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cabello negro y ojos azules

La tensión en el aire era palpable cuando los ancianos entraron en la sala oval donde Ulrich estaba sentado en su trono, emanando autoridad y poder. Galadriel, Eldrus, Theron y los demás ancianos fueron recibidos por una mirada fría del Rey Alfa, quien esperaba una explicación para la reunión secreta que habían mantenido.

Galadriel fue el primero en romper el silencio, enfrentando a Ulrich con una expresión seria.

"¿Qué desea el rey de nosotros?", preguntó, tratando de mantener la compostura ante la intensidad de la mirada de Ulrich.

Ulrich observó a Galadriel con una expresión implacable y respondió con voz firme:

"He sabido de la reunión secreta de los ancianos, Galadriel".

Galadriel tragó saliva, sintiéndose incómodo ante la acusación directa de Ulrich.

"No fue una reunión secreta, majestad. Simplemente no quisimos perturbarlo en su momento de duelo", se justificó, tratando de mantener su voz firme.

La respuesta de Galadriel no pareció satisfacer a Ulrich, quien frunció el ceño, desconfiado.

"Muy bien, entonces ahora puedes decirme cuál era el tema de esa reunión", exigió Ulrich, su voz cargada de autoridad.

Galadriel miró de reojo a los otros ancianos antes de responder.

"Eran solo asuntos rutinarios, majestad", respondió él, evasivo.

Ulrich arqueó una ceja, su paciencia agotándose rápidamente.

"Así que, ¿consideras rutinario discutir la maldición que recae sobre mí?", cuestionó, su voz cargada de desdén.

Galadriel se mantuvo firme ante la mirada incisiva de Ulrich.

"No usaría tales términos, majestad. Como usted mismo sabe, no creemos en las supersticiones", respondió, tratando de desviar el tema.

Ulrich se acercó a Galadriel, su expresión endurecida por la ira. Agarró el cuello de Galadriel con firmeza, exigiendo una respuesta directa.

"Si no creen en la maldición, entonces dime qué solución encontraron", ordenó, su voz sonando amenazadora.

Galadriel, luchando por respirar bajo el agarre de Ulrich, respondió con dificultad.

"Nosotros... nosotros no... llegamos a una... conclusión..."

La respuesta evasiva de Galadriel enfureció a Ulrich, quien apretó aún más el agarre alrededor del cuello de Galadriel, exigiendo la verdad.

"Estás mintiendo", lo acusó. "¿Cuál fue la decisión de los ancianos?"

Theron, al lado de Galadriel, no pudo contener su indignación ante la actitud de Ulrich.

"¡Esto es un ultraje!", exclamó, su voz resonando en la sala. "¡No tienes derecho a tratar a los ancianos de esta manera!"

Ulrich soltó a Galadriel y se volvió para enfrentar a Theron con una mirada helada.

"¿Qué dijiste?", cuestionó, su voz baja, pero llena de autoridad.

"Dije que encuentro ultrajante la forma en que trata a los ancianos", sostuvo Theron la mirada de Ulrich con firmeza.

Eldrus, tomando la palabra, trató de calmar la situación.

"La reunión de los ancianos discutió... sobre... sobre la posibilidad de... removerlo del trono...", confesó, su tono de voz revelando su aprehensión.

Ulrich se acercó a Eldrus, fijando su mirada implacable en él.

"Y tú, ¿qué piensas de eso?", preguntó, su voz resonando en el tenso ambiente.

Eldrus, visiblemente incómodo, respondió con cautela.

"Yo... estoy aquí... para servir al rey...", murmuró, apartando la mirada.

"¡Yo digo que no tenemos miedo de ti! ¡Y que es un ultraje la forma en que tratas a los ancianos!", Theron enfrentó a Ulrich con desafío.

Ulrich miró a los ancianos reunidos ante él, evaluando la situación con una expresión calculadora.

"¿Cuántos de ustedes comparten el mismo pensamiento que Theron?", preguntó, su mirada recorriendo la sala en busca de una respuesta.

Theron levantó la mano, seguido por otros ancianos que expresaron su apoyo. Galadriel y Eldrus permanecieron en silencio, observando la escena con una mezcla de preocupación y resignación.

Ulrich miró a los ancianos que se habían puesto en su contra, su expresión impasible.

"Llévenlos a la mazmorra", ordenó a sus guardias. "Y que tengan tiempo para reflexionar sobre sus elecciones."

Los guardias actuaron rápidamente, escoltando a los ancianos rebeldes fuera de la sala. Theron, sin embargo, se mantuvo firme ante Ulrich.

"No me intimidas", afirmó Theron, enfrentando al Rey Alfa con desafío.

Ulrich no dudó en responder a la insolencia de Theron, acercándose aún más a él.

"No quiero tu miedo", dijo Ulrich, su voz fría como el acero de la hoja de su espada. "Quiero que sirvas como ejemplo."

Sin más palabras, Ulrich colocó su espada en el vientre de Theron, su mirada implacable mientras la hoja presionaba su piel. El silencio en la sala era ensordecedor, todos los presentes observando la escena con una mezcla de sorpresa y temor.

Theron miró a Ulrich con sorpresa e indignación en sus ojos, negándose a ceder ante su dominio. Pero, en el fondo, sabía que estaba frente a un rey dispuesto a todo para mantener su poder.

Theron cayó al suelo, su vida escapando de su cuerpo mientras Ulrich permanecía inmóvil, la expresión fría e imperturbable en su rostro. Era una advertencia clara para aquellos que se atrevían a desafiar su autoridad: bajo el dominio del Rey Alfa Ulrich, la traición era castigada con la muerte.

***

El salón del trono estaba impregnado con el peso de la sangre derramada, mientras los guardias se apresuraban a retirar el cuerpo de Theron,

la última víctima de la furia de Ulrich. El Rey Alfa, imperturbable, limpiaba su espada con movimientos precisos, sus ojos fijos en Galadriel y Eldrus, los ancianos que permanecieron frente a él.

Ulrich levantó la mirada, fijando su intensa expresión en los ancianos ante él.

"¿Tienen algo más que decir?", preguntó, su voz fría como el acero de su espada.

Galadriel intercambió una mirada nerviosa con Eldrus antes de responder.

"No, Rey Ulrich", respondió, tratando de mantener su compostura frente al soberano irascible. "Si hay algo en lo que podamos ayudar, por favor, díganos".

Ulrich guardó su espada y volvió a sentarse en el trono, su mirada penetrante fijándose en los ancianos.

"Necesito iniciar una expedición", declaró, su voz resonando en el salón.

La sorpresa se reflejó en los rostros de Galadriel y Eldrus ante la inesperada revelación de Ulrich. Galadriel se acercó, su expresión preocupada.

"Rey Ulrich, ¿realmente es sabio comenzar una nueva expedición en este momento? Considerando la delicada situación en la que nos encontramos".

"Esta expedición no es para colonizar nuevas manadas", explicó Ulrich, mirando fijamente a Galadriel con determinación. "Es una búsqueda".

Eldrus frunció el ceño, perplejo. "¿Una búsqueda de quién?"

Ulrich lanzó una mirada significativa a los ancianos antes de responder. "De mi compañera destinada", reveló. "Mi próxima Luna".

La sorpresa se apoderó de Galadriel y Eldrus, ambos sin palabras ante la revelación de Ulrich. Eldrus avanzó, su semblante lleno de determinación.

"Si eso es lo que deseas, haremos todo lo posible para ayudarte a encontrar a tu Luna", afirmó con convicción.

Ulrich asintió, agradecido por la cooperación de los ancianos. "Mi próxima Luna debe tener cabello negro y ojos azules", especificó.

Galadriel frunció el ceño, desconcertado por la especificidad de la descripción de Ulrich.

"Nunca he oído hablar de una hembra con esas características", admitió sinceramente, confundido.

"Créeme, ella existe", afirmó Ulrich con firmeza. "Está ahí fuera, en algún lugar, esperándome".

Ulrich lanzó una última mirada determinada a los ancianos antes de dirigirse hacia fuera del salón. Su corazón ardía con la certeza de que su Luna estaba ahí fuera, en algún lugar, esperándolo. Y no descansaría hasta encontrarla.

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