Capítulo 4
Ariana se quedó en la fraternidad porque ella estaba entretenida haciendo la bebida para la fiesta que tendrían ahí esa noche, pero yo decidí irme, después de todo tenía que terminar de arreglar mis cosas y no quería seguir en el mismo lugar que Rogan, no después de que prácticamente me hiciera sentir como su acosadora.
Ya la noche había caído cuando terminé de arreglar todas mis cosas o más bien de meterlas en el closet porque sinceramente me había fastidiado de arreglarlas. Me acosté en mi cama y abrí la aplicación que mantenía oculta en mi teléfono para leer, a mi padre nunca le agradó que leyera literatura moderna, clásica o historias que no fueran para conocimiento científico porque por nuestra estricta religión radical decía que me darían ideas equivocadas, mucho menos sabían que me encantaba escribir, eso era mi secreto, pero amaba las historias de amor, sobre todo las que seguían los ideales de Jane Austin de mujeres independientes y con la misma igualdad de los hombres...
Posiblemente me encantaban esos libros porque yo no podía vivirlo y solo me quedaba fantasear con eso, después de todo, un libro era para salir de nuestra horrenda realidad.
Iba apenas empezando el capítulo cuando una llamada de Brandon entró, sonreí involuntariamente y contesté, Brandon era una parte de mí, crecimos juntos, aun sabiendo que estábamos comprometidos nunca hubo alguna malicia, solo la necesidad de cuidarnos el uno al otro, extrañamente no sentía cosquillas o me sonrojaba al verlo, solo alegría y conformidad porque estaba acostumbrada a él, por eso Rogan me parecía tan peligroso, nunca me había sentido de esa forma con nadie.
—Te extraño mucho... —dije luego de un rato que llevábamos hablando de su día y del viaje de regreso a New Hilton que hizo con mis padres luego de traerme.
—Yo también, Princesa —dijo Brandon, él era el único que me llamaba así, o más bien el único que yo permitía que me llamara de esa manera, se suponía que él era mi único hombre por siempre, desde siempre—. Cuéntame, ¿ya conociste a tu compañera de habitación?
—Uh, sí —me incomodé un poco.
—¿Qué ocurre? ¿Es desagradable? —murmuró.
—No, no, ella es genial, se llama Ariana, es agradable —murmuré—, tuve que arreglarle el hombro a su primo, se le había dislocado, es boxeador.
—¿Su primo? —Repitió luego de un momento—, ¿y en donde se lo arreglaste?
Oh-oh.
Apreté mis labios, tal vez no debí haberle dicho nada de eso porque sabía que no iba a gradarle, pero siempre le contaba todo, no quería que hubiera secretos que nos separaran.
—Vino con Ariana a la habitación —comencé—, ella es enfermera y...
—¿Estaba en tu habitación? —dijo subiendo el tono incrédulo de su voz—, no está permitido que los hombres estén en su habitación, deberías denunciar eso.
—No, fue rápido, la enfermería estaba cerrada y como Ariana es enfermera ella intentó curarlo y...
—No me agrada —me interrumpió.
Sabía que no iba a agradarle.
—No hicimos...
—No me agrada —repitió interrumpiéndome otra vez—. Sabes que no puedes convivir con otros hombres.
—No convivimos, ni siquiera volvimos a hablar —me di cuenta que estaba mintiendo, así que agregué: — Bueno, hablamos solo un poco, es que él es...
—No quiero que me hables de otros hombres, Moe —dijo, sabía que estaba molesto—, te lo prohíbo.
Me sorprendí un poco, Brandon nunca me había prohibido hablar con nadie, de hecho a veces discutíamos cosas de la religión que no nos agradaba y esa era una de las cosas que no nos agradaban; que los hombres le prohibieran cosas a sus parejas, era mi mejor amigo porque precisamente siempre me entendía, pero ahora no entendía por qué no me escuchaba.
—¿Me lo prohíbes? —repetí incrédula—, creí que confiabas en mí, ¿no te he demostrado toda mi vida lo comprometida que estoy contigo?
Él guardó silencio unos segundos, solo podía escuchar su respiración desde el otro lado de la línea hasta que finalmente dijo:
—Tal vez algunas cosas deban cambiar, estás muy lejos, en otra ciudad y no quiero que te desvíes de nuestro propósito.
Tomé una profunda respiración, nuestro propósito de casarnos, tener hijos e involucrarnos en el templo sagrado para ser parte de los ancianos, era lo que todas las personas aspiraban, al menos de nuestra religión, formar parte de los ancianos era la más alta jerarquía en nuestro circulo, se ganaba mucho respeto por todas las personas del templo sagrado y de la comunidad.
—Estoy de acuerdo contigo en cambiar unas cosas —dije—, estoy en la universidad, evidentemente en algún momento tendré que hablar con hombres y no debes molestarte, eso no quiere decir que me vaya a enamorar de ellos o vaya a engañarte, yo he confiado en ti, incluso cuando tu amiga se quedó en tu casa...
Una vez una amiga del templo sagrado fue a ayudarlo a hacer un proyecto de botánica, y comenzó a llover así que tuvo que quedarse esa noche, yo no le pregunté nada porque confiaba en él a pesar de que sabía que esa amiga nuestra; estaba enamorada de Brandon, ni siquiera tenía celos porque ella estaba también comprometida con otro chico, pero más que eso porque confiaba en él.
—No es lo mismo —interrumpió—, y ya no quiero hablar contigo.
Iba a decir algo cuando de repente me colgó.
Miré el teléfono por varios segundos sintiendo mi cabeza comenzar a dolerme, ¿Cómo se atrevía a colgarme el teléfono? Es decir, a veces discutíamos y lo hacía, pero siempre me enfadaba que lo hiciera. Solté un suspiro y dejé el teléfono a un lado, solo necesitaba dormir y dejar de pensar, así que cerré los ojos y a los segundos me quedé dormida.
~
Estaba en la sala de mi casa usando mi teléfono cuando escuché la puerta abrirse, al alzar la vista vi a Brando entrar, tenía esa camisa negra que resaltaba su cabello rubio y sus ojos avellanas, me levanté con una sonrisa para abrazarlo, cuando de repente él se detuvo frente a mí y me empujó por los hombros causando que me cayera sobre el mueble, él se inclinó para acostarse sobre mí, fruncí el ceño confundida pero no fui capaz de moverme cuando me besó, era extraño besarlo, jamás lo había hecho, sus labios se sentía suaves y mi pecho comenzaba a cosquillear al mismo tiempo que mis mejillas comenzaban a calentarse, él se separó un poco para acariciarme la cintura y yo le ofrecí una sonrisa...
...Pero cuando volví a abrir los ojos no me encontré con sus ojos avellanas, sino con los profundos ojos azules grisáceos de Rogan, sentí estremecerme cuando volvió a besarme, esta vez con mucha más intensidad que antes, mi corazón estaba desenfrenado al igual que mi respiración, todo mi cuerpo se llenó de calor en cuestión de segundos, él se separó para quitarse la camisa y comenzó a besar mi cuello mientras se acomodaba entre mis piernas...
~
La alarma de mi teléfono me sobresaltó, pasé una mano por mis ojos acoplándome a la luz y apagué el estruendoso sonido de la alarma, ya eran las 6 de la mañana, tenía clases a las 7. Me levanté todavía un poco adormilada, sentía mis mejillas calientes y mi cuerpo un poco cosquilloso por el sueño que tuve, no era la primera vez que soñaba cómo se sentiría besar a Brandon, pero sí era la primera vez que estaba otra persona que no fuera él, ¿por qué había soñado con Rogan? Incluso al parecer en mis sueños lo acosaba, esto no estaba bien, ¿Qué pasaba conmigo?
Tomé mis cosas para ir a bañarme, Ariana todavía no había llegado, me imaginaba que se había quedado en la fraternidad, ella había mencionado que nunca iba los primeros días de clases, pero como yo era nueva, tenía muchas ganas de empezar a ver clases.
Cuando estuve lista, caminé por el campus guiándome por el horario que tenía en mi teléfono y entré al salón donde veríamos clases, era decente, las paredes un poco deterioradas y los asientos en forma de escaleras crecientes. Miré a las demás personas mientras tomaba asiento, algunas parecían conocerse pero otras también estaban mirando a las demás personas pareciendo tan asustados como yo.
—Hola, ¿primer día?
Voltee encontrándome con una chica que tomaba asiento a mi lado, ella era un poco robusta y su cabello rozaba sus hombros. Le ofrecí una ligera sonrisa y afirmé con la cabeza en respuesta, ella me ofreció una mano.
—Soy Vanesa Long —dijo, le estreché la mano.
—Moe Beker —dije—. ¿También eres nueva?
—No, este es mi tercer año —dijo—. No me había atrevido a meter esta materia hasta ahora, se dice que el profesor Hooke es el diablo, pero tuve que hacerlo, tarde o temprano debemos enfrentar esos malos rumores, puede que no sea tan malo después de todo.
Afirmé con la cabeza, al menos tenía una amiga nueva, pero no sabía si esta materia de gramática influyente sería tan terrible como ella lo decía, esperaba que no.
El profesor Hooke entró y casi simultáneamente detrás de él entró un chico, me quedé un momento paralizada al notar que era Rogan, ¿qué hacía aquí? ¿En serio estudiaba literatura? No lo hubiera imaginado. Esta vez llevaba un suéter azul oscuro que se amoldaba muy bien a su torso con unos jeans negros, él tomó asiento en uno de los primeros asientos, mientras todos todavía se acomodaban.
—Al parecer Rogan también decidió enfrentarse a Hooke este año —murmuró Vanesa.
—¿Lo conoces? —Fruncí débilmente el ceño.
—¿Quién no conoce al gran Monstruo? —dijo Vanesa con algo de ironía— El viernes tendrá una pelea en el club bajo cero, todas las entradas están agotadas.
¿Monstruo?
Recordaba la conversación que tuvo Ariana con su amiga Celine, ellas habían mencionado que Rogan tenía que ganar el campeonato para poder tener un contrato y cumplir su sueño de ser boxeador profesional.
— ¿Esa pelea es el campeonato? —indagué, ella negó con la cabeza en respuesta.
—No, son cuatro encuentros —explicó—, si él gana al menos tres de esos, entonces irá al campeonato final, y si gana el campeonato, tengo entendido que ganará un millón de dólares y un contrato para jugar en las grandes ligas.
Afirmé lentamente con la cabeza comprendiendo, realmente me alegraba por él, solo esperaba que pudiera cumplir su sueño, se notaba que era lo que lo apasionaba. Tuvimos que guardar silencio cuando el profesor Hooke comenzó la clase, elementalmente nos decía que si no aprobábamos la primera evaluación, era mejor que nos retiráramos de la carrera porque no serviríamos para nada.
Estaba ocupada escribiendo todo lo que el profesor hablaba y ponía en la pizarra hasta que en un momento bajé la mirada al sentir que alguien me observaba, Rogan tenía la mirada fija en mí y me hizo un gesto con la cabeza cuando notó que lo veía, yo apenas le respondí con una incómoda sonrisa de labios apretados y seguí escribiendo en mi cuaderno, estaba un poco perturbada por lo que había pasado ayer, me sentía como una acosadora, pero yo tenía la culpa, simplemente debía controlarme y enfocarme, había venido a estudiar no a deslumbrarme por chicos guapos que practicaban boxeo.
El profesor continuó diciendo que la primera evaluación sería el 40% de nuestra nota final, y que debíamos hacerlo en parejas que él mismo seleccionaría por el orden de la lista de estudiantes, me sorprendió un poco, creí que en la universidad, todos debíamos hacer las tareas de forma independiente, pero suponía que cada profesor tenía su forma de impartir su clase.
Esperé pacientemente, yo era una de las primeras porque mi apellido era Beker, así que cuando me nombraron esperé ansiosa a ver con quién me tocaría trabajar, solo esperaba que nos lleváramos bien. El profesor anunció mi nombre y yo levanté mi brazo para que supiera que era yo, él afirmó con la cabeza y luego nombró al siguiente en la lista:
—Brown, Rogan.
Aguanté la respiración y mis ojos fueron hacia él involuntariamente cuando alzó una mano hacia el profesor y volteó a mirarme con una ligera sonrisa y una ceja alzada.
Oh, rayos.
