando pienso mucho me gusta quedarme en cama y seguir con mis cavilaciones ¿Cómo podré mirar a Jeanne Nizzari como antes? Es claro que de ahora en adelante mis sentimientos han cambiado y la forma en que la veo también, el misterio que la rodea y sus constantes cambios de humor me dejan inquieta y lo único que quiero hacer es saber más y más de ella, vacío mi nevera la cual solo tenía una cerveza y vuelvo a mi cama con parsimonia, sé lo que debo hacer, olvidarme de esa mujer porque es claro que entre ella y yo nunca pasará nada, pero aún así sé que es todo lo contrario a lo que quiero hacer, quiero sentirla, de todas las formas posibles...

Tengo sueños húmedos en los que ella me hace suya, los ojos de Jeanne no me abandonan en ningún momento y sé que estoy jodidamente perdida, no tengo vuelta atrás a lo que sola me he metido, no hay salida. Al día siguiente me levanto para ir a la mansión, por primera vez escogo un conjunto de ropa que es más apegada a mi cuerpo de lo normal, suelto mi cabello que cae en ondas por mi espalda y decido ponerme una cantidad mínima de maquillaje que sin embargo hace notables cambios en mi rostro.

Viajo en autobús pendiente de la hora, cuento los segundos para llegar y ver a la dueña de mis pensamientos luego de dos días imaginándola una y otra vez, noto la mirada de diversos hombres sobre mi cuerpo cuando bajo del autobús y les enseño el dedo del medio en respuesta, un trozo de carne no soy. Camino hacia la mansión y me recibe el guardia, lo saludo y este solo asiente con su cabeza, él nunca habla más de lo necesario pero ahora noto como su mirada viaja por mi cuerpo y lo miro frunciendo el seño.

Paso a su lado dedicándole una mirada de hastío y por primera vez me arrepiento de haber cambiado mi estilo un tanto despreocupado y de camisas más grandes que yo, cómo no tengo tiempo para ir a casa y cambiarme entro a la mansión sin más y allí encuentro a Jeanne junto a un hombre que viste elegante. Paso en silencio hacia llegar a su posición y lo primero que hago es mirar a Jeanne, lleva su típico blazer de color blanco y un pantalón a conjunto, quizás me quedo mucho tiempo mirándole porque el hombre carraspea y noto como dos pares de ojos no dejan de mirarme, haciendo que me encoja.

-Ella es Emma, la niñera de Marie, Emma él es Omar- señala al hombre de cabello oscuro que me sonríe de oreja a oreja dandome una repasada.

-Un gusto Emma, Jeanne no me habías dicho que tú niñera era tan hermosa-me guiña un ojo mientras mis mejillas se tiñen de rojo y Jeanne lanza una mirada de furia al hombre.

-Discúlpanos Omar, debo darle algunas indicaciones a Emma- ¿Jeanne estaba molesta? ¿O me estaba haciendo ideas en mi cabeza? La sigo hasta el segundo piso y entramos a su oficina en total silencio, parece verdaderamente molesta y se cruza de brazos mientras sigue observándome detrás de su escritorio.

-Omar estará por casa durante esta semana y yo también, de todas formas necesito que cuides a Marie porque estaré enfocada en hacer otras cosas-dice mirándome de pies a cabeza una y otra vez, lo más extraño es que no me incomoda para nada que lo haga....

-Está bien señora Jeanne-digo esquivando su mirada insistente-iré por Marie si me disculpa-ella asiente y yo salgo de la habitación con mis manos sudando, en definitiva Jeanne Nizzari puede controlarme a su antojo y yo la dejaré indefinidamente...

Paso con Marie un día extraño, es raro ver a Jeanne todo el día en la mansión pero luego de un tiempo me acostumbro a su presencia, incluso a la de Omar quien de vez en cuando me lanza sonrisas sin importarle la mirada de reproche de mi jefa. Después del almuerzo Marie y yo nos dedicamos a jugar con sus peluches y reímos como dos niñas cuando yo le lanzó un peluche y ella me devuelve el tiro, la sigo por casi toda la casa entre risas y ella hace lo mismo, en algún momento siento a alguien mirándonos y es Jeanne con una enorme sonrisa mirándonos jugar, me avergüenzo al instante pero sigo persiguiendo a Marie por la casa hasta que luego de unas horas ella cae dormida y la voy a acostar a su habitación.

Cuando bajo Omar ya se ha ido y recojo mis cosas mientras Jeanne escribe algo en uno de los sofás, dudo si debo acercarme a despedirme pero lo hago de todas formas y se me escapa una sonrisa al notar a Jeanne concentrada escribiendo y con su mirada perdida, cuánto me gustaría poder acercarme y besarla...

-¿Ya te vas?-me pregunta mientras sigo embobada mirándola.

-Si-digo nerviosa- hasta mañana señora Jeanne.

-Hasta mañana Emma, perdona la insistencia de Omar sobre ti, prometo que mañana no sé repetirá-dice decidida y yo asiento.

-No se preocupe y gracias-le dedico una sonrisa y para sorpresa mía Jeanne Nizzari me devuelve la sonrisa, me quedo unos segundos mirándola sin poder quitar mi vista de tan hermosa mujer y solo cuando ella abandona mis ojos puedo ser libre de su hechizo. Me voy lo más rápido que puedo muerta de vergüenza al ser tan insistente con mis miradas y vuelvo a casa con una extraña sonrisa en mi rostro. Antes paso por un supermercado y compro víveres para la semana, por primera vez tengo dinero que me permitirá pagar unas cuentas y comprar comida, incluso pido a una pizza a casa y pongo música en alto, es una noche divertida para mí en medio de la soledad de mi habitación, solo quiero que llegue el siguiente día...

Paso una noche durmiendo todas mis horas y me despierto más enérgica que nunca, busco en mi armario algo nuevo que ponerme porque me ha gustado las miradas de Jeanne sobre mi cuerpo todo el día de ayer, encuentro una falda que de milagro me queda bien solo que un tanto corta, es negra y la complemento con una blusa a juego más mi cabello suelto nuevamente y mis labios levemente pintados de rojo. El viaje a la mansión me es incómodo nuevamente, esta vez más hombres me observan y me siento pequeña ante ellos, por fortuna llego a la mansión sin incidentes y cuando entro Omar me recibe con una sonrisa.

-Buenas días Emma-dice observándome de pies a cabeza- te ves muy hermosa hoy...

-Déjala pasar Omar-escucho la voz de Jeanne detrás suyo y el voltea los ojos, entro de una vez y veo a Jeanne sentada dándome la espalda- Marie está durmiendo todavía-dice girándose y esta vez es Jeanne quien no quita su mirada sobre mí, parece absorta observándome y hasta Omar se da cuenta de ello, no quita su mirada de mi cuerpo ni de mi rostro, quiero que me trague la tierra y a la vez no, qué haces conmigo Jeanne Nizzari...

-Emma-dice volviendo a hablar-¿Serías tan amable de ayudarme a organizar estos papeles? Sé que no es tu trabajo pero te lo pido ya que en verdad necesito ayuda...-se levanta mientras yo asiento y hace que la siga hasta el segundo piso, donde se encuentra su oficina.

-¿Omar no le ayuda?-pregunto mientras me siento frente a su escritorio.

-No, prefiero que se quede abajo a que te mire todo el tiempo como un tonto-dice seria y comienzo a temblar-empezaremos por estos números de teléfono, necesito que los organices de la a-z ¿Puedes?-me observa atenta y yo asiento, nunca podré negarme a nada que me pida esa mujer...

Pasados unos quince minutos casi termino pero algunos nombres se mezclan y me confundo, creo que mi rostro expresa mucho porque Jeanne que en ese entonces estaba al lado del escritorio se me acerca para preguntarme qué pasa. Intento explicarle pero estoy tan nerviosa con su cercanía que se me enredan las palabras, Jeanne sonríe y me ayuda a finalizar la organización, parece cómoda estando a sólo centímetros de distancia porque se toma su tiempo para enseñarme, incluso tiene el descaro de rozar sus manos con mis piernas y yo solo quiero desaparecer.

-Muchas gracias Emma, creo que debería darte un aumento-dice bromeando y yo niego.

-Bueno señora, iré por Marie...

-Claro, nos vemos abajo, quiero compartir un rato con ustedes..-me sorprendo pero asiento y voy a buscar a Marie, la baño y visto, bajo con ella al salón y allí está Jeanne esperándonos con una sonrisa. Jugamos con Marie y ella se ríe con nosotras, me gusta ese lado amoroso y maternal que tiene Jeanne con los niños, parece otra y me quedo mirándole otra vez más de lo necesario. Soy sorprendida por sus ojos y en un momento estamos las dos sentadas en el sofá a una nula distancia, me siento desfallecer cuando una de las manos de Jeanne roza la mía y pienso que lo hace por error, pero pasados unos segundos su toque vuelve y sé que lo hace porque quiere.

La observó sin entender pero ella ignora mi mirada y sigue pendiente de Marie, lo dejo pasar y termina un día ameno que nunca hubiese podido ni imaginar que sucediera. Así pasa la semana completa en donde Jeanne al menos se toma una hora para compartir con Marie y conmigo, algunas veces hablamos pero solo lo necesario y así me gusta, ella nunca deja de mirarme y yo hago lo mismo, me gusta ser el objetivo de sus ojos.

El día viernes llego con una enorme sonrisa en mi rostro y entro a la mansión, no hay nadie en el salón y me extraña no encontrar a Jeanne allí, camino hasta la escalera y la encuentro con ella, con la mujer castaña del otro día besándose con pasión y destruyendo cada pedazo de mi corazón. Jeanne nota mi presencia y se aleja de la mujer demasiado rápido, como si hubiese sido pillada y esperase una reprimenda. Paso de ellas dedicándoles un asentimiento como saludo y camino al cuarto de Marie con furia. Ella sigue durmiendo y maldigo en mi interior, salgo del cuarto decidida a esperarla en el pasillo y así no volver a ver la escena de algunos minutos, unos pasos suben y me pongo en guardia pero eso solo Jeanne que parece buscar algo, cuando sus ojos dan con los míos una sonrisa se forma en su rostro pero yo la ignoro cuando se acerca.

-Marie aún no ha despertado-dice cruzándose de brazos y apoyándose en la pared imitando mi posición-si quieres podemos tomar un café abajo por mientras...

-No, gracias-digo cortante y Jeanne alza su ceja-prefiero esperar a que Marie despierte-digo una tonta excusa pero Jeanne asiente seria y camina dándome al espalda, pero a último momento se detiene y camina hasta mi posición con determinación.

-Sabes que? No, me niego a que estés de esta forma, sé por qué estás así y créeme que no tienes ningún derecho a comportarte así, no cuando solo pienso en...-corta a último momento dejándome pasmada-olvídalo..

Esta vez sí se va dejándome con el corazón desbocado ¿Acaso me iba a decir que pensaba en mi? Oh Jeanne, qué haces conmigo....

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