Capitulo 7
—Emma sal—pide Miguel con voz cansada.
Bufa, enojada y luego como si apareciera una buena idea posa su mirada en mí y sonríe como el gato de Alicia. Nos da una sonrisa a ambos y se marcha de la habitación.
Me hace estremecer.
—Vamos preciosa, ven y cúrame no quiero morir desangrado.
—claro.
Rompo su camisa con nerviosismo, dejando ver la herida no es muy profunda para la cantidad de sangre que sale de ella. Un poquito más a la derecha y arriba y sí que tuviéramos complicaciones, John entra y deja un botiquín a mi costado.
Miguel gruñe cuando presiono demasiado, limpio la herida y con la pinza saco la bala, emite un grito de dolor; susurro un lo siento. Termino desinfectado la herida y empiezo a coser, por lo menos seis puntos, le coloco la gasa y con ayuda de John le ponemos la venda en su abdomen.
—No sabes lo jodidamente sexy que te ves así, imagínate con un uniforme—, dice con voz grabe, siento mis mejillas sonrojarse, desvío la mirada evitando encontrarme con el azul de su mirada.
—¿Cómo...
Murmuro medio avergonzada, sin duda este hombre no tiene pudor, hasta en situaciones como estas siempre tiene algo obsceno que decir. Suelto un grito ahogado cuando me levanta y me ahorcadas en sus piernas.
—No tienes por qué avergonzarte, joder nena. Hades es un maldito....
Me remuevo un poco buscando alejarme un poco, siento la tensión sexual en ese momento, me hace jadear.
Me besa bruscamente, cierro los ojos por su mirada abrazadora de poseerme como si quisiera demostrar algo, adueñándose de mí, de cada parte racional.
Siento sus dedos enredarse de mi cabello tirando suavemente de él, apoyo mis manos en sus piernas, intento separarme, un poco.
—Miguel, lo siento yo no puedo hacer esto.... Estoy roto, yo tampoco debería estar aquí entiendes, solo soy un estorbo.
—¡Lena, joder! nena, mírame—pide. —Mientras estés conmigo no serás ningún estorbo, ahora somos tu familia y la familia nunca renuncia en apoyar a los nuestros sin importar que tan jodidos este, ahora, tu eres parte de la mía, eso significa que hasta moriría por protegerte. Si quieres quedarte aquí, sabes lo que significa.
Cierro los ojos fuertemente, intentando creer en sus palabras, apoyo mi frente en su hombro sintiendo una intranquilidad en mi corazón.
Siento que seré la perdición de este hombre como él será la mía. Pero jamás pensé que mentir fuera a traer tan mal destino como si todo se derrumbara rápidamente.