Capítulo 4.
Suena la infernal alarma y la apago de mala gana, me levanto de la cama, arrastró mi cuerpo ala ducha y término en 20 minutos, veo mi armario y me decido por mis jeans negros ajustados que hacen resaltar mis glúteos, una camisa un poco holgada blanca que deja al descubierto mi ombligo y mis botines negros, me maquillo un poco seco mi cabello en unos minutos, cojo mi chaqueta negra de cuero y mis llaves,estúpido Bruce por culpa de el tengo que matar a Evan.
Subo a mi auto y en el asiento esta la dirección de la escuela, no está muy lejos, conduzco un poco lento pues no quisiera llegar nunca, pero después de algunos minutos llego ala escuela, todos miran con la boca abierta mi auto último modelo, es difícil encontrar este auto pero siempre consigo lo mejor de lo mejor, por suerte no pueden verme pues tiene vidrios polarizados, parqueo mi auto apago el motor y suelto un suspiro todos esperan a que baje, seguro piensan que es un chico guapísimo pero lamentos decepcionarlos, me pongo mi chaqueta y abro la puerta segura, todos me miran con la boca abierta y yo como respuesta hago una sonrisa burlona, camino segura y todos me miran de pies a cabeza con la mandíbula al suelo,murmuran sobre cosas que apenas puedo entender, no presto atención y sigo el camino hasta secretaria.
—tu debes ser la nueva —me dice la secretaria amablemente,yo asiento y fuerzo una sonrisa.
—traeré tu horario junto con las llaves de tu casillero —y sin más la secretaria se va, me apoyo en la pared y pongo mis manos en el bolsillo, todos pasan, se asoman a verme ¡por todos los cielos! ¿¡nunca an visto una nueva!? Me dan deseos de salir y golpearlos.
—aquí tienes querida, date prisa las clases han iniciado.
—claro, gracias —digo amable y me marcho, los pasillos están solos por fin, camino lento a mi casillero y ahí están mis libros con las demás cosas, cuando alguien me toma de la muñeca y como instinto tomo ala persona y estrelló su cara al piso con su mano doblada por la espalda.
—Bruce dijo que eras buena —dice el chico en tono divertido.
—pero no tanto como yo.
Dicho eso se suelta rápidamente y me estrella contra la maldita pared.
—no estés tan seguro —digo en tono burlón.
Golpeó al chico en su parte dolorosa con mi pie y este cae al piso inmediatamente, sonrió triunfante, observó al chico es alto, musculoso bueno es agente obviamente tiene que estar en forma, cabello castaño, ojos azules claros y piel clara.
—¡Cameron que te pasa! —dice una Voz que podría reconocerla donde fuera, me tenso y no miro al chico porque se quien es, el maldito de Evan, su voz ahora es ronca y profunda, por el rabillo del ojo veo que a cambiado un poco es alto y de piel clara aún tiene esos hermosos ojos azules y su cabello café ¡Amy deja de pensar esas cosas! Me reprendo a mi misma.
Tomo mis libros y camino en dirección a mi clase.
—¡hey espera! —dice Evan.
Solo volteo un poco mi cara, mi cabello tapa un poco de mi rostro, mis maños se forman en puño y digo con Voz dura:
—no te metas en mi camino niño.
Puedo ver que Evan se quedó estático y pálido, sigo caminando y llego a mi clase.
—debe ser la nueva.
—si amy wood.
—muy bien pase.
Entro y tomo asiento en uno de los pupitres vacíos de el final, todos me miran de formas diferentes las chicas me odian por lo visto.
—¿hola eres la nueva que trajo ese lindo auto? —me dice una chica de cabello café y ojos cafe,se ve amigable.
—si soy yo —digo un poco amable esto de ser sociable no va conmigo.
—me llamo Sara Jhonson.
—mucho gusto Sara me llamo Amy.
Las puertas se abren y es Cameron al que acabo de dejar tirado en el piso y Evan el maldito de Evan, miro a Cameron inexpresiva y después miro a Evan su mirada se clava en mi, parece sorprendido y ala misma vez no lose triste.