CINCO
Después de la noche en la disco Alicia abrió sus ojos con pesar y el primer recuerdo había sido el nuevo beso entre Lucas y ella, una sensación rara se había apoderado de su cuerpo al pensar en la manera de besarla que tenía el hombre, su cabeza estaba por estallar, pero el hambre es poderoso entonces la mujer no tubo otra opción que dejar la cama, se había dado una ducha y se colocó en el ventanal de su edificio, desde allí se observaba que tan pequeño eran los vehículos desde la altura en que ella se encontraba, las pequeñas gotas de lluvia resbalan por el cristal, se sentía mucha calma, pero entonces la calma fue interrumpida por el sonido del timbre, la mujer frunció el ceño nadie viene a visitarla, incluso Marlene ha de estar bien dormida a estas horas, pero fue abrirla, aunque después de abrirla reparo en la manera en la que ella estaba vestida, la mujer traía una bata de color negro, resaltando sus pechos y sus largas piernas, ella quería cerrar la puerta, pero el hombre no le permitiría aquello puesto que ya estiro su brazo para impedir que ella le cerrará por la cara.
- Ni siquiera lo intentes - su voz era magnética, pero tan profunda que erizo la piel de la mujer con aquellas palabras nada más, entonces la mujer no tuvo otra opción que dejarlo pasar se hizo a un lado para que el hombre entrará.
La mujer era ajena a que a Lucas se había puesto tenso al encontrarla en esas condiciones, era raro para el hombre encontrar a la mujer con tan solo la bata cubriendo su cuerpo.
- Lamento lo que ocurrió anoche y también la noche anterior, bueno no lo lamento, pero no me siento bien en las circunstancias en las que se dio, pero no me arrepiento de haberte besado en ninguna de las ocasiones, Alicia esto, déjame compensarlo con una salida, es decir salgamos a cenar - Lucas la miraba profundamente en ese momento y la mujer no podía creer aquello que estaba escuchando.
- Lucas, no te preocupes no me siento mal con lo que pasó, y no quiero que estés obligado a hacer eso solo por quedar bien.
- No lo hago por eso - soltó con brusquedad el hombre - Me costaba aceptar la muerte de Alejandra, pero desde el momento en que te bese supe t acepte que ella ya esta muerta, que pase lo que pase no volveré a verla ni a tenerla.
- Entonces quieres tenerme cerca para sentirla cerca a ella - Alicia Expuso aquellas palabras con total frialdad.
- No, tu me has atrapado desde antes que ella, pero pensé que no encajariamos entonces ella fue con todo y no me negué, quiero tenerte cerca.
Alicia no podía creer aquello que estaba escuchando quizás todas sus súplicas fueron escuchadas ¿pero valdrá la pena tenerlo cerca?, el hombre se acercó a ella y la mujer por instinto quiso retroceder, pero el hombre no se lo permitió, Lucas le acarició el rostro.
- No quiero y no puedo tenerte lejos, no después de haber probado el sabor de tus labios- Murmuró el hombre que cada segundo que pasaba se acercaba más a la mujer.
Lucas volvió a besarla esta vez fue lento, pero segundos después Lucas profundizó el beso, las manos del hombre la toman del cuello, se besaron con ansias despertando el deseo de ambos, Lucas era demasiado hombre para no darse cuenta que ella se había excitado con el beso, pero por esa misma razón tomó la decisión de detener el beso, aunque se apartó de ella de manera lenta como su hacer aquello era doloroso.
La mujer estaba sonrojada con los latidos desbordándose, ella quiso ocultar aquello, pero fue imposible por unos segundos, hasta que volvió a entrar en su disfraz de frialdad.
- Es mejor que me vaya - Murmuró el hombre con la voz ronca.
- Si - fue la única respuesta dada por la mujer, parece que algo se rompió entre ellos, aquel beso los ha hecho romper ciertas barreras ocultas, el hombre salió del departamento.
El hombre al llegar a su vehículo se había puesto a pensar en la mujer que ha conocido en estos días, no era la Alicia fría y distante más bien era cálida para un hogar y fuego para la cama, pero entonces se dio cuenta de que ella no es solo un rato de sexo, Alicia no es esa clase de mujer, no es para una aventura entonces la palabra Romance penetro su mente, aquel pensamiento lo estremeció, se preguntaba si estaba listo para un romance, pero entonces el temperamento de Alicia era como un valde de agua fría al recordar que le costó segundos volver a esconderse en su caparazón de frialdad. Pero no quería nada serio, el solo quería disfrutar aunque sabe que ella no es para esos momentos no obstante no pierde nada con intentarlo.
Aquel día no volvieron a verse y todo dio inicio en la Oficina el día lunes, cuando el Presidente había llegado a las Instalaciones de la Empresa muy pocas veces sus empleados lo veían se mantenía en su oficina y entraba desde el estacionamiento privado, pero aquella mañana de lunes aquello no fue así, cuando el imponente moreno de ojos marrones claros entró, todas las mujeres se habían sonrojado.
Alicia también se había sorprendido el hombre era extremadamente elegante, con aura poderoso.
- Buenos días - su voz era poderosa - Señorita Montero haga el favor de venir a mi oficina - Fue la orden del CEO y por supuesto la mujer se había sorprendido y en su mente ya se instalaba los peores pensamientos.
- Digame señor Presidente - Expuso la mujer al entrar en la Oficina, pero bastante nerviosa.
- Esta noche tenemos una reunión importante y quiero que usted me acompañe es la que mejor se desempeña en su área - Alicia se había quedado perpleja, pero no podía negarse además sabía de eso, pero no esperaba que el propio Presidente se lo informará.
- Por supuesto señor no hay problema con eso - Fue la respuesta de Alicia.
- Puede retirarse - Con aquella orden la mujer salió de la Oficina.
- ¿Para que te llamo el Presidente? - Lucas se interpuso en su camino desestablizando a la mujer.
- Me ha pedido que esta noche lo acompañe en la Reunión - Alicia Respondió con sinceridad, pero Lucas la miró de mala manera aquello le pareció raro a la mujer, pero no iba a prestarle atención.
- Deberías de buscar una excusa para no ir - Lo expresado por Lucas si que había tomado por sorpresa a Alicia.
- Lucas yo no interfiero en tus asuntos así que tú tampoco interfieras en los míos - Alicia habló con total frialdad y aquello molesto a Lucas.
- Salgamos después de la reunión.
- No quiero Estaré cansada no es viernes es Lunes mañana es el segundo día laboral recién - La mujer no daría su brazo a torcer de manera muy fácil segundos después abandonó a Lucas, el hombre se maldijo al ver a la mujer alejarse, lo duro que es acercarse a Alicia ya lo estaba hartando.
Durante el transcurso del día no volvieron a verse ya la mujer estaba alistandose para la reunión en la cuál tenía que acompañar al presidente, entonces un mensaje había llegado a su teléfono.
- Acepta salir conmigo, prometo que no vamos a tardar - Alicia había dejado escapar un suspiro, pero antes de responder ya le habían informado de que Alessandro Morgan ya estaba esperando por ella, la mujer guardo torpemente su teléfono en su cartera y fue hasta donde estaba el CEO.
- Disculpe la tardanza Señor Presidente - Murmuró la mujer muy nerviosa, pero Alessandro no dijo nada y prosiguió con su camino, Alicia se obligó a seguir los pasos del hombre.