Una constante pelicula
Nunca pensé que él cumpliría su palabra, mi sorpresa fue tan grande al entrar al local el día martes, me envió muchos ramos de rosas rojas, me acerco hasta el más grande y leo la tarjeta
—“No me detendré hasta que me regales una cita”—
«Amílcar Ferrer»
Este mensaje venia escrito en una tarjeta negra con letras doradas, No sé qué se ha creído este hombre pero su detalle logra impresionarme, obviamente no voy a decirle, en la tarde me toca atenderlo nuevamente pero solo tomo su pedido y me retiro, no le doy las gracias ni hablo más de lo necesario.
Jamás pensé que cumpliría su palabra, a transcurrido un mes desde la primera vez que nos vimos en la cafetería y todos los días religiosamente va a la local por un cappuccino, además de recibir todas las mañanas las mismas flores, había empezado a sentir curiosidad por él, era un hombre que a simple vista se notaba que tenía dinero, siempre que venía lo acompañaban escoltas, además de que usaba una loción que a cualquier apodia poner loca, es un hombre detallista y bastante conservador, aunque nunca hay que confiarse eso lo había aprendido a las malas.
Los días transcurrieron y todo seguía igual, venia, dejaba flores, estamos en el mes de noviembre y está haciendo un frio demasiado cruel, ya se acerca las fecha decembrina, esos días me ponen triste, este año me toca celebrar sola, Ana decidió irse con su amado novio de vacaciones, no había tenido oportunidad de hablar con ella nuevamente, cuando estaba en casa, a mí me tocaba doblar turno, pero suponía que todo iba bien, mañana 17 de noviembre cumpliría 24 años, estaba emocionada siempre me regalaban un pequeño pastel en la cafetería, adoraba esos detalles me hacían sentir viva.
Mi teléfono vibra en mi uniforme notificándome que he recibido un mensaje, estoy en mi tiempo de descanso así que decido abrirlo
“Número desconocido”
Dame una oportunidad, todo valdrá la pena.
A.F
Pero ¿Cómo demonios había conseguido mi número?, si en ningún momento se lo había dado, odio que invadan mi privacidad, los malditos ricos y sus abusos, decido contestarle:
¿Cómo conseguiste mi número? Definitivamente rozas el abuso, si quieres las cosas gánatelas de buena manera.
“Número desconocido”
Tu adorable jefa me lo facilito, no creo que sea pecado querer salir contigo. Inténtalo solo una vez regálame tu hermosa sonrisa
A.F
Decido dejarlo en visto, no caeré en sus juegos, este hombre me tenía de los nervios pero sus detalles me encantaban, ya mi tiempo de descanso había terminado debía seguir en lo mío, y así transcurría mi día a día, cuando llegaba a casa siempre estaba sola Ana está conociendo a sus suegros, de verdad le deseaba toda la felicidad del mundo pero algo en todo eso no me cuadraba, estaba preocupada, pero nadie aprende en zapatos ajeno eso siempre me lo decía mi abuela, para aprender hay que caer.
Fin del recuerdo
Recordarlo siempre era doloroso asi que decido regresar a tierra, y buscar todas y cada una de las tarjetas que tenía guardada, había leído en un libro que si agarrabas un papel y escribías tu más anhelado deseo y lo quemabas dejándolo volar hacia el cielo, se haría realidad, no perdía nada con intentarlo, así que recogí todas las tarjetas que él me había regalado y escribo en letras mayúscula con perfecta escritura
«DESEO OLVIDARTE Y CONTINUAR MI VIDA».
Agarro mi encendedor, abro la ventana y con lagrima en los ojos quemo una por una cada tarjeta, y con ella se van todas y cada una de las frases que el me había dicho, con las llamas se iban borrando todas las promesas y juramentos que nos hicimos, con este acto se iba parte de mi sufrimiento porque a quien quería engañar, lo amaba, a pesar de todo lo que me había hecho lo amaba de sobremanera, nuestro amor había traspasado la barreras del sonido, el se había tatuado en mi piel.
Regreso a la cocina necesito tomar algo, voy directo al refrigerador por una coca cola y veo el calendario hoy era 16 de noviembre, justamente mañana cumpliría 29 años, hace 5 años el me había regalado uno de los mejores cumpleaños que había tenido, nunca tendría las palabras precisas para explicar cómo me hizo sentir, me dio la luna para después dejarme en la oscuridad.
5 años atrás
El despertador me anuncia que un nuevo día a comenzado, y no cualquier día sino el gran día de mi cumpleaños, agradecía a Dios por darme la oportunidad de seguir viva, y en buen camino, salgo corriendo, me doy una ducha con agua fría siempre me ha gustado sentir el picor en mi piel por el frio necesito estar activa, seco mi cuerpo, mi cabello, me coloco mi uniforme, recojo mi larga cabellera en un moño alto y estamos lista.
Cuando llego al trabajo grande es mi sorpresa hoy no había flores, muy dentro de mi siento una decepción, pensé que él se luciría hoy, pero que va otro más igual al monto, aunque ni siquiera hemos salido la primera vez en realidad no sé qué cosas pienso.
—Buenos días jefa.
—Oh cariño buenos días feliz cumpleaños—me abraza fuerte.
—Muchas gracias jefa, hoy celebramos la vida
—Así es cariño, pero ya tenemos que empezar nuestra rutina de siempre ¿estas listas?
—Si señora.
Me muevo con gracia y elegancia por el lugar atendiendo pedidos, tratando de no pensar en el, a la hora de almuerzo mi jefa y mis compañeras me regalan una rica comida junto a ellas, no esperaba tan lindo detalle, la señora Sandra me regala un collar con la inicial de mi nombre bastante bonito, cuando voy agradecerle mi teléfono suena avisándome que he recibido un mensaje de texto, mi corazón se acelera y decido revisarlo
«ANA»
“—Querida rose feliz cumpleaños que todo lo bueno que tenga este universo sea para ti, agradezco a Dios por ponerte en mi camino y regalarme una hermana de vida, no importa que no llevamos la misma sangre tu siempre serás mi hermana. Te amo—”
Su mensaje se cuela en mi, una lagrima resbala por mi mejilla, porque en vez de una felicitación, lo sentí como una despedida tengo un mal sabor de boca
Rose.
“—Cariño gracias por tus hermosas palabras, una lástima que no estés junto a mí para celebrar este cumpleaños, cuéntame cómo te va? Porque siento que te despides? Sabes que siempre estaré para ti también te amo—”
Su respuesta no llega, así que guardo el teléfono y me dirijo al baño, retoco mi moño y ajusto mi uniforme, cuando salgo nuevamente atender a los clientes, mi mirada se dirige a la puerta, y lo veo, hoy viste un traje color negro y una corbata roja, su cabello tan rebelde como siempre, el me busca con la mirada y me consigue, no sé si por instinto o por vergüenza agacho la cabeza e intento huir pero ya es tarde el viene hacía mí.
—Feliz cumpleaños a la mujer que se adueñó de mis sueños de todos y cada uno de mis sueños, llámalo casualidad o destino pero debía conocerte en ese bar aquella noche, desde que te vi mi corazón volvió a vivir, déjame regalarte una hermosa cena de cumpleaños. Te espero en la salida a las 8pm. Por favor solo una oportunidad—.
No me deja responder porque el mio listo da media vuelta y se va dejándome con ese nudo en el estómago, sonara cliché pero siento aquellas tan famosas mariposas en el estómago.