Capitulo 2
Me quede embelesada mirándolo, 1,80 de alto más o menos, tez blanca, cabello negro, tan oscuro como esa noche, y esos ojos azules o ¿son grises?, era como si agarran todos mis personajes literarios favoritos, los metieran en una batidora y lo crearan a él, estaba, pero para chuparse los dedos.
Alec empezó a fruncir el ceño y me di cuenta que no había respondido nada.
— Señorita ¿me escucho? vine por Mateo.
— Si señor Garza pase adelante, Mateo está en el estudio viendo una película, ya le aviso que usted llego.
Entro a la casa caminando lo más rápido que podía, me moría de la vergüenza.
— Mateo bebé tu papá vino por ti — Mateo salió del estudio con una gran sonrisa gritando ¡lolito llegaste!
— Silencio Mateo, no debes gritar te lo he dicho ya es tarde ve por tus cosas — le ordena, okay y este hombre quién se ha creído ¿Por qué lo trata así?, inmediatamente el semblante de Mateo cambió y corrió a mi habitación a recoger sus cosas.
— Discúlpeme un momento señor Garza — me escusó para seguir a Mateo, entro a mi habitación y él está guardando su uniforme en su bolsito de oso panda, pero note que su seño estaba fruncido.
— ¿Qué sucede bebe? — le pregunto mientras sostengo su pequeño rostro entre mis manos.
— Él no me quiele siemple está enojado y ahola mi ninela se fue y toy solito — sin aviso empezó a sollozar sin dejar de guardar sus cosas, mi corazón se rompio.
— Ey bebé no digas que no te quiere claro que lo hace, pero hay personas que son muy gruñonas y además no estás solo jovencito ¿Dylan y yo qué? — Mateo me mira con sus hermosos ojos azules llenos de lágrimas y trata de sonreír, me abraza fuerte y yo sentía mi corazón cada vez más chiquito, sin evitarlo las palabras salieron de mi boca.
— ¿Te gustaría que yo te cuidara todos los días? — sus ojos se iluminaron con emoción, pero luego negó con su cabecita.
— Lolito no va a quelel Nani, es una mala idea— sentencia sin intentarlo, esto esta muy mal ningun niño deber ser así, es como si no tuviera esperanzas.
— No seas negativo ¿te gustaría que te cuidara o no cielo?
— Ay nani clalo que si, selia diveltido tooodoos los días — responde agitando sus bracitos en el aire.
— Bueno entonces hablemos con él y lo convencemos.
— Está bien — Recojo el bolso, lo cargo en mis brazos y salimos a la sala para mi sorpresa mi cuñada y Amy estaban instaladas hablando y tomando café con él ahora señor gruñón, pero a ellas les estaba regalando una enorme sonrisa si no es porque lo estoy viendo no me lo creo.
— Permiso, siento interrumpir señor Garza Mateo está listo — Alec me mira con desdén y se voltea hacia ellas.
— Bueno ha sido un placer conocerlas, gracias por el delicioso café — les dice y estrecha su mano con las de ellas.
Robyn estaba del color del comunismo y Amy sonriendo estúpidamente, a mi empezaba a caerme mal el señor ¿sexy? Uff claro que sí, pero grosero a fin de cuentas.
Camine con Mateo en mis brazos hasta llegar a la puerta de entrada me gire para que él lo cargara.
— No, bájelo él sabe caminar señorita Ruiz — dice dando un paso atrás.
— Increíble de verdad — murmuro bajito.
— ¿Cómo?
— Nada olvídelo, Mateo almorzó bien comió pollo con puré y plátano, lo bañe y durmió su siesta hace un rato merendó leche y galletas, me fije en su cuaderno y su maestra no mando ninguna actividad así que está listo para cenar y dormir — le informo porque al parecer ni le interesa, no me ha preguntado nada.
— Perfecto, gracias por cuidarlo y lamento las molestias — Toma la mano de Mateo y comienza a caminar hacia su casa.
— De hecho señor Garza — lo detengo, es momento de hacer mi propuesta — quería proponerle algo.
Él se detuvo y me miro serio, siempre me miraba directo a los ojos y eso me ponía de los nervios, como si estuviera presentando un examen odio a este hombre.
— Usted dirá señorita — respiro hondo y hablo.
— Bueno en vista de que Mateo no tiene niñera yo podría ayudarlo durante un tiempo mientras usted busca a la persona adecuada, yo cuido de mi sobrino así que por mí no hay inconveniente, ellos van a la misma escuela y practican natación los mismos días en el mismo lugar, no sé si le parecería bien — acepta, por favor.
— ¿y usted no trabaja señorita? — El tono despectivo con el que me lo dijo, como si yo soy un parasito, ¿acaso tú me mantienes idiota?, respira Hannah respira, que esto es por Mateo.
— Si señor Garza, tengo mi propio estudio fotográfico y lo extraordinario de ser la jefa es que manejo mi propio horario, así que eso es lo de menos — Le hable tan déspota como el a mí, aaaaa y muérete que levante mi ceja izquierda a lo Kim Kardashian, ¡para que aprendas!
— Bien, entonces ¿cuánto cobraría usted por cuidarlo?
— Nada, si me ofrezco es porque quiero a Mateo y no me pesa cuidarlo — imbécil A MI NO ME PESA CUIDARLO, pero a ti parece que sí.
— Bueno pues piense una tarifa, a mí no me gusta deber favores — Hice una respiración profunda, señor dame paz DAME PAZ, la necesito ahora o voy a degollarlo con mis manos, lo juró.
— Pues ponga usted el precio señor garza, lo que sea está bien, total las cosas por amor no tienen un precio — Me baje a la altura de Mateo y le di un beso en su cabecita.
— Buenas noches bebe, duerme bien en tu mochila esta mi tarjeta con mi número telefónico cualquier cosa dile a lolito que me llame — Y sin esperar respuesta entre a mi casa y cerré la puerta.
¡JAQUEMATE GARZA, EN TU NARIZ!