Librería
Español
Capítulos
Ajuste

Capítulo 2

Sophie

Cuando estaba pensando en venir por esta carretera con un Lamborghini, esto es lo que me pasa por la cabeza cuando miro el coche atascado en el barro.

Porque siempre tengo que contradecir a todos, si hubiera venido en helicóptero con los demás, no estaría pasando por esta vergüenza.

Ya sé lo que va a decir papá "te dije mi princesa que no era buena idea" y eso es lo que en realidad dijo cuando se fue con el auto, y como terca que soy no escuché, ahora yo' Estoy atrapado aquí.

Por este camino nadie pasa, al menos hasta ahora solo veo un cañaveral, yerba y tierra, sé que estoy cerca de la sede de la nueva planta que mi padre adquirió hace poco, pero andar ahí con estos tacones me va a matar. pies y mi celular no tiene red para hacer una llamada para pedir ayuda.

Tal vez sea el universo conspirando en mi contra.

Un rubio bajito emerge de en medio del bosque donde hay un edificio antiguo que los empleados de la Planta dijeron que estaba desactivado, ¿será algún tipo de fantasma?

¿De dónde salió esta mujer?

¿Son verdaderas las historias que cuenta la gente?

Se me acercó y me miró con esa cara que pondría papá si me viera aquí en esta situación con el carro, dijo que se llamaba Helena y que me podía ayudar con el carro.

Y para mi suerte, Helena no es un embrujo, sino la ayuda que envió Dios, le pedí que pasara por la planta para avisarle a papá que estaba bien y que iba a recorrer los alrededores con mi nueva ´´amiga` `, por supuesto que inventaría alguna historia para que no dijera que tenía razón acerca de que llegué con mi auto y me quedé atascado.

- Helena, ¿siempre has vivido aquí?

– digo luego de subirme al auto de Helena, muy simple por cierto, noté que no creo que haya ni aire acondicionado porque las ventanas estaban abiertas y una nube de polvo se apoderó del interior del auto.

-  Viví aquí con mis padres en la finca y me fui después de que salí con un idiota y cuando me engañó me fui, fui a la universidad, me gradué en decoración de interiores y soy socio en una tienda en un centro comercial en una ciudad cerca, Vanessa y yo – dijo con una sonrisa – nos conocimos en la universidad en un mal momento de mi vida y ella fue fundamental para que yo no entrara en una depresión como esa, Vanessa tiene una luz que irradia, parece que le quita todo lo malo que hay en una persona, parece una esponja.

- Que bueno Helena que encontraste una amiga tan especial como Vanessa, a veces las malas etapas nos hacen encontrar buenas personas en nuestro camino, la luz que necesitamos.

- Si y Vanessa era mi luz - Estábamos llegando a la sede de la planta - Llegamos a la planta, quieres que te espere para ir a tu casa o si quieres se lo pido a mi padre y a mi hermano y te remolcan el auto hasta aquí , pero si quieres visitar nuestra humilde casa, serás muy bienvenido.

- Me esperaras seguro, o mejor entremos conmigo y ya conoces a mi padre y a Raj que creo que esta aqui tambien has conocido a un Sheik?

¿Que crees?

Vamos, a papá le encantará conocerte.

Helena tenía un poco de miedo de ir conmigo a conocer a papá, pero fue, creo que la curiosidad habló más fuerte para conocer a Sheik, todos aquí en Brasil piensan que es un anciano con un vestido blanco.

Había estado en el molino antes, no soy una cara bonita que gasta el dinero de papá como todos piensan, también trabajo duro, tengo acciones en la empresa y me ocupo de la parte de marketing de la empresa de papá y Sheik's Holding.

Entrando a la planta fuimos directo a las oficinas de administración, y pude ver que Helena conocía a mucha gente allí, en especial a la secretaria Doña Carmem, después de un largo abrazo de los dos vi a papá y Raj, él como siempre con su mirada altiva como si el mundo vivía delante de sus narices, rodeado de sus ayudantes, miró a Helena de arriba abajo, ojalá no se haya metido con la pobre, y se fue directo a la sala de juntas con su gente, menos mal que no dijo nada.

Papá cuando me vio vino a mi encuentro.

- Tenía mis dudas de que llegarías aquí con tu coche, mi princesa – dándole una sonrisa burlona.

"Papá", dijo, regañándolo.

- Hija mía, ya has visto cómo están las carreteras aquí, no estamos en Europa, qué bueno que llegaste, ya estaba preocupado por tu retraso - dijo en un portugués casi perfecto.

- Estoy aquí, y mi auto es genial - Tomé la mano de papá tirando de él - Quiero que conozcas a mi nueva amiga Helena.

- Un placer, señor - dijo Helena con vergüenza.

- Hija mía, ¿dónde encontraste una nueva amiga tan hermosa como Helena en poco tiempo?

- Dijo besando la mano de Helena y haciéndola sonrojar - Y no me llames señor somos casi de la misma edad.

- Tenía un problema... - Corté la respuesta de Helena, para que papá no supiera lo de mi auto.

- Bueno, papá no importa cómo, pero encontré a esta persona maravillosa, sabía que ella y sus padres viven en un lugar aquí al lado de la planta y me invitaron a conocer.

- Que maravilla, si mi princesa ve y aprovecha para conocer más de Brasil y los alrededores de la planta - mirando a Helena - Fue un placer conocerte Helena, de verdad necesito ir, tenemos una reunión, necesito para volver a São Paulo hoy  - Papá tomó la mano de Helena y la besó - La hija invita a Helena al baile, nos vamos hoy pero si prefieres ir mañana el jet estará a tu disposición, puedo volver con Raj, y Helena una vez más fue un gran placer, los espero en el baile, disculpe mis queridos - dijo y se fue.

—Como tu padre es un caballero —dijo doña Carmen con los ojos brillantes—.

- ¿Y como es?

- dije riendo.

- Doña Carmem, fue un placer volver a verla - Helena se despedía de la secretaria - Pase por el lugar a tomar un café, será un placer - volteándose hacia mí me dijo - Vamos Sophie mamá estará preocupada porque me estoy tomando tiempo

- Vamos, hasta luego doña Carmen.

– y así salimos de la planta despidiéndonos de la amable secretaria.

Ya en el carro pequeño de Helena de nuevo, hice una nota mental para enviarle un carro de regalo a mi nueva amiga, un poco más grande y con al menos un aire acondicionado porque el calor de Brasil y sin aire acondicionado en el carro es para hacerle daño a la gente .

Estaba observando el paisaje del campo de caña de azúcar frente a nosotros, y mirando la inmensidad de la tierra de la planta, que ahora nos pertenecía a nosotros y a Raj y cómo podíamos ayudar a muchas familias que vivían allí en esa región.

- ¿Qué piensa tanto esa cabecita rubia, Sophie?

- Que si hubiera venido en helicóptero con ellos, nuestros caminos no se habrían cruzado, es gracioso como el universo nos está poniendo algunos obstáculos para encontrar a las personas en nuestra vida.

- Tengo que estar de acuerdo contigo, si no fuera por tu idea nunca nos encontraríamos - Helena señaló hacia el lado derecho y dijo - Ya vamos - y pude ver una hermosa casa blanca hecha de madera y ventanas azules. parecía que la casa era una casa de muñecas, estaba realmente encantada.

- Ya llegamos, ahora vas a tener tu primera experiencia y abres el portón - dijo riendo, y fui a tener mi experiencia y después de varios intentos logré abrir el candado que cerraba el gran portón de madera.

Llegamos al lugar donde Helena vivió la mayor parte de su vida, sus padres vinieron a saludarnos y el padre de Helena dijo que recogería mi carro y lo dejaría en la planta y que un amigo suyo de la ciudad que tenía una grúa lo haría. llévalo a mi hotel hoy.

He aquí, aparece un dios griego, que me quitó el aliento, que hombre más hermoso y seductor, ya había visto hombres maravillosos en mi vida, nada más como este hombre, ese aire salvaje era algo que nunca me había llamado tanto la atención.

- Sophie, este es mi hermano, Pedro.

Su sombrero y ropa, la forma en que caminaba, sus botas, todo gritaba por mi atención.

El dios vaquero griego.

Pedro hasta su nombre sonaba hermoso con mi voz cuando susurraba, se acerco a mi con cara de travieso, sin apartar la mirada, tomo el mio y apretaba fuerte, no sabia que yo ya tenia mojadas las bragas pensando en esas manos que podia hacer .

- ¿Dónde encontraste a esta francesa?

Debe ser la gente nueva de la planta junto con el Sheik que quiere acabar con los trabajadores - mirándome de arriba abajo - no sé ni por qué vinieron a traer a esta gente aquí Helena, en unos días están queriendo nuestras tierras como lo hicieron con los Moreira.

Me disgustan estos ricos que creen que gobiernan el mundo.

Su madre, una señora muy linda, todavía joven, doña Paula, se peleó con su hijo.

- Ten respeto por la niña, Pedro.

- No le hagas caso a Pedro, solo está enojado por las compras de terrenos que ha hecho la usina - dijo Antônio.

Y Antônio, una versión mayor de su hijo, llamó a Pedro, que de mala gana empezó a murmurar, para que fuera a buscar el tractor para sacar mi carro del lugar donde yo estaba, le di la llave a Pedro, que me tocó la mano y ocurrió un susto. entre nosotros pude ver que él también lo sentía, llevarían mi carro a la planta y esperarían al que tenía el camión que lo podía llevar a la ciudad.

La casa era muy bonita, limpia y sencilla, pero se notaba que esa casa tenía un amor y un cariño que tal vez, nuestra mansión nunca más volvió a tener después de que mamá se fue y papá y yo nos aferramos cada uno a nuestro trabajo para superar su pérdida. .

Doña Paula me ofreció un café y unas galletas que ella misma hizo, nos sentamos en la cocina, y nos quedamos ahí platicando, parecía que yo ya era parte de esa familia, le conté que papá había comprado la planta, junto con Sheik, y que venía a hacer la primera visita a tu nueva compra.

Mi padre y yo ya estábamos aquí en Brasil desde hace algún tiempo, encargándonos de la compra de la planta.

Pero volveríamos a São Paulo, para un evento benéfico, en dos días.

- Helena me acompañará al evento, ¿no? - dije aplaudiendo - Vamos a volver aquí, el domingo por la noche, sería tan lindo tener un amigo. Me siento tan solo en estos eventos, vamos. Dije haciendo pucheros - Papá va a eventos por el negocio y yo por obligación.

- Imagínate, Sophie, no tengo dinero, y ni siquiera tengo ropa para eso, me imagino lo chic que deben ser estas cosas.

- Iremos en jet, y te prestaré un vestido.

- Sophie, tus vestidos no me quedan ni en la pierna - se rió Helena - Y no puedo permitirme comprar estos lujosos vestidos.

- Nos quedaremos en uno de nuestros hoteles, y arreglaremos el vestido, vamos y me haces compañía.

Por favor.

No tendrás costo.

- Hija, por qué no te vas con ella, en verdad estás de vacaciones y un viaje en jet a São Paulo no está nada mal - dijo doña Paula animando a Helena - No me lo perdería por nada.

- Mamá, pero vine a quedarme contigo, y me voy de viaje.

- Anda hija mía, aprovecha esta oportunidad, esta es una vez en la vida - Doña Paula le sonrió a Helena - Y estaremos aquí como siempre y es solo por unos días.

- Bueno, como no me lo voy a gastar, te acompaño, pero me quedo en el hotel porque no tengo vestido.

- Oh, bien, Helena, va a ser muy divertido - le dije a Helena aplaudiendo - El vestido te lo arreglamos en un abrir y cerrar de ojos, no faltan tiendas en São Paulo.

- Imagina que aceptaré eso, estos vestidos son absurdamente caros.

- Será un regalo por ayudarme y no darle el brazo a papá y Raj.

Descarga la aplicación ahora para recibir recompensas
Escanea el código QR para descargar la aplicación Hinovel.