Capítulo 2: Desviado
Tarik
Miré aquel examen en mis manos, había sacado una de las notas más bajas del salón y eso nunca me había pasado, estaba estresado porque por más que estudiara seguía equivocándome.
Le conté a Zac y este me aconsejó que me acercara al profesor de Psicometría y que le pidiera asesorías para aclarar mis dudas, pero el problema es que muchos de mis compañeros se han acercado a pedirle ayuda y este tipo ha dicho que no. Crucé los dedos, respiré profundo y toqué aquella puerta con temor.
-Siga-respondió.
Entré a la oficina e intenté parecer relajado, el Sr. Belanger estaba revisando exámenes y cuando notó mi presencia me miró con aquellos ojos azules que han hecho llorar a la mayoría de mis compañeros.
- ¿Qué necesita Sr. Evans?- cuestionó para nada amable.
Vamos Tarik, tú puedes, respiré y miré aquel hombre de traje elegante.
- Me he esforzado bastante, leí y practiqué el ejercicio hasta el cansancio, pero aun así saco notas pésimas- había dejado algunas materias de lado para dedicarle más tiempo a esta y de verdad me llenaba de impotencia que mi esfuerzo no significara nada.
A diferencia de mis compañeros yo no salgo de fiesta o cosas así por el estilo, dedico mi tiempo a estudiar y hablar con Zac y con Jacob.
Aquel hombre se levantó y caminó hacia mí, quise salir corriendo cuando noté su típica expresión de enfado.
- Entonces, ¿me está culpando a mí de sus notas mediocres?- me cuestionó.
Negué de inmediato.
- No lo estoy culpado profesor, solo es que no puedo darme el lujo de reprobar y me estoy esforzando para que eso no pase- jalé las mangas de mi buzo con nerviosismo- Necesito aprobar y créame que haré lo que sea para lograrlo- dije desesperado.
Me quedaría más tiempo en clase o lo ayudaría calificando exámenes, estaba tan desesperado que no me importa estar de secretario para que al menos me dé un poco de su tiempo y así despejar mis dudas.
Hace mucho que no estoy nervioso, Zac me enseñó a cómo manejar mi pánico con las personas y a estar confiado de mí mismo, pero este hombre realmente me intimida.
- ¿Estaría dispuesto a hacer cualquier cosa solo por aprobar mi materia?- me cuestionó este con enfado.
Asentí de inmediato sin saber que este se refería a algo diferente a lo que yo pensaba.
- Lo que sea, necesito pasar esta materia y sé que si usted resuelve mis dudas podré hacerlo- exclamé.
El hombre se acercó aún más a mí y colocó sus manos en mi barbilla.
- Es usted un "Desviado"- me acusó con asco.
Quité su mano de mi barbilla con rabia, tenía muy claro lo que significa esa palabra.
- Es mi profesor, pero no se le ocurra etiquetarme de tal manera- mi nerviosismo desapareció.
Mi enojo estaba mostrando mi verdadera personalidad, aquel hombre me miró sorprendido porque ahora lo miraba a los ojos sin temor alguno.
- Te etiquetaré como lo que eres, un homosexual que estaría dispuesto a dar su cuerpo a cambio de una nota- sus palabras me acusaban sin temor alguno, demostrado lo homofóbico que puede llegar a ser.
Apreté mis puños, si me dejara llevar por mis impulsos ya lo hubiese golpeado sin pensar, pero a pesar de todo seguía siendo mi profesor.
- Mire Sr. Belanger creo que confundió mis palabras- respiré profundo tratando de ser crítico- Que yo sea gay no le da derecho a etiquetarme de "desviado" y acusarme de cosas como esas, es mejor que me vaya, creo que perdí mi tiempo- exclamé molesto mientras me dirigía a la puerta.
Tenía que salir de ahí antes de darle una paliza a ese imbécil homofóbico, pero no me iría sin antes decir lo que se merecía.
- Y créame que a usted sería el último que le diera mi culo por una nota, prefiero reprobar- dije antes de salir de ahí.
Ese hombre no solo era un imbécil sin sentimientos, sino que también es un retrograda homofóbico que se cree con el derecho de señalar y etiquetar a alguien.