Capítulo 4
Veo que sus ojos se iluminan y luego acerca su silla a la mía y toma mi mano.
- Te prometo que seré muy respetuosa contigo Kaila, el sábado cenaremos y me aseguraré de que te guste todo. – Habla y me permito darle una dulce sonrisa. – Bueno, será mejor que me vaya.
Nos levantamos y lo sigo hasta la puerta, la abro y cuando sale me mira sonriendo.
- ¿Puedo decir adiós? – pregunta acercándose.
- ¿Despedirse? – digo y cuando veo su mano ya está en mi nuca, atrayéndome hacia él.
Presiona sus labios contra los míos en un tierno beso y al cabo de un rato nos separamos.
- Tu boca es dulce, mi rubí. – Dice pasando sus dedos por mis labios. – Buenas noches Kaila.
Con eso se dirige al ascensor y sólo entonces me permito sonreír de verdad.
Kaila:
Dos semanas, dos malditas semanas fueron suficientes para mí. Raj es cariñoso y extendí demasiado mi relación con él para no querer lastimarlo. Pero no puedo seguir con esto, he estado gastando más dinero del que obtengo.
Termino de hacer las maletas pensando en cómo terminar mi relación con él, podría irme, pero si él quiere puede encontrarme.
En esas dos semanas éramos solo Raj y yo, dormimos juntos y lo complací en la cama, eso fue en nuestra tercera cita. Me quedé con las cosas por un tiempo y dos días después me regaló un collar de oro blanco con un colgante con pequeños diamantes incrustados y un rubí en forma de corazón. No es tan caro, pero es un collar hermoso y si dos mujeres compiten por él el valor se puede triplicar.
Pongo las pocas joyas que me regaló en mi bolso y voy a la ducha para prepararme. Hoy hay un evento importante al que fui invitado. Sé que Raj estará allí.
No me presentó a nadie, pero noté que las veces que salíamos y los hombres me miraban él se enojaba. Está celoso, pero nunca me pidió que lo acompañara a esta fiesta. Él no sabe que voy, pero sé que invitó a una bella modelo a acompañarlo.
Esa va a ser mi excusa, voy a actuar celosa y hasta herida. Así que voy a romper con él, pero quiero que sepa y aprenda que una mujer no debe esconderse.
Así que cuando salgo de la ducha, recojo mi vestido rojo rubí, que insistí en comprar con una abertura en la pierna y un escote escotado en los senos.
Si le gusta verme de rojo, le encantará verme de rojo.
Este vestido es ajustado y me agranda el trasero y resalta mis senos, pero no es vulgar para una fiesta de la alta sociedad, sobre todo porque soy una dama.
Me pongo un maquillaje delicado que me hace parecer sonrojada, pero no demasiado, un brillo. rosa en mi boca y me ato el pelo en un moño suelto.
Soy hermosa, ardiente, irresistible y lista para hacer feliz a Raj.
Me pongo mis tacones plateados y salgo de casa, mi chofer ya me espera en la puerta del edificio y no tardamos en llegar al lugar de eventos en el centro de la ciudad.
Coches de lujo y limusinas forman una larga cola, esperamos a que llegue nuestro turno y al cabo de unos treinta minutos el coche se detiene en la puerta, donde se extiende una gran alfombra roja y varios fotógrafos.
Salgo del auto y me golpea una ráfaga de flashes, sonrío y poso para las fotos. Entonces, toma tantas fotos como puedas porque será la última vez que me verán en Dubai.
Camino por la alfombra roja y le entrego mi invitación a una mujer que me da la bienvenida al evento.
Camino por un pasillo y pronto cruzo grandes puertas de vidrio, sé cómo me veo y me gustan las miradas que me dirigen cuando entro.
Sé que Raj está aquí y sólo necesito encontrarlo. Camino entre las mesas y hablo con extraños que interactúan conmigo. Entonces siento la sensación de ser observado y en ese momento sé que Raj me ha encontrado.
Me giro con calma y miro a mi alrededor, a unas mesas de distancia lo encuentro mirándome enojado, estoy segura que es por el vestido. Le doy una sonrisa y luego miro a la modelo que cuelga de su brazo, casi frotándose contra él.
Miro melancólico y herido y miro a Raj, quien al ver mi cara hace una expresión de querer explicarse. Pero él no se mueve, solo me mira como si quisiera hablar conmigo.
Sacudo la cabeza y desvío mi atención de él. Mi plan era salir de aquí y esperarlo en mi apartamento para que pudiéramos terminar, pero un brazo rodea mi cintura y comienza a tirar de mí hacia el centro de la habitación.
- Vamos a bailar. – Dice furioso y un temblor recorre mi columna.
Wagner me lleva a la pista de baile y me atrae hacia él con enojo y pronto comenzamos a movernos en la pista de baile.
- ¿Qué haces aquí Kaila? ¿Por qué no está con su dueño? – me pregunta y sé que dependiendo de la respuesta que dé, me pueden sacar de aquí y perder la oportunidad que tengo de salir.
- Estoy aquí a petición suya, Wagner. – digo y él cierra los ojos sin creerme.
- Dime exactamente por qué estás aquí o te arrastraré de regreso a casa ahora. - Dice y trago seco de miedo.
- Me pidió que viniera aquí para seducir a un hombre, quiere ganar un contrato y como el hombre es una gallina pensó que yo podría ayudarlo. – Le miento descaradamente.
- ¿Eres su Kaila favorita y ahora te comparte? – pregunta con media risa. – O estás perdiendo tu toque o él confía mucho en ti.
- Prefiero la segunda opción. - digo y él asiente con la cabeza.
- Te dejaré ir Kaila, te acompaño a Alexia, pero debes saber que estaré pendiente de ti. – Dice y yo estoy de acuerdo.
Me suelta y salgo de la pista de baile hacia la salida.
Necesito llamar al conductor para que venga a recogerme, pero antes de que pueda hacerlo siento un agarre en mi brazo y segundos después veo a Raj empujándome por otra salida y pronto estamos en el estacionamiento.
- ¿Qué crees que estás haciendo? – le grito y tiro de mi brazo.
- Te llevo a casa, así que vayamos al maldito auto porque mi conductor ya me está esperando. – Dice y me tira hacia atrás.
Pronto llegamos a su auto y rápidamente me arroja adentro y luego se da vuelta y entra por el otro lado.
Hay un hombre sentado al volante, pero no dice nada y tan pronto como Raj entra, comienza a salir del estacionamiento.
- ¿Quién era ese hombre? – pregunta enojado.