Capítulo 3. ¿Quién soy?
He dormido fenomenal, hacía tiempo que no descansaba así, hoy es sábado y no hay clases.
Tengo dos días para conocer el pueblo y salir, nose como en tampoco tiempo he conectado con ellos también.
Termino de desayunar, recojo mi desayuno y lo dejo en el fregadero.
- Amalia ven, tenemos que hablar. Dice mamá haciéndome señas con las manos.
Me asiento a su lado y la dejo hablar.
- creo que ya se quién es la mujer de tus sueños, he descubierto algo dice mientras abre un libro con las tapas y las hojas muy desgastadas. - mira aquí.
"La leyenda de la reina de las Brujas"
Hacía el año 1578, los reinos del norte eran gobernados por una reina justa, en algunos círculos se decía que practicaba la brujería. Nunca lo pudieron probar. Viendo que su muerte estaba cerca y no tenia herederos por lo menos herederos dignos. Vio una profecía:
"Cabellos largos y negros como la noche deberá tener, dos zafiros negros por ojos, su piel será del color de la nieve. Será una bruja sin poder.
Pero el dolor y la perdida en ella hará todo florecer.
El decimocuarto día del mes seis la reina falleció.
Pasaron los meses la elegida no aparecía. El hermano de esa reina se autoproclamó rey.
Era un rey cruel, en una sola hora arrasó una aldea solo por diversión.
De entre la llamas salió una joven que se adaptaba a la descripción de la profecía. Sus ojos estaban rojos por la ira. Levantando los brazos al cielo hizo rayos caer.
- mamá, falta una página no puedo saber más? Digo curiosa.
- lo único que descubrí, es que esa bruja tuvo un poder como ninguna otra. Fue igual buena que mala. Niña aquí hay magia negra de por medio.
Lo que no entiendo todavía es lo que tienes tu que ver en esta ecuación. Aunque podría... Podría ser...
- que? Digo levantando la voz.
Reencarnación!! Eso creo que es tienes recuerdos suyos y probablemente también sus poderes.
Por lo que se ve ella recibió sus poderes cuando sufrió una perdida. Eso no me gusta nada. Dice mamá rascándose la cabeza.
Veo como se aleja y sale por la puerta. Antes de cerrar la puerta me dice.
- voy a estar casi todo el día fuera, pásatelo bien, si me necesitas me llamas. Te amo bebé.
-Vaya!! Digo mientas pongo mis manos sobre mi cara.
Yo no podía ser normal, no!! Pero quién soy?
Me preocupa que para obtener mis poderes alguien que quiero tenga que morir si es así no los quiero puedo ser feliz sin ellos.
"Estoy parada en medio de un patio, miro hacia los lados y veo grandes murallas de piedra. Hay tres hombres encadenados en el suelo. Llevo otra vez ese vestido. Levanto mi mano derecha y la apunto en su dirección.
- la traición se paga con la muerte. Nunca más volveré a ser indulgente.
Tres rayos azules caen al unisono sobre ellos.
Me doy la vuelta y comienzo a reir"
Estoy sentada en el sofá, ha tenido que ser otra visión digo para mí, esta vez ha sido muy intensa he podido sentir la rabia y el dolor dentro de mí.
Necesito despejarme cojo el gran libro que me dio mamá y salgo al jardín todo es tan bonito, me transmite tanta paz me siento sobre el fino césped y comienzo a buscar esta vez no voy a ir al capítulo 3 sino que me interesa más saber qué tipo de ser tiene la habilidad de cambiar los ojos de color lo que pasó ayer con Robert me tiene inquieta.
He mirado medio libro por encima y no he encontrado nada si bueno los vampiros pero sus ojos no cambian a dorados sino que adquieren un color rojo intenso. Nada lo voy a dejar por hoy, dejo el libro en el suelo y una pequeña brisa lo abre lo agarró y miro sobre qué página está.
Capitulo 115 Hombres lobo
Comienzo a leer, ahí está!! Digo en voz alta. Cambian sus ojos porque es su lobo el que toma el control.
Ahora lo sé el profesor es un hombre lobo. Continuo leyendo y veo una palabra que me resulta familiar.
Mate
Cuando la diosa Luna creo al primer hombre lobo este se sentía solo y vacío, no dejaba de llorar. Sintiéndose conmovida decidió enviarle una compañera a está la identificaría por su aroma, sería su alma gemela, su otra mitad, su compañera de vida. Solo se les sería concedida una. No tenía porque ser como el, podría encontrarla en cualquier otra especie.
-Puff!! Seré yo eso para Robert, un escalofrío recorre mi espalda. Digo en voz alta.
Sigo leyendo un poco más.
Un mate puede aceptar el vínculo o también lo puede rechazar. Normalmente cuando uno rechaza el vínculo el otro muere debido al dolor. Son pocos los casos en los que la pareja rechazada a logrado sobrevivir.
Esta bien por hoy, tengo demasiada información en mi cabeza. Siento que fuera a explotar.
Han pasado unas horas me dispongo a salir he quedado con Hanna y Meredith han prometido enseñarme el pueblo.
Siento que Hugo no pueda venir, sus padres no le dejan salir hoy. Algo de un castigo me comentó Hanna.
Hanna ha venido a recogerme y Meredith nos espera en la heladería.
- Hanna yo creía que los elfos, y los duendes vivían en los bosques? Pregunto divertida.
- normalmente si, pero nosotros somos exiliados como tú. Comienza a reír.
- hola chicas!! Llegan tarde. Dice Meredith señalándose el reloj.
le decíamos una sonrisa y pasamos a elegir los helados. Hanna eligió fresa, Meredith varilla y yo como no chocolate!! Me encanta.
Voy a salir y ahí está el. Siempre a dónde voy me lo encuentro. O quizás no sea coincidencia.
- vaya chicas que casualidad, comprándose un helado. Dice Robert divertido.
- si, debería tomar el de chocolate es súper dulce. Le digo mientras le pongo una sonrisa.
- no tanto como tú.. dice en apenas un susurro.
-Perdón ha dicho algo? Pregunto confundida.
- no, solo que me parece una buena elección. Dice ligeramente nervioso.
Bueno nosotras nos vamos, dice Meredith arrastrándonos a la calle.
-El profe está colgado por ti!! Dice Hanna riendo.
- Que va eso no puede ser. Digo rápidamente.
- si, si, lo que tú digas. Dice Meredith y sigue riéndose.
Pasamos la tarde contándonos secretos, resulta que Hanna ya ha tenido tres novios y con el último perdió la virginidad. Meredith nos comenta que sale con alguien y que quizás pronto de ese paso!!
- Cuenta, cuenta. Dicen las chicas
- yo, yo... Soy penosa ni si quiera me han dado un beso nunca. Se ve que no soy lo que se debe decir bonita.
Levantando mi cabeza, mis amigas se han quedado calladas. Detrás de ellas esta Robert.
No se si su mirada es de lástima o de otra cosa.
Me siento tan avergonzada que lo único que se me ocurre es echar a correr, corro sin mirar atrás mis ojos están llenos de lágrimas todavía no comprendo porque.
No veo el árbol que hay delante y otra vez me hayo tendida en el suelo.
Me levanto como puedo y miró mi reflejo en el escaparate de una pequeña tienda. Mi pelo está revuelto y chichón corona mi frente.
Noto como alguien me mira, será el? Digo para mí.
No, no voy a parar no quiero que me vea así, me siento estúpida.
Aún no comprendo la razón pero su presencia me pone nerviosa.
Llegó a casa, mamá se levanta asustada.
- Que ha pasado? Alguien te ha echo algo princesa. Dice papá preocupado.
No, no... Solo que soy una estúpida. Comienzo a llorar.
- cálmate mi amor, y cuéntanos. Dice mamá abrazándome.
Nose ni por dónde empezar. No entiendo cómo me he puesto así por una tontería.
- tengo diecisiete años, en unos meses cumpliré la mayoría de edad y nunca me han besado. Nunca nadie se acercado a mí con esas intenciones.
Debo de ser horrible, doy asco...
Lagrimas comienzan de nuevo a atravesar mi rostro.
- aunque no me creas eres realmente bonita, una niña tan dulce, tan bondadosa. Terca como una mula...
En ese punto comienzo a reír.
- por nada del mundo quiero que un hombre te toque y menos que te bese. Pero es una cosa por la que deberé pasar. Tendrás tiempo de sentirte amada y tú también corresponderán ese amor. dice papá con un tono de comprensión.
mamá se acerca a mí. Hay algo que te voy a decir mientras saca una vieja fotografía de un libro que tiene sobre la mesa.
- dime que te parece la chica de la foto? Dice mamá acercándome la foto
- es muy bonita mamá, es una chica ni alta ni baja de una altura normal tiene el cabello rubio y rizado y un cuerpo bonito.
- esa chica recibió su primer beso a los veinte años. Los chicos no se acercaban a ella más bien la rehuían parece ser que se sentían intimidados.
- no puede ser, quién es, mamá?
Esa chica soy yo, bueno o era yo dice sonriéndome.
Estoy más calmada, estoy en mi dormitorio. Me acerco al espejo que tengo en la pared y me miró.
Soy yo la del espejo pero mi ropa es diferente y mi mirada irradia seguridad. Vuelvo a llevar ese vestido negro de gasa y sobre mi cabeza está la corona.
Me aparto del espejo con miedo me acerco a mirar la imagen que me devuelve es la yo de ahora.
Otra vez llega la misma pregunta a mi mente.
- Quien soy?
Estoy cansada las visiones me agotan, hoy no ha sido un mal día. Simplemente a sido raro. Pienso dormir hasta partir el colchón mañana no hay clases!! Digo para mí.
Mientras mis ojos se van cerrando y caigo en un profundo sueño.