Librería
Español
Capítulos
Ajuste

Capítulo 3

— ¿Quién soy? — me pregunta acercándose y susurrando a mi oído, siento su respiración en mi mejilla, sabe que me incomoda que haga eso.

— Seguramente no sabrá quien eres — dice Rebeca en modo sarcástico.

— Deja que ella diga — responde el dichoso chico misterioso.

— Déjame pensar — dije fingiendo como si no supiera, siguiéndole el juego a mi queridísimo mejor amigo. — ¡Ya sé!, eres Jack, no, no, eres… Francis, no, no, tampoco. Mmm... déjame pensar. ¡¡¡Ya sé!!!, eres mi queridísimo, gran y mejor amigo, Liam Lewis — me volteo y lo veo, está algo serio, yo mientras le sonrío.

— ¡Cómo es posible que hayas nombrado a esos dos primero que a mí!, no es justo — se me queda viendo serio. Me levanto, me acerco a él y lo abrazo. Le llego al hombro ya que el es muy alto. Pongo mi cabeza en uno de sus hombros mientras lo abrazo.

— Hola, gruñón — lo aprieto en un fuerte abrazo y siento que su cuerpo se relaja y me rodea con sus brazos por la espalda.

— Hola, extraña — me dice al oído, así me dice cuando disque lo confundo con alguien más.

— No te enojes Liam, sabes muy bien que tú eres su mejor amigo, los demás son sólo compañeros — le dice Rebeca riéndose. Eso lo tomé como sarcasmo.

Liam es mi mejor amigo, siempre lo ha sido y así será por siempre. Aunque para él yo signifique más que una mejor amiga. Él me quiere de otra forma, una forma que yo no correspondí, ni corresponderé.

Aunque me duela, no puedo por más que quiera, no siento otro cariño por él que no sea de amigo. No es que no sea guapo, al contrario, lo es y mucho. Es alto, de complexión algo fornida ya que hace deportes y se cuida mucho, su cabello es castaño claro casi rubio y tiene unos bonitos ojos color miel. Es muy atractivo, muchas chicas andan detrás de él, pero no les hace caso. Aun así, no me gusta como novio o pareja, nunca me he enamorado, y creo que nunca me enamoraré de él, ya que llevo conociéndolo por varios años y siempre lo he querido como mi amigo. Yo sé de sus sentimientos hacia mí porque un día algo ya lejano se me declaró y no solo eso, me robó mi primer y único beso.

Eso pasó antes de que yo entrara a la Universidad, hace como tres años. Él ya estudiaba aquí, me lleva dos años. Actualmente tiene 25 años.

Ese día me gradué de enfermería, ya que tomé un curso durante tres años después de salir del instituto. Él llego con un ramo de rosas, me invitó a cenar, pero le dije que no podía ya que me esperaban mis hermanitos en casa. Él sabía de ellos y de la situación, pero decía que me merecía una salida tan siquiera ese día porque era especial. Tuve que pedirle el favor a Olivia y por supuesto no se negó, ya que ella quería que saliera y, sobre todo, con algún chico y más si era él, ya que lo conocía y sabía que era un buen chico.

Me llevó a cenar a un lugar sencillo y bonito. Él siempre ha sabido mis gustos, me conoce muy bien. Esa tarde fue muy bonita e importante para mí porque la pasé con mi mejor amigo. Hasta que llegó el momento de su confesión: me dijo lo que sentía, que llevaba ya tiempo enamorado de mí, pero que sólo estaba esperando el momento adecuado para confesarse. Al momento de decirme sus sentimientos, no me dio tiempo de responderle cuando ya estaban sus labios pegados a los míos. Me congelé de la impresión y confusión, y claro estaba que no correspondí su beso. Él rápidamente se alejó de mí como si lo hubiera quemado, yo me quedé viéndolo a los ojos mientras él se veía apenado. Fue la primera vez que Liam me dio lástima y tristeza. Verlo así; no podía mentirle y no era justo para él ilusionarlo.

Esa tarde le dejé claro lo que sentía por él y que no lo quería perder como amigo por no corresponderle como él quería. Sé que lo lastimé ese día, pero más hubiera dolido si le hubiese dado esperanzas, algo que nunca iba a pasar.

Ya han pasado tres años de ese día. Muchos dirían que ya lo superó, pero no es así. Por más que le dije que saliera con chicas y se diera la oportunidad de volverse a enamorar de alguien más, no me hace caso, sigue aferrado a sus sentimientos hacia mí. Dice que la esperanza muere al último, lo que más me duele es que él mismo se esta haciendo daño. A veces hasta he pensado en decirle que sí, sólo para hacerlo feliz, pero me pongo a pensar en mi vida y todo, y digo — él se merece a alguien mejor, yo nunca lo podré hacer feliz — sé que algún día superará esos sentimientos y encontrará a esa chica que se lo merezca y lo haga muy feliz.

                             *****

 

Salgo de clases y me dirijo a la parada del bus, veo a Liam y Rebeca caminar hacia mí. Rebeca grita mi nombre antes de llegar conmigo.

— ¿Te llevo? — me pregunta.

— No, sabes que no es necesario, aparte es muy peligroso que andes en ese auto — señalo su auto estacionado a poca distancia de nosotros. — Por esos rumbos es peligroso cuando estás en mi barrio sola — ella sólo hace un gesto de mal gusto.

— Pero yo sí puedo llevarte — responde Liam antes que mi amiga.

— Saben bien que no me gusta que vayan a ese barrio en sus autos, tengo miedo de que algo malo les pase — ellos siempre se ofrecen a llevarme, pero yo me niego diciéndoles lo peligroso que son esos rumbos para las personas como ellos con dinero. Aparte de que temo quedarme a solas con Liam, ya que cuando eso sucede saca la plática de que quiere una oportunidad y me duele estarlo rechazando siempre.

— ¡Ay! No exageres, ¿quién se va a querer meter con este fortachón, alto y guapo? — dice Rebeca agarrándose del brazo de Liam. Qué bonita pareja hacen, si Liam se fijara en ella, todo seria mejor. Yo sería la persona más feliz del mundo por ver a mis mejores amigos juntos y enamorados.

— Sí, di que sí, sirve que te ahorras el bus de regreso a tu casa — Liam dice sonriendo, yo sólo suspiro.

— Está bien — le respondo.

Me despido de Rebeca con un beso en la mejilla y ella se va a su auto. Yo me dirijo con Liam al suyo, él pone su brazo sobre mis hombros, algo que siempre hace cuando caminamos juntos. Al llegar a su auto me abre la puerta, como siempre de caballeroso, y subo, después él lo hace del otro lado.

Al llegar a mi barrio veo por todos lados, ya que sé quienes son algunos de los delincuentes de ahí, y checo que no anden merodeando.

Liam estaciona el auto lo más cerca de los departamentos donde vivo y después se voltea hacia mí.

— Bueno, ya llegamos señorita Smith. Llegó a su destino sana y salva, la dejaré en la puerta de su casa como lo que es, una princesa — dice alegre.

— No es necesario, mejor yo me bajo y espero a que salgas de aquí, así sirve que vigilo que no te pase nada.

— ¿Qué?, así no funciona esto, yo soy un caballero, yo tengo que esperar a que tu entres sana y salva por esa puerta antes de irme — dice molesto.

— Liam... Sabes que no es necesario, peligras más tú, que yo — le digo seria cruzándome de brazos. — Bueno me voy, nos vemos luego — pero antes de que me acerque para darle un beso en la mejilla, se pone a hablar.

— Espera... yo… quería… — hace una larga pausa y luego continúa — quiero hablar contigo, ya sabes de qué — me ve a los ojos, pero nervioso. Ya sé a dónde va esto, conozco esas palabras y esa mirada.

— Liam yo... — me interrumpe.

— No Luciana, déjame hablar, siempre me interrumpes cuando te voy a decir esto y nunca me dejas terminar.

— Está bien, te escucho — lo veo a los ojos y vuelvo a cruzar los brazos.

— Sé que ya haz de estar harta de escucharme decir lo que siento por ti, pero quiero que sepas que siempre estaré aquí para ti, y estaré esperándote.., nunca me cansaré de que algún día llegues a quererme como yo a ti, y quiero que sepas que si llega a pasar algo, yo siempre te apoyaré, en las buenas y en las malas estaré, yo te acepto con todo lo que lleva tu vida, así te quiero, y si algún día me das la oportunidad, te aseguro que tú y tus hermanos serán siempre felices, y haré todo lo que esté en mis manos para que nada les falte, y daré lo mejor de mí siempre, lo mejor para ustedes.

Me quedo viéndolo en silencio, ya que me sorprendieron sus palabras. Es la primera vez que dice todo eso, antes solo decía que le diera una oportunidad.

— No te preocupes, no te estoy diciendo todo esto para que me respondas ahorita, si ya esperé varios años, no pasa nada si espero un tiempo más. Si aún no estás lista para una relación como me lo dijiste al principio, no importa, sabes muy bien que sé esperar.

— Liam… Yo… No sé qué decirte, sabes que no estoy enamorada de ti y... — me vuelve a interrumpir.

— No, no, yo sabré esperar, puedes darme una oportunidad, podemos intentarlo y a lo mejor con el tiempo me puedas llegar a querer - dice con una media sonrisa y algo nervioso. — Sólo piénsalo, no es necesario que me respondas ahorita, tómate tu tiempo — se acerca un poco y me da un beso en la mejilla en modo de despedida. - Hasta luego Luci — aún sigo sorprendida, pero asiento con la cabeza y salgo del auto, entro por la puerta casi corriendo.

No entiendo por qué me asustaron sus palabras, no por la parte bonita donde dijo que cuidaría de mis hermanos y de mí, si no de que siempre me estará esperando. ¿Cómo le hago entender que no le puedo corresponder como él quiere? A mi corazón no le puedo decir de quién se tiene que enamorar. Qué más quisiera poder hacerlo para corresponderle como él se lo merece.

Descarga la aplicación ahora para recibir recompensas
Escanea el código QR para descargar la aplicación Hinovel.