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La Manada del Alfa Rey

— Siena había salido del Territorio de Luna de Oro sin dudar tal y como lo dijo Edwin, la loba no se había llevado absolutamente nada, salir de la manada solamente obligaba a Siena a dirigirse a la Ciudad de Toronto, que estaba a una hora de la manada - Supongo que es una buena idea de ir a Toronto - Muchos decían que estaba prohibido que los hombres de Luna de Oro se involucren con los miembros de la Ciudad prácticamente se recibía castigos si algunos iban hasta la ciudad.

— La Tía Freya está allí - Agregó Venus ya no pertenecemos a la manada de Edwin así que tenemos todo el derecho de ir hasta allí, aunque definitiva no entiendo por qué Edwin no permite que vayamos hasta allí - la pregunta de la Loba tenía sentido, sin embargo, Siena no quería estresarse por una posible respuesta tomando dirección hasta la estación de Metro que unía ambas ciudades; sin embargo, casi nunca hubo pasajeros y aquellos que se iban ya no regresaban, Freya Landfor era la hermana de Antón Landfor padre de Siena el Beta de Luna de Oro que había fallecido en un enfrentamiento junto a su pareja en un ataque de Lobos.

— Antes de que Siena se acerque hasta la estación, las manos de alguien detuvo los pasos de la Loba tomando por sorpresa a Siena al descubrir de quién se trataba, Safari y Caleb tenían sus mochilas por el hombro - Se puede saber qué están haciendo - Siena hizo un puchero.

— Nos hemos enterado de lo ocurrido contigo y con el Alfa, nuestros padres también abandonan la Manada mañana todos ya saben que en la manada nadie está seguro, algunos incluso insinúan que Edwin tiene contacto con los Vampiros - Safari dejó escapar un profundo suspiró - Nos iremos contigo Siena, siempre fuimos 3 y eso no va a cambiar nunca.

— Yo les agradezco, pero ni siquiera yo sé si me van a recibir en dónde voy yo - Siena se sentó por encima de una roca.

— Estabas por tomar la dirección de Toronto y nosotros nos vamos a Toronto, siempre quise conocerla, pero las reglas estúpidas de la Manada no me permitían cumplir mis sueños, además una vez que nos establezcamos nuestros padres nos enviaran el dinero de la venta de la casa - Expuso Caleb.

— No me digan que van a vender la casa - Siena abrió sus ojos al escuchar aquella afirmación.

— Siena este ya no es un lugar para nosotros, lo mejor es venderla, de hecho ya fue comprada solamente falta el depósito la venta ha sido muy fácil.

— Eso es raro - Expuso Siena - parecería ser que alguien estuviera al pendiente de todo lo que ocurre en la Manada, hace unos días también se vendió una casa y la venta fue rápida.

— Todo lo que ocurra en esa manada ya no tiene nada que ver con nosotras - Expresó Venus - Ya no pertenecemos aquí, nunca hemos pertenecido a esta manada.

— Estamos hablando mucho mejor vámonos ya - Agregó Caleb - Luna de Oro quedará atrás.

— Aún falta 30 minutos para que el Tren pase - Siena parecía cansada.

— No necesitamos esperar el tren Siena tengo auto - Caleb sonrió - Ibas tan metida en tus pensamientos que ni siquiera te habías dado cuenta de que mi vehículo se estacionó a espaldas tuyas - Los 3 jóvenes rodearon el vehículo Siena prefirió mantenerse callada definitivamente no había escuchado el rugir del motor del vehículo de Caleb, unos minutos después el Vehículo salió disparado por la carretera ni siquiera se habían dado cuenta de que estaban siendo observados desde la distancia.

— Una hora más tarde Toronto los había recibido, el ambiente era bastante agradable - Debemos de proseguir hasta la ciudad que está después del bosque - Siena llevaba años sin saber de su tía, así que una rara sensación se apoderaba de ella, aunque todo parecía estar muy cambiado la última vez que ella había estado aquí fue unos días antes de la muerte de sus padres.

- Deberíamos de buscar un hotel antes de empezar nuestro recorrido y nuestra búsqueda - Emitió Safari.

— Me parece buena idea - Siena estaba por agregar algunas palabras más, pero aquello no fue posible, ya que los ojos verdes de la Loba había captado una cabellera de color rojo cómo el de ella a punto de cruzar hasta el otro lado - Para el auto Caleb acabo de encontrar aquello que vine a buscar - unos segundos después de que Siena expresará aquellas palabras la puerta del vehículo fue abierta la loba corriendo se había acercado hasta la mujer.

— Tía Freya - Gritó Siena ganándose la mirada de la mujer que se había quedado estática en su sitió, aunque la mirada de la mujer había cambiado completamente de como ella la recordaba hace aproximadamente 11 años.

— Siena - susurró la mujer llevándose las manos en la boca, además había Expresado el nombre de la loba con suma cautela como si dudará de que en realidad se trataba de su sobrina.

— Si tía Freya soy Siena - Respondió la pelirroja.

— Pero niña por la Diosa, cada noche me pregunto que habrá sido de ti, ya que los miembros de aquella manada no pueden venir hasta aquí por políticas de Territorio, además pensé que habías muerto con tus padres, pero mira estás preciosa - la mujer había reaccionado de manera emocionante.

— Pasaron muchas cosas tía y siguen pasando - Respondió Siena - Pero antes de que te comente algo iré a buscar un hotel, Puesto que estoy con dos amigos más.

— Pero como se te ocurre ir a buscar un hotel, no, chato que no - La mujer le acarició el rostro a su sobrina - no es necesario ningún hotel, vayamos todos en casa, además la casa se siente vacía, le hace falta niños - Siena reflexionó por unos segundos, pero luego había accedido ante la solicitud de su tía así que agarró de las manos a su tía y la gorda hasta él sitió en dónde estaban Safari y Caleb.

— Chicos, ella es mi tía Freya y nos dará aliento su casa - Expresó Siena al llegar junto a sus amigos.

— Hola tía Freya yo soy Safari.

— Y yo soy Caleb - Dicen los gemelos en modo de saludo a mi tía.

— Pero que niños tan adorables vamos por en marcha esta cosa y vayamos a casa tenemos que llegar antes de que la tormenta llegue - Freya Landfor tenía razón, el cielo estaba cubierto de grandes nubes grises - Además supongo que tienen hambre la Tía Freya les cocinará lo mejor.

— Tía, no es necesario que te molestes - Safari se había sonrojado definitivamente, ellos no querían causar muchas molestias.

— No es ninguna molestia, además siempre me he sentido sola y ahora tengo 3 niños que cuidar.

— Tía Freya ya somos grandes - Pero solo en ese momento el pensamiento de Siena viajó hasta sus abuelos paternos, pero la voz de Freya la sacó de sus pensamientos.

— Siena aún no cumples 18 años, sigues siendo una niña - Expresó Freya con una sonrisa, habían llegado hasta la casa que era bastante grande, por cierto todos habían descendido, pero por la puerta estaba colgado algo que había llenado la atención de Siena, la imagen de un hermoso lobo blanco muy semejante a Venus.

— Tía ¿Por qué tienes un lobo muy parecida Venus colgado en la puerta? - Safari también se había dado cuenta de aquello y la loba siempre había sido curiosa, asi que preguntarle a ella no le hacía ningún mal, Freya solamente sonrió.

— Así que has heredado el Lobo Blanco de tu padre - Aquello hizo que la mente de Siena colapsará Antón Landfor no era ningún Lobo blanco - Siena pasemos adentro - El viento ya empezaba a dejar sentir sus ráfagas y Siena empezaba a sentir que algo no estaba cuadrando aquí - Voy a cocinar algo y posteriormente hablaremos - luego de que se hayan introducido al interior de la casa Freya empezó a seguirlos hasta las habitaciones - En el primer piso a la derecha instalen sus pertenencias.

— Siena - Safari y Caleb se dirigieron hasta el lugar en el que Freya los guio— es como si supiera que hoy vendríamos - Expresó Venus al darse cuenta de que estaban 3 camas totalmente preparadas, era evidente de que había sido ordenada recientemente.

— Empiezo a preguntarme si tu tía siempre tiene visitas o es una bruja - como era de esperarse, Safari no se había quedado callada.

— Loba no seas retrasada - Caleb la recriminó aquello hizo que Siena no pudiera aguantarse la risa, posteriormente habían decidido salir de la habitación, la casa estaba decorada de manera muy Lobuna.

— La tía ha de haber pertenecido a una manada muy poderosa - Expuso Venus, mientras la mirada de Siena viaja al extenso bosque que podía observarse a través del Cristal de la cocina - Es perfecta - vuelve a hablar Venus.

— Vaya este bosque si es enorme - Caleb se posicionó al lado de Siena.

— Así que les gusta el bosque— Freya los miraba de una manera rara - Detrás de ese bosque hay otro más en dónde habitan más de 1000 lobos - Siena le presto atención a su tía - Todo Toronto y sus alrededores, además de - Freya los volvió a analizar antes de hablar de más - Todo este bosque pertenece al Alfa Rey - los 3 jóvenes se habían quedado sin aire en los pulmones al escuchar aquello.

— Eso es algo magnífico, ¿conoces al Alfa Rey? - Preguntan los 3 nuevamente al unísono.

— Lo conozco, de hecho he interactuado en varias ocasiones con él, las veces que él está todos los Licántropos debemos de estar cerca para acrecentar su fuerza, pero solamente yo, El Beta y el Delta, además de otros más cercanos lo conocemos personalmente, el resto de la manada solamente necesita saber que él está para que se reúnan en la noche para realizar un ritual para brindarle fuerza.

— Toronto ¿Es territorio completo del Alfa? - Preguntó Siena.

— Todo es su Territorio las pequeñas ciudades aledañas que cuentan con muchos humanos es protegida por nosotros que somos considerados los lobos más antiguos, esta es la Manada del Alfa Rey.

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