Capítulo 5
Él sonrió y se acercó a los dos, envolviéndolos a ambos en sus brazos.
- ¿ Qué haría yo sin ustedes dos, gallinas? - comentó dejando un beso en la mejilla de Mattia, el primero de los dos que le llegó.
- Bueno, objetivamente, realmente tendrías una gran carencia. -
- ¿ Beatriz? - al oírse llamar, la chica se giró hacia la puerta y vio a Serena apoyada contra la puerta - Señalan que alguien te está llamando por teléfono. -
El bailarín de hip hop frunció el ceño confundido.
- ¿ A la mía? - preguntó perpleja, saliendo de la habitación para ir a la suya, obviamente seguida por esos dos curiosos Mattia y Christian así como por Serena quien señaló su celular sobre la mesilla de noche.
Beatriz notó las dos llamadas perdidas, de nada menos que su amiga Greta.
- ¡ No, me llamó Gre! ¡Se lo prometí! - se lamentó, luego mirando a la cámara - ¿Pero cómo puedo preguntarle a María si puedo usar el tiempo del celular ahora y no más tarde? -
- Ah. - la voz del presentador llegó de inmediato - ¿Qué quieres saber? -
La morena jugó con la funda de su celular, mirando a Serena sentada en su cama.
- Prometí hacer una videollamada a un amigo. Si uso el tiempo del teléfono celular ahora, en lugar de más tarde, ¿puedo? ¿O estoy cometiendo una infracción? -
- Si no lo utilizas en la ventana de tiempo dedicada a su uso ahora no cometes ninguna infracción. - le explicó María.
- Está bien, entonces te llamo, ¡muchas gracias! - concluye, sentándose luego en la cama y buscando el contacto de su mejor amiga en WhatsApp para iniciar una videollamada.
- Te dejaré en paz si quieres. - Dijo Serena con cautela, levantándose y caminando hacia la puerta, pero la indiferencia de Beatriz la detuvo.
- Como prefieras, ella es Greta de todos modos. - comentó presionando el auricular y esperando que contestara.
- ¡ Maldita seas, desafortunada! - respondió finamente su amiga desde casa, después de sólo dos timbrazos - ¡ Pensé que serías una perra y no me llamarías nunca más! -
- ¡ Nunca podría! - exclamó Beatriz con una sonrisa alegre - ¿Qué me puedes decir? -
- ¿ Qué te diré? Estudio, como, duermo, salgo, ¡pero sin ti todo es diferente! ¿Qué hay de ti en cambio? Sigo todos tus episodios, ¡has crecido mucho desde que te uniste! -
- ¡ Digamos que sí! Todo genial: bailar, bailar, bailar... ¡¿ya os dije que bailo?! De verdad Gre, es hermoso, hay gente maravillosa aquí que nos ayuda mucho, como los profesionales, ¡y luego los demás chicos! ¡Me siento genial! -
- ¡ Casi no puedo imaginarlo! Espera, ¿está mi amigo SereCare aquí? - preguntó.
El cabello rubio oscuro de Serena entró en la cámara interna del teléfono.
- ¡ Por supuesto que sí! - exclamó - ¿Cómo estás? -
Serena fue la primera persona que Beatriz le presentó a Greta. De hecho, a ella le gustaba mucho la bailarina moderna, la encontraba muy buena y la apoyaba mucho.
Por eso un día la sorprendió y se lo hizo saber.
- Un poco cansado para la universidad, ¡pero sigamos! ¡No puedo esperar a verte en el episodio del domingo! Greta gritó , saltando aquí y allá.
- ¡ Seguro que rockearemos! ¡Me voy ahora, hablaremos! -
- ¡ Hasta pronto Sere! - La saludó Greta, antes de volver a centrarse en su amiga - ¿ Quieres contarme algo más? ¿Tu vida amorosa? - insinuó con picardía.
- ¡ Él no tiene vida amorosa, es Beatriz! - exclamó Mattia, haciendo que Christian se echara a reír también.
- ¿ Quién insinúa esto? ¡Mira, mi amigo está matando corazones! - replicó ella fingiendo estar ofendida por Beatriz, quien en cambio se reía a carcajadas - Vamos, muéstramelo en la cara. -
- Ah, ya sabes, ya estaban insistiendo en saludarte, - dijo Beatriz exasperada, girando la cámara hacia el exterior, donde Mattia y Christian, parados en medio de la sala, no paraban de hacer muecas, pasos de baile y Expresiones de labios tontas: saluda a las dos gallinas para que estén felices. -
- ¿ Pero son Chri y Matti? ¡Hola muchachos! - dijo la chica al otro lado del teléfono, olvidándose de repente de la insinuación sobre la vida amorosa de su amiga.
- Pero ¿hace cuanto tiempo que eres amiga de Beatriz? Debes ser santo si realmente lo toleraste. - Dijo Christian acercándose al lente de la cámara, e ignorando una mirada sucia del interesado.
- ¡ La conozco desde hace mucho tiempo! - respondió Greta riéndose del chiste del bergamasco - ¡ Más bien, vosotros que lo aguantáis ahora, día y noche, deberíais haceros santos! -
- ¿ Puedo saber por qué conspiras contra mí? - Murmuró Beatriz indignada, volviendo la cámara a su rostro, y mostrando su desaprobación a su amiga.
- Es una bonita manera de decirte que te queremos. ¡Por favor, tengo que hacerles una recomendación a los chicos antes de cerrar! - le suplicó, por lo que Beatriz se vio obligada a incluir a Mattia y Christian en la imagen - ¡ Vigílala, ayúdala como siempre lo has hecho en los últimos meses y nunca la dejes sola! Es tan especial... - se queda mirando, haciendo sonreír a la bailarina avergonzada y conmovida.
- Lo haremos. - la tranquilizó el acento de Apulia de la rubia - Como ella siempre nos ayuda. Tenemos suerte de haber conocido a alguien como ella. Tienes un amigo realmente maravilloso. -
- Oh, ¿ahora me elogias? ¡Que valor! - Respondió Beatriz sonriendo. Se despidió de Greta con la mano, antes de lanzarle besos y golpearse repetidamente la boca con la mano. - ¡Te amo mucho Gre, te veré cuando salga de aquí! -
- ¡ Lo más tarde posible! ¡Vamos todos! Hola amiga, te amo! -
Beatriz finalizó la llamada con una sonrisa en su rostro.
Christian deambuló por la habitación de su amigo, mirando las fotografías.
- Tu amigo es simpático. -
La niña sonrió torcidamente.
- Hermosa, más que nada. Estabas pensando en esto, ¿verdad? -
- ¿ Qué tiene que ver con eso? Eres hermosa también. - respondió rápidamente, encontrando la aprobación de Mattia.
- Sí, pero soy tu amigo. No puedes intentar eso conmigo. Con ella si. -
En ese momento él también sonrió.
- Creo que entiendo adónde quieres llegar con esto. - dijo, dirigiéndose hacia la puerta para irse - ¡Pero usted no actuará como Cupido entre su mejor amigo y yo, no señor! -
Salió de la habitación, por lo que Mattia y Beatriz se miraron.
- Si no lo haces tú, lo haré yo. - murmuró el latinista en tono de broma, pero con tanta seriedad que nunca habría dejado que nadie pensara en una mentira.
Y por esto, Beatriz se echó a reír.
- Ambos desastres, los combinamos que es un placer. - añadió levantándose de la cama y saliendo de su habitación con Mattia.
Había bromeado, pero tal vez ahora era el momento de repasar la coreografía en un lugar tranquilo de la casa. Temía el episodio, al menos un poco, y no quería llegar desprevenida.
Había llegado el día tan esperado.
La grabación del episodio estaba por comenzar y mientras se dirigía a su escritorio Beatriz fue recibida, como todas sus compañeras, por un cálido saludo por parte del público.
Después de las habituales bromas de María, la carrera comenzó.
Beatriz no veía la hora de bailar: tenía una adrenalina absurda en las venas y después de haber hecho ensayo tras ensayo junto a Christian - quienes a estas alturas ya eran muy conocidos, se amaban y siempre estarían ahí el uno para el otro - estaba dispuesta a dar lo mejor de sí misma.
Después de un par de desafíos, una joven bailarina, Alice, entró a competir en un banco dentro de la escuela.
Mientras bailaba al son de Arcade , Beatriz la miraba fijamente con la cabeza apoyada en ambas manos: era buena, no se podía negar.
Los tres profesores votaron por un escritorio y la niña automáticamente se convirtió en una nueva alumna.
Al ver la forma en que bailó y se paró durante el juicio, así como sus expresiones, Beatriz podría haber jurado que se entenderían.
Había algo en sus ojos claros que le hizo pensar que ella también había tenido un pasado que la había cambiado.
Después de ella continuamos con la reconfirmación de las sudaderas, y sólo después de Serena, Darío y Cosmary, María decidió mencionar su nombre.
Agarró su sudadera y bajó las escaleras, pasando a Alex a su derecha y a Serena a su izquierda, quienes susurraron un '¡piedra!' y se posicionó en el centro del estudio luego de dejarle la sudadera gris a su maestra, quien le había sonreído alentadoramente.
- Entonces - comenzó María - si no me equivoco tenías que preparar una tarea para el maestro Celentano. - dijo mirando a la mujer, quien asintió - Sin embargo, entiendo que la coreografía que ella te dijo que prepararas debe realizarse a petición suya después de tu actuación normal, ¿me equivoco? -
- Así es, María. - asintió el profesor Celentano.
María explicó brevemente al público la situación creada con el sobre que le había enviado Celentano, y mientras tanto la niña se ajustó la camisa holgada color beige que había combinado con unos pantalones negros holgados.
- Ahora, Beatriz, bailarás la coreografía que preparaste esta semana, la primera elección de Raimondo. - hizo balance, todavía mirando la postal que tenía en la mano - Entonces tengo que llamar a Christian también. -
Al enterarse de la noticia, el estudio estalló en aplausos de satisfacción.
Beatriz sonrió mientras veía a su amigo alejarse de su escritorio para llegar al centro de la habitación junto a ella.
- Tráeme la sudadera Chri, - decía la profesora - porque esta actuación sirve para reconfirmar la camiseta para los dos. -
El niño dejó la sudadera gris encima de la de Beatriz ya colocada en el contenedor frente a su maestra, luego se acercó a la bailarina dándole una sonrisa torcida.
María los miró y luego le preguntó a Raimondo si quería decir algo sobre la coreografía.
- Simplemente no te quedes en la superficie. A todos les resultará familiar, pero quiero resaltar la armonía y complicidad entre Beatriz y Christian, en una pieza que está bastante en su estándar: Jerusalema. -
El público aplaudió, ansioso por ver la revisión de la coreografía bailada el año anterior por Giulia, ganadora de la edición.
Los dos se posicionaron a unos tres metros de distancia el uno del otro, y cuando comenzó la base comenzaron a bailar coordinados: cada movimiento de Beatriz era al mismo tiempo que el de Christian, y mientras el público se dejaba llevar por el ritmo del famosísimo canción, los niños tenían expresiones alegres y mostraban sonrisas de complicidad cuando se volvían el uno hacia el otro.
En ciertos momentos se tomaban de las manos para cambiar de apoyo, se daban codazos o interactuaban entre sí, para luego volver a la ejecución simultánea de la coreografía.
Cuando terminó la música, Beatriz concluyó con un split y Christian con un salto hacia atrás: el estudio los vitoreó con grandes aplausos, y mientras ella se levantaba agarrando la mano que le había dado su pareja, la chica vio sonreír a Raimondo.
Hicieron las reverencias con el micrófono así como un poco de aliento, luego miraron a María, quien en lugar de preguntarle a Todaro qué pensaba le devolvió la mirada a Beatriz.
- Debería mostrarte una película sobre ti. - comenzó, cambiando luego el destinatario de su mirada - Pero necesito que Raimondo me diga si tiene la intención de juzgar la actuación ahora o si quiere que le muestre la película. -
Beatriz se rascó la nuca confundida, apoyando sus ojos en su maestra quien ya estaba asintiendo.
Podía apostar el dinero que no tenía a que ya conocía su contenido.
- No María, ve con el vídeo. - decretó, pero antes de que el presentador pudiera pronunciar otra sílaba Beatriz estalló preocupada:
- ¿ He hecho algo mal? -
La mujer sonrió maternalmente.
- No, al contrario. ¿Echamos un vistazo? -
La chica asintió, no muy convencida, y comenzó el vídeo.
La escritura apareció sobre el fondo azul.
En los últimos meses, Beatriz siempre ha sido así...
En apoyo de esa frase, se mostraron algunas piezas diurnas de esos meses, en las que la niña destacaba por sus memorables salidas: ella que, en la habitación con Christian y Giulia, se deleitaba en dar pasos arriesgados al escuchar por primera vez a Jerusalema; luego, cuando, sentada sola en el jardín trasero, murmuró invectivas contra Celentano tras sus comentarios en un episodio; de nuevo, unos días antes dijo 'es más probable que me salga un bonito empeine'; y otras más, expresiones divertidas ante ciertas coreografías vistas o ante los sobres que llegaban a casa, las imitaciones de sus compañeras que hacía acompañada de LDA - en particular la de Mattia, con la rubia que la miraba desconcertada mientras intentaba hacer algunos pasos latinoamericanos y decir "recuérdame que nunca perderé el tiempo enseñándole latín".
...pero ella también tiene una parte frágil, que tarde o temprano habría salido...
- ¡ No María! - exclamó de repente la chica del estudio, atrayendo las miradas de todos hacia ella, incluidas las de Christian aún de pie a su lado. Se cubrió la cara con las manos, antes de sacarse los ojos para seguir viendo.
En el clip, la nueva canción de Adele, Easy on me, suena como fondo de las imágenes captadas por las cámaras de aquel día en el que Beatriz se confió a Christian.
El video comenzó cuando el niño dijo "¿quieres charlar un rato?". Se transmitió el momento en el que habían intentado restarle importancia al drama, antes de comenzar con la historia real: los problemas de salud por la alimentación, los consiguientes problemas para bailar, las burlas, el intento de levantarse, que luego fue destruido por la muerte. de madre; hasta el fondo, y desde allí un lento pero efectivo ascenso, que la había llevado a ser la chica que habían aprendido a admirar desde hacía unos meses.