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No tuvo tiempo de detenerla antes de dirigirse a la habitación, se llevó una mano a la cara y murmuró.
- Meu deu! -
Rosario volvió sin aliento a la cocina y sacó una corona de su bolso. Empezó a besarla ya hacer la señal de la cruz ante
la mirada atónita de Michael .
- ¿Puedes saber lo que te pasa ahora? Pareces poseído. -
La mujer dejó de rezar, volvió a poner la coronilla en su bolso y plantó sus manos en la cintura redonda y llena.
- Eres bruto y andipático. Miu ritu propiziatoriu ha tenido éxito. Finalmente, ya no confías en el comu palu rígido y el comu ramu seco. ¡La ayuda de Miu tiene purdato bela ragasa! -
Michael pellizcó el tabique con dos dedos y contó hasta diez.
- Rosario, esa no es mi novia, y dicen niña con dos zetas. Y de todos modos, ella solo está aquí porque tengo que lidiar con eso. Así como debes cuidarte de la limpieza y no de los que duermen en mi cama. ¡Vamos adelante! -
La mujer lo fulminó con la mirada y comenzó a hablar en dominicano y a dar vueltas.
Alrededor de las diez pensó que tal vez era hora de despertar a la Bella Durmiente para charlar.
Se había duchado y vestido con el uniforme de la corte, como lo llamaba Jack.
Rosario colgaba de un lado a otro con su larga falda de flores rojas, verdes y azules brillantes, combinada con el turbante que cubría toda su cabeza excepto por un solo rizo de cabello en su frente suave y tersa.
Ella también estaba esperando a ver a Nathy despierta .
Michael aún no entendía de qué tipo de ritual estaba hablando pero no tenía tiempo para tonterías.
- Buenos días. –
Volteó bruscamente a mirar al dueño de esa voz y se quedó sin palabras.
- Bom dia camelia. Es muy bueno. Rosario miró a Michael y
le guiñó un ojo.
- Buenos días. -
Nathy miró a su alrededor con los ojos rodeados de lentes y torturó las mangas de la sudadera.
- ¿Podría tomar un café por favor? Michael la miró fijamente
hasta que Rosario le dio un codazo.
Se aclaró la garganta y asintió.
Le preparó café, lo puso en la península y señaló un taburete.
Nathy se acercó y se sentó, hambrienta por la taza de café.
Su estómago comenzó a gruñir y Michael vio que se ponía roja de vergüenza.
¿En serio?
¿Era esta chica realmente la misma que había visto en los distintos perfiles sociales?
¿Estaba en una fiesta diferente cada noche y siempre vestía a la moda?
Rosario la miró con adoración y Michael creyó oportuno presentársela.
-Nathy ella es Rosario mi criada. Rosario le tendió la mano y le sonrió, Nathy
se la apretó y le devolvió la sonrisa.
- Muy contenta Rosario, hermoso tu turbante. ¿De dónde eres? -
- Mi biacere bela Alice, eres comu Alice de pais deeravigliao. Vengu de Santo Domingo y no soy la camarera del andipatico David. Sonu mujer de buzzie. Que hermosa eres, tienes fidinsatu? Nathy
miró a Michael y negó con la cabeza.
- No Rosario. No lo tengo y de momento es lo de menos en mis pensamientos. -
Rosario asintió y le guiñó un ojo mirándolo directamente a los ojos.
Absolutamente tenía que poner fin a la charla de Rosario o lo pondría en una vergüenza considerable.
- Rosario, ahora puedes ir a cumplir con tu deber. Nathy y yo necesitamos tener una charla. -
- Lees, te engaño con Alice. Nathy
se rió .
Michael tomó a Rosario por el codo y la empujó.
- Anda Rosario, tendrás todo el tiempo del mundo para descubrir hasta el más íntimo secreto de Nathy . Ahora va. -
- Eres bruto, andipático y esclavo. ¡Gato! Hola Alicia. Nathy
la saludó
. Cuando volvió junto a ella vio que había terminado su café.
- ¿Quieres más café? Nathy
negó con la cabeza
. - No, gracias. Preferiría tener hambre, pero está bien. Cuento con poder hablar con mi padre hoy y finalmente regresar a mi casa. Necesito lavarme y ponerme algo decente. No me queda nada. He quitado todo del dormitorio y- -
Michael levantó una mano para bloquear su imparable río de palabras.
-Nathy la situación es grave y complicada. Tu padre está en la cárcel. Nathy
lo miró con miedo.
- Ethan me dijo eso, pero ¿por qué? ¿Qué sucedió? Michael le dirigió una mirada de desdén
.
- ¿Quieres hacerme creer que no sabes por qué? Nathy
negó con la cabeza
. Michael la miró a los ojos verde claro como el agua del mar, ¿era sincera?
-Nathy tu padre está acusado de malversación de fondos. El banco lo demandó y se llevó todo. Incluyendo lo que es tuyo, tu hermano y tu madre. Nathy puso sus manos para
taparse la boca y sus ojos se llenaron de lágrimas.
Michael no estaba seguro, o realmente no sabía nada o era una buena actriz.
- Ya no tienes casa, ni nada más. Creo que tu madre se dio cuenta o cuando entendió corrió las cortinas. -
En ese momento Nathy ya no pudo contener las lágrimas, evidentemente se sintió traicionada por su padre.
Michael se acercó a ella lentamente y le puso una mano en el hombro.
- No llores Nathy . Tu padre no quería que te perdieras nada, se equivocó y lo sabe. Se declaró culpable e imposible de defender. Nathy negó con la cabeza ,
se quitó las gafas y siguió llorando.
- ¿Qué hay de mí? ¿Alguien ha pensado en mí? ¿Adónde voy ahora? ¿Qué debo hacer? ¿Por qué tuvo que hacerlo? ¿Porque? -
Michael no podía soportar ver llorar a una mujer.
Él la tomó en sus brazos y la abrazó contra su pecho, meciéndola para calmarla.
Nathy
Había abierto los ojos y al principio no había reconocido la habitación donde estaba.
Luego, poco a poco, había empezado a recordar dónde estaba y, sobre todo, lo guapo que era el abogado Peters.
Cogió sus gafas de la mesita de noche y se las puso, por suerte las dioptrías estaban estables y no tenía que usarlas con lentes gruesos.
Miró a su alrededor y bostezó.
La habitación era típicamente masculina, sin muebles, un sillón y un cuadro.
No abat-jour sino sólo dos apliques en la pared.
Colores en tres o cuatro tonos diferentes de gris, el único punto de color es el cuadro con un rombo azul que contiene un círculo de rojo a amarillo, horrible.
Su estómago comenzó a gruñir y recordó que había estado ayunando durante veinticuatro horas.
Se levantó y salió de la habitación, el pasillo conducía a una habitación iluminada por el sol y caminó hacia ella.
El abogado venía de atrás y Nathy se tomó unos segundos para mirarlo.
Hombros anchos, cintura estrecha y piernas largas y musculosas, incluso con los pantalones de corte clásico se dejaban ver. Ciertamente estaba acostumbrado a pasar horas en el gimnasio.
Había una mujer corpulenta que quitaba el polvo con un edredón y cantaba en portugués o catalán.
Su ropa era hermosa, colorida y típica de la cultura de las zonas del Caribe.
Ella había hecho notar su presencia y ambos la miraban como si tuviera algo extraño.
Michael le preparó café y luego le aclaró la situación de su padre.
Ahora se sentía segura y protegida en sus brazos, pero no estaba segura de poder quedarse allí.
Llorar no serviría de mucho.
Hacía años que no lloraba.
Sin embargo, durante dos días no había hecho nada más.
Se apartó de los brazos de Michael y se quitó las gafas para secarse los ojos con la manga de la sudadera.
- No llores, Alice bala, entonces tus ojos se arruinan. -
- Es que es una situación difícil Rosario. No tengo ropa, no sé adónde ir, ni qué hacer. -
- David te hospeda, ¿verdad David? Michael los miró a ambos y se
ajustó el cuello de la camisa.
- Por supuesto, puede quedarse aquí todo el tiempo que quiera. -
Rosario le sonrió.
- Ber ropa no te preocupes. Te traeré algo mañana. -
- Si quieres darte una ducha, te puedo dar algo de mi novia. Siempre deja algo de ropa aquí cuando venga. Nathy asintió y
la mueca de decepción de Rosario no se le escapó.
- Yo... no sé qué decir. Gracias. De hecho, realmente necesito una ducha. Entonces, si no te importa, me gustaría hablar contigo un poco. -
- Dame tu Nathy y no te preocupes. Responderé a todas tus preguntas. -
- ¿Puedo hacer una llamada telefónica? -
Michael asintió y le pasó el teléfono inalámbrico.
Llamó a Meg, tenía que decirle que había encontrado a quien podía ayudarla.
-Hola Mega . -
-Nathy finalmente, ¿estás bien? -
- Sí, estoy bien. Por el momento no puedo actualizarte sobre nada todavía, pero he encontrado a alguien que puede ayudarme. -
- Cariño te recomiendo lo que necesites no te preocupes. ¿Pero sabes lo que pasó? -
- Sí, encontré un abogado y- -
- ¡Espera, dime que es ese gran pedazo de carne que vino a buscarte! Miró a Michael y
se preguntó por qué había ido a buscarla.
- El abogado Peters tiene la amabilidad de acogerme y me ayudará a resolver la situación. Pero ahora tengo que dejarte Meg. -
- Espere espere señorita, es él. Te recomiendo no hacer lo que te digo sino hacer lo que yo hago. Hasta pronto muñeca. -
- Ch... ¿Meg? ¡Cerró! -
Con Meg siempre fue así, se le ocurrían sus máximas para descifrar.
Dejó el teléfono inalámbrico en el mostrador y se aclaró la garganta.
- Mi amiga Meg dice que fuiste a la universidad, ¿por qué? Michael aflojó el nudo de su corbata y Nathy
se preguntó si siempre vestía así o si debería salir.
-Nathy va a darse una ducha y luego hablamos ¿de acuerdo? -
- Mh ok. ¿Puedo saber dónde está el baño? -
- Ven y accumpagna Rosario. La mujer tomó su mano y le dedicó una amplia y blanca sonrisa
.