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Capítulo 5

-Deberán entregar un adelanto del primer capítulo la siguiente clase, pueden retirarse. -dijo el profesor Hooke antes de concluir la clase.

-Vaya suerte que te tocó con Rogan -dijo Vanesa cuando nos levantábamos para ir a la siguiente asignatura-, es bastante inteligente.

-¿Sí? -dije incrédula, Rogan no parecía ser de los que estudiaban y mucho menos inteligente.

-Tiene un promedio excelente -dijo-, espero que ese chico con el que me tocó trabajar a mí, sea al menos responsable.

Ambas miramos al chico que le había tocado a ella, era muy alto, puede que algo demacrado y atemorizante, como si las ojeras que estaban alrededor de sus ojos demostraran lo mucho que le costaba dormir, no parecía muy aplicado, pero eso pensé de Rogan, así que preferí no decir nada. Involuntariamente mis ojos giraron a donde había estado sentado Rogan cuando comenzamos a caminar a la salida, pero al parecer ya se había ido.

Me despedí de Vanesa porque yo vería una clase diferente a la suya y comencé a caminar por el pasillo, sin embargo escuché pasos apresurados a mis espaldas y giré mi cabeza justo cuando Rogan se detuvo a mi lado y me siguió el paso, su sonrisa iluminaba su rostro, sus ojos azules grisáceos pareciendo profundizarse en mis ojos, tuve que volver a mirar al frente al sentir que mi corazón se aceleró y el cosquilleo invadió mis mejillas comenzando a sonrojarme al recordar el sueño que tuve.

Debes calmarte, Moe.

No entendía por qué mi cuerpo reaccionaba así cuando lo tenía cerca, era algo que no podía controlar y me asustaba.

-Hola, Monja -dijo-. Pareces un mimo.

Entrecerré los ojos al mirarlo, me había puesto una franela blanca de delgadas líneas negras con unos blue jean y unos zapatos deportivos, al menos en mi religión podíamos vestirnos como quisiéramos siempre que fuera conservador.

-No sé si debo agradecerte porque no sé si fue un cumplido -dije apenas mirándolo.

-Tómalo como un cumplido -dijo-. Qué ironía ¿Uh? No me quieres tener cerca y ¡boom! Llega el karma y te obliga a tenerme cerca.

-No creo en el karma -dije girando los ojos-, ¿Qué quieres?

No sé por qué, pero de repente me sentía molesta.

-Desayunar. -respondió, voltee a verlo con el ceño fruncido y él agregó: - Oh, ¿Qué quiero ahora? Además de querer ir por algo de desayunar, quiero saber cuándo nos reuniremos para comenzar a hacer el proyecto del profesor Hooke.

Yo también tenía hambre, no había desayunado nada, pero tenía que entrar a mi siguiente clase, no quería llegar tarde.

Pensé por un momento ¿reunirnos?, a Brandon no le agradaría que me reuniera con Rogan, pero no tenía opción, el profesor nos había asignado juntos, además estaba estudiando y él debía comprenderlo.

-No lo sé, ¿el viernes en la biblioteca? -sugerí mirándolo de reojo, él afirmó con la cabeza.

-O el viernes en mi habitación -dijo pareciendo inocente-, podemos pedir algo para comer, ¿tal vez pizza?

Eso era cruzar los límites, de ninguna manera.

Al parecer todo el mundo sabía quién era Rogan Brown porque a medida que caminábamos varias personas lo saludaban, como si fuera una súper estrella, era muy extraño y a la vez lo hacía estúpidamente más cautivador.

-No me voy a reunir contigo en tu habitación, Rogan.

Habíamos llegado al salón donde yo vería clases, pero me detuve cerca de la puerta y me voltee hacia él, tuve que alzar la cabeza, era bastante alto para mi estatura promedio.

-¿Por qué? No voy a intentar nada contigo -dijo con desdén- Además ¿Ni siquiera podemos ser amigos?

-Es mejor que no -murmuré-, mi religión...

-No te lo permite -completó-, okey, entiendo. Pero creo que puedes pensar por ti misma, lo que quieres, lo que te conviene y lo que tú crees que es bueno.

Tomé una profunda respiración, pero no me atreví a decir nada, sabía que él tenía razón, pero era difícil cuando toda mi familia estaba en esa religión y me criaron también de esa forma, no quería decepcionar a nadie.

-¿O acaso... -continuó Rogan, sus ojos se estrecharon y bajó el tono de voz cuando se inclinó hacia mí- temes enamorarte de mí?

Sentí mis mejillas sonrojarse, ¿temía enamorarme de él? Obviamente no, pero había algo extraño que sin duda me atraía y no me agradaba, no sabía si a él le ocurría lo mismo, me sentía muy frustrada porque no podía entenderme.

-Rogan -suspiré-. Te dejaré algo claro, si nos vemos, será específicamente para hacer el proyecto, no quiero verte ni hablar contigo a menos que sea estrictamente necesario, ¿comprendes?

Él no flaqueó su sonrisa, solo se encogió de hombros y comenzó a retroceder.

-Comprendo -dijo-. Otra cosa, tienes las agujetas desatadas.

Fruncí el ceño y lo vi irse por el pasillo.

-Ajá como sea -murmuré sintiéndome agotada, cuando me voltee para entrar al salón pisé mis agujetas y caí a bruces contra el piso.

Mordí el interior de mi mejilla y me levanté con ayuda de alguien que iba pasando, vaya turbulento primer día de clases, no podía imaginar el resto del semestre.

Al salir en la tarde luego de mi primer día de clases fui a la cafetería para comprar algo para cenar, pedí algo ligero que parecía ser pan sin levadura y verduras para llevar, y mientras tanto un vaso de agua, solo necesitaba acostarme, y comenzar a investigar todas las tareas que estaban dejándome, no quería que nada se me acumulara.

-¿Moe?

Dejé el agua en la mesa y me voltee en el asiento donde esperaba mi orden, vi a una chica rubia de grandes lentes, tardé solo un momento en reconocerla, ella era Avi, amiga de Brandon, amiga mía, esa amiga que se quedó una vez en su casa y estaba segura estaba enamorada de Brandon a pesar de estar casada con otra persona. Había cambiado bastante, antes era más delgada y con el cabello muy largo.

-¿Avi? -dije sorprendida- ¿estudias aquí?

Sabía que ella se había ido un tiempo con su familia a esta ciudad de San Andrea por cosas del trabajo de su padre, pero no sabía que había comenzado la universidad, ni mucho menos que me la iba a encontrar.

-Obvio, ¿Qué otra razón tendría para estar aquí? -dijo con una ligera sonrisa- Me alegra verte, Brandon me dijo que ibas a comenzar en la universidad, no lo podía creer, ya éste es mi segundo año aquí.

Sonreí pero solo una cosa quedó rondando en mi mente, ¿Brandon le había dicho a Avi que yo iba a comenzar la universidad?, eso quería decir que se escribían, y Brandon siempre me decía con quién hablaba, o eso creí, jamás la mencionó.

El sujeto me trajo la comida y tuve que distraerme un momento para verificar que mi orden fuera tan especifica como la pedí, sin carne, sin queso, ni huevos o grasa.

-Veo que sigues guardando la dieta -comentó Avi paseando sus ojos por mi cuerpo.

En nuestra religión debíamos mantenernos saludables por eso siempre teníamos una dieta de comidas bajas en grasa y particularmente mi familia era vegetariana.

-Veo que tu no -dije forzando una sonrisa.

Yo no era cruel, pero todo de mí la rechazaba y con ella me nacía ser muy cruel. Avi soltó una leve carcajada y alzó una ceja pareciendo divertida por mi crueldad.

-¿Todavía estás resentida por lo que pasó en la casa de Brandon hace dos años? -indagó Avi alzando una ceja.

Obviamente, pero no se lo iba a decir.

Avi tomó asiento para verme del otro lado de mi mesa y dijo:

-Tal vez deberías saber toda la verdad, juramos que nunca diríamos nada pero...

Sus palabras dejaron el suspenso causando que mi curiosidad creciera ¿Qué verdad yo debía saber?, no me gustaba por donde iba esto.

-¿Pero qué? -me incliné hacia ella- ¿De qué estás hablando?

-Sabes que en nuestra religión no elegimos con quién vamos a casarnos -dijo-, no quería hacerte daño, nunca fue mi intención...

¿Qué?

-Anda al grano -la presioné-, ¿De qué estás hablando?

-Rogan y yo, nos besamos -confesó-, tenías que saberlo y ya que me odias, creo que deberías odiarme con más razones.

Sentí congelarme, ¿ella había besado a mí prometido? Mi mirada se fijó en su rostro intentando saber si estaba bromeando, pero al parecer, no era así.

-No me mientas -dije sintiendo un nudo en la garganta.

Brandon me juró ante el Supremo que Avi durmió en la habitación de huéspedes y se fue por la mañana, incluso me dijo que ni habló con ella, que era imposible que él en ese tiempo teniendo quince años le interesara alguien de dieciocho como Avi.

-No tengo por qué mentirte -dijo-. Estoy casada, y creo que si tú también lo harás deberías saber a quién tienes a tu lado.

-No te creo -dije, pero una parte de mí sabía que era verdad, tal vez siempre supe que algo había ocurrido-. ¿Por qué harías algo así? Está prohibido.

Estaban prohibidos los besos, caricias, relaciones sexuales entre parejas, mucho menos con personas que ya tenían pareja. Además, su esposo Arturo era una completa joya, casto, puro y con sentimientos hermosos, ¿por qué le hizo tal cosa?

-Tal vez por eso, porque estaba prohibido -murmuró-. Yo fui sincera con mi esposo y le dije lo que ocurrió, me perdonó, y creo que tú merecías saberlo, tienes un alma buena.

-Qué considerada -dije con sarcasmo, mi voz había subido una octava llamando la atención de algunos en el lugar-, ¿Por qué hiciste eso? ¿Por qué arriesgarte a romper tu compromiso y el mío?

Mi pecho estaba ardiendo, el dolor de cabeza comenzaba a intensificarse, tenía tantas ganas de agarrarla por su perfecto cabello rubio y jalarlo.

-Siempre me gustó Brandon -dijo-, creí que estando con él podía hacer que nos obligaran a unirnos, pero obviamente no fue así. Cuando estaba en su casa, lo admito, yo lo besé, pero él...

-Tú lo besaste -interrumpí repitiendo sus palabras, las lágrimas comenzaban a llenar mis ojos-, tú.

Brandon no había guardado su primer beso para mí, se suponía que nuestro primer beso sería en el altar, ambos, me sentía engañada.

-Pero... -comenzó a decir Avi.

Me levanté completamente furiosa y sin pensarlo tomé el vaso con agua que estaba en la mesa echándole el contenido a la cara sin ni siquiera detenerme a pensarlo, ella soltó un gemido de la impresión y me fui completamente furiosa de ese lugar.

De alguna manera siempre lo supe, yo había crecido con Brandon, conocía cuando no era sincero, incluso había visto que en ese momento que fue hacía dos años atrás, Brandon parecía distraído, luego cuando Avi se fue de la ciudad y al siguiente año se casó, Brandon volvió a ser el mismo, por eso sabía que algo había pasado, por eso yo no la soportaba.

Al entrar a mi habitación ni siquiera vi algo más que mi cama donde lancé mi bolso y la bolsa con mi comida, me sentía completamente furiosa, no quería esperar a calmarme, no quería intentar analizar nada, solo tomé mi teléfono y llamé a Brandon.

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