Capítulo 3
- Sí, la sirvienta que insinuó que estabas embarazada del Capitán. - él me guiñó.
De repente recordé mi situación: estaba embarazada de James. Abrí mucho los ojos y miré con cautela a Tina. Tenía los ojos entrecerrados mientras miraba mi vientre. La cubrí, instintivamente, con mi brazo, como para protegerla.
- Lo extraño es que la gobernante de este reino no le hizo daño a James, incluso cuando era su prisionero. Ni siquiera cuando se enteró del bebé. - miró mi vientre con gravedad.
Miré hacia abajo, avergonzada. Sabía lo que Tina sentía por James y eso complicaba aún más las cosas.
- ¿ Qué dirá Dimitri? - él susurró.
Toda la culpa desapareció en un instante, reemplazada por la ira.
- No digas ese nombre. - Le ordené.
Ella me miró confundida.
- Lilith, él es tu rey. - .
- No, ya no lo es. - La interrumpí.
Ella me dio una mirada confundida.
- Entonces, lo que dice esa chica es verdad. - murmuró.
No sabía a qué se refería, pero no tuve tiempo de preguntarle porque se descubrió el hombro, mostrándome las cicatrices de antes.
Acarició la cicatriz más larga, la que parecía diferente a las demás, mirándola. Luego, sin quitar la vista de la cicatriz, se volvió hacia mí.
- No sabes cómo mantener la lealtad a un soberano. - .
La acusación fue más profunda de lo que creía posible, no por lo que dijo, ni porque lo dijo, sino porque entendí a qué se refería. Miré la cicatriz que estaba acariciando.
Tragué. No podría haber sido ella. Nunca había tolerado a Dimitri. Y nunca habría sido tan estúpida como para arriesgarse a ser descubierta y permanecer fiel a lo que creía. Las palabras, sin embargo, se me escaparon antes de que pudiera detenerlas.
- ¿ Fuiste tú quien alimentó a Dimitri? - Pregunté con voz débil.
Esperé su respuesta, mientras una pequeña sonrisa aparecía lentamente en su rostro.
- Sí. - respondió, después de tapar la cicatriz con ropa.
El me miró.