2_ La vida no es justa.
Cap 2
Davina
Con mi mirada entrelaza a la suya, tomo aire y con decisión comienzo a responder a su acusación.
-Si soy yo, pero eso fue porque fue un favor que le hice a...-
-En verdad nunca pensé que fueras así.- me interrumpe la señorita Lopez.- Es una pena que te hallas dejado engatusar por el dinero.- dice con cara de lástima y no entiendo porqué dice eso si ella sabe bien que esos favores eran a ella.
-Pero de qué habla, si..- empiezo a preguntar confundida pero una vez más ella me detiene.
-Entiendo que estés pasando por un momento difícil pero uno siempre de tener su valor y no dejarse comprar -
-Pero si...-
-Eso es algo normal en este mundo, todos tienen un precio y son capaz de olvidar sus valores por unos cuantos miles de pesos.- me interrumpe esta vez mi Jefe.
Ya me estoy dando cuenta de lo que está pasando aquí, he sido enmarcada y por lo que me deja ver esto mi palabra no tiene ningún valor. Me quedo callada y no digo nada mientras escucho palabras hirientes e insultos hacia mi persona.
-No tienes valores, tus padres que están muertos se han de estar recomiendo el hígado por ver la mujer que tienen por hija.- dice mi jefe y mi mirada se fija en sus ojos, esos que solo están llenos de repulsión.- Es una pena que seas una arrastrada que solo va tras el dinero fácil.-
Tengo infinitas ganas de llorar, pero no lo haré, no les daré el gusto.
-No dirá nada?- me pregunta el señor Wilson y yo le sonrío pero no despego mis ojos del hombre que está en frente de mi.
-De que vale decir algo si no me van a creer, es más no me han dejado defenderme.- y sonrío- he sido juzgada y sentenciada mucho antes de que entrara por esa puerta. Pero no se preocupen, entiendo todo, tiene la palabra de mi jefa y tienen esas fotos así que es normal que me acusen así pero de igual forma deberían de investigar mejor antes de acusar a alguien .-
-Hace dos meses que hemos estado investigando sobre este asunto, ha sido minuciosa y el resultado es ver cómo entregas información y recibes dinero a cambio. Por mucho que quieras salir de este lío no vas a poder.- ME sigue acusando el señor Wolf.
-Habrá investigado pero no l suficiente cuando le han tendido una migaja y usted se la ha comido entera dando así con una persona completamente inocente.- le respondo
-Todos dicen eso.- dice sencillamente.
-Será acusada de incumplimiento de contrato, será despedida y deberá recompensar una suma de cien mil dolares como pago por las pérdidas ocasionadas a la empresa.- me dice el que creo que es el abogado.
-Te puedes ir.- me dicen y yo solo hago lo qu eme dicen, salgo de esa oficina aturdida, de un día para el otro sin trabajo y con una deuda que pagar. Siento que me toman por el brazo y me llevan a otra oficina, la sala de juntas.
-Aquí tienes, este es un cheque de cincuenta mil pesos, pagas la cifra que le debes a la empresa y te quedas con dinero para ti.- dice Paula.
-Todo esto es por tu culpa.- le acuso- sabes bien que ese sobre eran favores que te hacía a ti.-
-Lo se y lo siento pero no puedo dejar que me despidan.-
- Y yo sí.Eso no es justo.-
-La vida no es justa.- me mete en cheque el bolsillo de mi falda.- Vete en silencio, después de todo ahí tienes dinero suficiente para mantenerte mientras buscas otro trabajo. Y sin más se va dejándome impotente en aquella sala..
Por inercia salgo de aquel lugar y sin saber cómo ya estaba en mi apartamento. Cierro la puerta, voy a mi habitación y me lanzo en mi cama recordando todo lo duro que he trabajado para perderlo así en un abrir y cerrar de ojos por una canallada de otra persona. Es injusto que existan personas así en este mundo, que inculpan a personas inocentes para salir ellos impune de castigo alguno.
-Shiii, estás bien.?-siento la voz de Erica a mi lado. Levanto la cabeza y por lo que veo a mi alrededor me quedé dormida.
-Me asusté cuando vi que no me mandaste la cena así que dejé todo y pedí un taxi, te llamé pero no me contestabas. Qué pasó.- y como si todavía me quedaran lágrimas que derramar seguí llorando.
Momentos después que me calmara le conté todo, mi amiga se puso como una fiera.
-NO puedo hacer nada?- me quejo
-Pero claro que puedes. Saca una copia de todas tus transacciones bancarias, demuestra que la mayoría de esas melodías son tuyas y no te tu jefa y enseña ese cheque que para rematar está a su nombre.-
-Pero y las fotos?-
-Esa es la parte más difícil pero ha de haber una forma de demostrar que esos sobres no eran tuyos.- y me viene a la cabeza las cintas de seguridad, en mi oficina hay cámaras de seguridad, en ellas ha de haber pruebas mías entrando y saliendo de la oficina de mi jefa cuando iba y recogía aquellas carpetas..
Juntas empezamos a ver de que forma podía desenmascarar a Paula y hacer que cada uno de los insultos recibidos por el señor Wolf regresen a él...
Mi abuelita me decía que en esta vida había que ser amable con todo el mundo ya que uno no sabe el día en el que podamos necesitar de otros. Seamos sinceros con nuestra amabilidad y seremos recompensados, por mi parte lo he podido comprobar. En el año que llevaba trabajando socialicé con personas que casi todo el mundo les daba de lado, no por interés sino porque en verdad son personas muy agradables.
Al día siguiente de ser despedida fui al banco y saqué todos los movimientos realizados en mis cuentas bancarias. Llamé al señor José y le dije que necesitaba hablar con él, me dijo que podíamos quedar en una cafetería que quedaba en el centro a eso de las cinco de la tarde, después que el terminara su jornada laborar.
Llegué a la cafetería que habíamos acordado antes que él y unos diez minutos de estar esperando llega José. Al verme me sonríe, llega a donde estoy, me da un beso y se sienta frente a mi.
-Me sorprendió el que me llamaras- me dice con una sonrisa que deja relucir sus dientes pero al momento se desparece y veo como su rostro de felicidad cambia a uno de lástima, extiende sus manos y toma las mías que están encima de la mesa.- Mi niña, me enteré de lo que pasó, ya el rumor se esparció por toda la empresa.- y mi corazón se empieza a estrujar. -Es una injusticia lo que hicieron contigo.-
-Me crees inocente?- le pregunto mientras mi garganta se empieza a cerrar.
-Claro que sí.- me da unas palmadas en mis manos.- eso no tengo que ni pensarlo,tú serías incapaz de hacer algo como eso.- y siento un gran alvio, necesitaba que alguien parte de Eric me dijera que confiaba en mi.
La conversación se ve interrumpida por la mesera para pedir nuestra orden, una vez hecho el pedido continuamos hablando.
-Yo no lo hice pero necesito pruebas de que yo no fui.-
-En que te puedo ayudar- me da pena pedirle este favor pero lo necesito.
-Quería ver si de alguna forma me puedes hacer llegar las imágenes de mi oficina. En ella se ven que yo salgo de la oficina de la Señorita López con un sobre. No aparece una sola vez, son como tres o cuatro ocasiones.-
-Puedo hacerlo, pero sería mucho mejor que tuviera las fechas de esos días. De esa forma iríamos directo y nos ahorraríamos tiempo.-
-En mi agenda han de estar los días, yo busco y después en un mensaje te digo los días.-
-No hay problema, tu envíame los días y yo me encargo de lo otro-
Nos quedamos un rato más hablando sobre su familia y también sobre lo que pensaba hacer, José estuvo de acuerdo en cada paso que quería dar pero no se abstuvo de darme consejos sobre cómo sería mejor actuar. Eso si, me aconsejó que tratara de hacer todo lo más rápido que pudiera, para que no se generara tanta controversia.
Para ser sincera esa controversia es la que de verdad me gustaría generar, quería vengarme de ellos, pero no soy así y de dar ese paso me convertiría en una persona que no quiero ser. Mi propósito es limpiar mi nombre y más nada..
Al ir llagando a mi edificio veo la razón por la cual mi querida amiga me dijo que no necesitaba que la fuera a buscar. Erica, mi amiga Eric se va bajando de un coche sumamente elegante, fue una pena el que no pudiera ver quién conducía. Ella al notar mi presencia me sonríe y yo solo inclino una de mis cejas de forma interrogante.
Al llegar a donde ella, entrelaza nuestros brazos y me hala para que entre al edificio, yo solo niego con la cabeza y nos empezaos a reír. Llegamos al apartamento, ella sigue sin decir una sola palabra, está esperando a que le pregunte, la conozco.
-Y bien.-
-Un amigo- dice encogiéndose de hombros como para restarle importancia, pero eso a mi no me engaña.
-Ericaaaa- digo y ella solo se ríe.
-Lo conocí hoy, un encuentro tipo novela.- empieza su relato mientras se empieza a quitarlos zapatos y yo voy en busca de unas cervezas.- Al llegar esta mañana a la empresa el hombre por poco me pasa por arriba con su auto.- Y empieza a reírse.- Si vez la cara que tenía el pobre. Era un papasito, yo en el piso y al ver ese hombre de pie sobre mi lo único que pude decir fue. “Diosito, si este es el infierno, no te equivocaste al enviarme aquí”- al escucharle decir eso por poco escupo lo que tenía en mi boca.- En serio Davi, tremendo hombre.- pone ojos soñadores- Bueno ahí me pidió disculpas y todo lo otro que se pregunta cuando uno se encuentra en esa situación. Al asegurarse que estaba bien siguió su camino y yo por el mío-
-A ti nada más te pasan esas cosas. Y cómo es que a esta hora el compañero ese te trae a las puertas de tu casa.- le pregunto
-Por la tarde por poco me vuelve a pasar por arriba.-
-Nooooo- mientras pongo cara de sorpresa... Exagerada, muy exagerada
-Siiiiii-
Y nos empezamos a reír...
-De verdad, lo que en esta ocasión me pidió que lo acompañara a tomar algo como muestra de disculpa y acepté.. Allí hablamos sobre cosas superficiales, cuando terminamos de comer lo que pedimos se ofreció a traerme y pos hay que ahorrar combustible.- y me hace una seña mientras se empina su lata, yo solo niego con mi cabeza y la copio. Es una fresca mi amiga, buena persona, pero fresca en un final.
-Intercambiaron número?-
-Pos claro, él quería saber si en algún momento en el futuro padecía de algo- y se empezó a reír haciendo que yo la secundara.-Y tú qué, lograste hacer algo?- me pregunta.
-Sí, tengo que enviar las fechas de los días en los que Paula me mandó a esos recados y yo le entregaba a ella lo que me daban para que le regresara.-
La muy cínica, no solo te roba tus ideas sino que también te mete en semejante lío.- expresa mi amigo con odio.
-Tengo que empezara buscar trabajo-
-Ellos no te deberían de reincorporar cuando vean que eres inocente?-
-Si, lo más seguro es que me reincorporaran pero no se si estaría cómoda en una empresa donde no me dan ni un solo momento para defender mi postura.-
-Te entiendo.- me mira
-Venga di lo que quieres decir.- y suspira.
-Entiendo cómo te haz de sentir pero la cosa no está muy fácil para conseguir trabajo, lo que podrías encontrar son puestos en discotecas y esos lugares que no te gustan ni un pelo.- y tiene razón. -Como dirías tú, el 98 por ciento de las personas en New York se encuentran teniendo hasta dos trabajos para poder mantenerse.- se burla y nos reímos.
Seguimos así durante un buen tiempo hasta que decidimos bañarno y como ninguna de las dos tenemos deseos de cocinar pedimos comida china y pizza. Al terminar de comer entre ira y vuelta son las nueve de la noche, le digo a Eric que tengo que ponerme a buscar esas fechas, me despido de ella y le doy las buenas noches.
Me resultó bastante fácil el poder encontrar las fechas ya que esos días fueron bastante ajetreados y para que no se me olvidara nada apuntaba los compromisos en la agenda, suelte la mía. Envío el mensaje y me preparo para dormir.
Al acostarme pienso en lo que hablé con Eric sobre el trabajo y la verdad es que en estos días el poder encontrar trabajo es sumamente difícil. Si después de presentar las pruebas de mi inocencia me quieren reincorporar me quedaría con mi trabajo, si no lo hacen y me dicen de compensarme ya se que pedir...
Dando vueltas y vueltas en el asunto sin querer me quedo dormida y sueño con ese ser, con ese hombre que aunque no lo recuerdo es el amor de mi vida, lo sé y lo siento en mi corazón...
-Hace tiempo que no vienes por aquí- me dice con esa voz que sale algo distorsionada.
-Lo siento, al parecer con tantos problemas cuando duermo ni sueño.- digo con lastimosamente.
-No te preocupes, lo entiendo.- me hace seña de que me siente a su lado y lo hago. El paisaje de hoy es una playa, estamos en la arena sentados y escuchamos las olas del mar.
-No quiero que me acusen de ir en contra de la ley- le digo mientras miro en su dirección. Como siempre puedo ver su sonrisa pero nunca su rostro, ese sigue siendo desconocido para mi.
-Lo se mi amor, pero tranquila yo nunca..- y lo veo mover sus labios pero no puedo escuchar lo que me dice.
-Qué?- le pegunto y soy cada vez más consiente de que me estoy despertando.
-Es hora de despertar.- y siento su mano recorrer mi mejilla.
-No quiero dejarte, me gusta estar aquí contigo.-
-Solo soy la imagen de un recuerdo perdido.- y niego
-No me importa, cuando te veo siento que estoy en paz.- le digo mientras siento mis lágrimas mojar mi mejilla.
-No llores mi niña.-
-Por qué no te recuerdo, porqué te tuviste que ir y llevar mis recuerdos.- le acuso, pero como siempre él me sonríe.
-No me recuerdas porque todavía no es momento de que recuerdes.- Se inclina y me besa mi frente.- Regresa mi niña, volveremos a vernos pronto pero antes tienes algo que resolver.- dice mientras me voy alejando de ese recuerdo, de la única persona que amado en mi vida, aunque no lo recuerde por completo.