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Un día antes...
—Papá por favor no me obligues a irme — Pedí con ojos llorosos. Él molesto y moviendo su bigote como siempre lo hacía, salió de mi cuarto haciendo rabietas.
—Te he dicho que empaques tus cosas — Dijo sin darme otra opción. Enojada y llorosa comencé a empacar mis discos favoritos.Hice todo lo que pude en el maletero porque tenía muy poco. Mi papá ofreció un crucero de Nueva York a Paris. Nos trasladaremos allí al final del viaje.
Viví con mi papá, aunque tenía veinte años. Tiene una hermana mayor de veinte años y un hermano de diecinueve años. Acabo de graduarme de la universidad, estudié fotografía. Tengo novio y ahora que me mudo, no tengo a nadie más. Uyab? No tengo tiempo para cosas aburridas. Además, a nadie le gustaba. Por alguna extraña razón, los hombres me tenían miedo. Me veo fea.
Mi papá le compró a cada uno de mis hermanos un teléfono celular internacional. Siempre viajaba y siempre nos enviaba un mensaje de texto preguntando dónde estábamos y la cosa. Trae que. Mi mamá murió hace dos años, en un accidente en nuestro baño, se perdió y se golpeó la cabeza en la bañera. Una muerte ridícula, ¿no? Es realmente genial.
—Haely —Dije llamando a mi mejor amiga. Mi papá siempre me ponía crédito ilimitado para que yo llamara a todos por allí.
—¿Anastasia? — Contestó mi pelirroja amiga.
—¿Puedes venir a mi casa? Necesito hablar contigo —Dije aventándome a mi cama.
—Por supuesto, llego en 20 minutos —Dijo seria. Colgamos.
Tengo 20 años, puedo quedarme aquí por completo. Tendría una exhibición un día y mi papá la destruyó para mí. Mi relación con él no es mala, de hecho tuvimos una discusión, pero lo amo.
Me bajé y fui a cenar y recogí peras, mi fruta favorita. Mi hermana Ariana estaba en el bar a mi lado.
—¿Estás emocionada con el viaje? — Pregunté. Ella bajó la mirada y luego alzó la cara con una sonrisa enorme.
—¡Sí, ya quiero vivir en Paris! — yo rodé los ojos y le di una mordida a mi pera. Luis se acercó a nosotros y nos sonrió.
—¿Están listas? — Preguntó emocionado. El pequeño para mí era tan ñoño. Pero era mi hermanito.
— Yo no... ¿Por qué ustedes sí se quieren ir? — Pregunté molesta.
— Anastasia, será como un nuevo comienzo. Además a mí me encantaría ver las universidades que tienen.
—Debiste de haber enviado una solicitud antes, así no te aceptarán — dije desalentándolo. Él agachó la cabeza, parecía un niño pequeño. Bajé del banco y salí para abrazarlo.
—Lo siento, no quise hacerte sentir mal — Dije, él me pellizco un brazo— Odio que hagas eso Luis — dije molesta. Tocaron el timbre y entró mi amiga Haely, ella era pequeña y pelirroja. Sus ojos eran cafés y su piel era muy blanca, unas pequeñas pecas se le asomaban bajo sus ojos. Odiaba las pecas.
—¿Para qué me necesitabas? — Preguntó y se sentó en mi sillón poniendo los pies en mi mesita de centro.
— Me mudo mañana, ¿recuerdas el crucero que te mencioné, Nueva York — ¿Paris?
—Sí —dijo algo preocupada— ¿Te irás?
—Sí, no pude convencer a mi papá de quedarme aquí.
—Anastasia, ya tienes suficiente edad como para vivir sola en cualquier parte del mundo.
—Pero no la suficiente madurez—dijo mi papá a mis espaldas. Bufé y luego Haely frunció el ceño. A ella no le agradaba mi papá.
— ¿Qué pasará con la exhibición? —Preguntó molesta.
— No habrá tal — Dije agachando la cabeza.
— En Paris puedes hacer las que quieras—me instó mi papá y yo simplemente me limité a mirarlo. Mi papá pensó que estaba teniendo un mal efecto en mí. No me dejaba ir a ninguna parte con él. Y al menos la dejó ir a casa.
—Anastasia, ya me voy aquí apesta a hipocresía — Dijo Haely. Su comentario me molestó.
—No seas irrespetuosa — Pedí. Ella rodó los ojos, me abrazó y luego me dio un pequeño golpe en el brazo.
— Bueno... espero que te pueda volver a ver algún día. Mañana yo no estaré en casa así que posiblemente ya no te vuelva a ver.
— De acuerdo, Haely — Dije agachando la mirada. Mi amiga se fue y mi papá suspiró aliviado.
— Por fin esa dañina amistad terminó — Dijo mi papá tomando una pera del cesto.
— Papá no empieces — Dije molesta.
— Hija, ella hizo que Smith terminara contigo. Salió con él y además hizo que te dijera muchas cosas a ti y tú simplemente la perdonaste. Eso no está bien — Dijo iniciando su sermón.
— Papá, ya me quiero ir al crucero. Deja de decirme con quien puedo hacer amistad.
—Gracias a Dios que ya nos vamos — Dijo mi papá.
Me acosté y puse mi teléfono en mi lista de reproducción favorita. Se escucharon varias canciones. Desde Simple Plan, mi banda favorita, hasta Pink. Me quedé dormido y no tuve noticias de mí.
Fuimos a Nueva York para unas vacaciones de una semana y nuestro representante pensó que sería bueno ir en un crucero mañana. Llevamos un mes en el barco. Tal vez sea bueno tener unas buenas vacaciones y hacer algunas canciones para el nuevo álbum que vamos a planear.
—Chicos, nos ofrecieron cantar en diversos eventos que el crucero tendrá, ¿les gustaría participar? —Preguntó Aoron interesado.
— Yo estoy totalmente interesado, ya quiero que sea mañana —Dijo Cristián emocionado.
— Andér, ¿tú que dices?
—Por mí sería genial, además de que el barco... está hermoso. Hoy lo vi por Internet.
— Yo... —Dije un poco dudoso —De acuerdo estaría genial — Dije desanimado. Hace unos días había terminado con mi novia y no me encontraba de un gran humor. Aoron llevaría a su chica. Andér llevaba una amiga y Cristián, Oscar y yo estaríamos disfrutando de nuestra soltería. Me mareaba en los barcos pero trataría de estar bien en este.