Capítulo 2
- Vengo de Florencia -
- ¡Me podrías enseñar algunas recetas! - exclama con entusiasmo - ¿Puedes cocinar algo más? -
- Sí, en realidad sí. Se me dan bien los dulces y no se me dan mal los salados -
- Mañana por la mañana me voy a trabajar, ¿qué tal si me acompañas? -
- ¡Sí, por supuesto! ¡Gracias! ¡Eres un milagro! - Lo abrazo instintivamente y él me rodea con sus brazos sorprendido, inmediatamente me despego avergonzado - ¡Perdón, perdón! -
- Oh, no, Raquel. No te disculpes, de verdad. No hay problema, me alegro -
- Estoy un poco loco, tal vez debería haberte dicho primero -
- ¿De qué sirve ser normal? - me pregunta levantando una ceja.
- Ninguno - sonrío .
Sacude la cabeza y asiente, creo que me gustará estar aquí. Dyler parece un buen tipo y está tratando de ayudarme, lo que encuentro muy especial porque generalmente nadie me ofrece su ayuda. ¿Pero puedo confiar en ello ?
- ¿Qué tal si nos conoces mejor? Siéntate, ¿te gusta la limonada? -
- Sí, mucho - murmuro mientras me siento en el sofá blanco, es suave.
Va a la cocina y sirve la bebida en dos vasos largos y estrechos, vuelve a mí mientras miro a mi alrededor, a mi derecha hay un televisor.
¿Cómo un chico tan joven puede permitirse todo esto?
Mi cabeza elabora mil teorías, tomo el líquido frío en mi mano y me adormezco a cada momento, ¿realmente está pasando?
¿Tengo una casa de verdad? Eso fue rápido.
Sí, y es la casa más hermosa que podría desear.
Dyler se sienta en la otra esquina del sofá y me mira con sus ojos verdes.
- ¿Puedo hacerte una pregunta? - movimiento audaz de mi parte.
- Claro, compañero de cuarto -
- ¿Por qué el alquiler es tan barato? ¿Cómo puedes permitirte esta casa? ¿Y por qué no tiene ya un compañero de cuarto? -
- Dijiste una pregunta, son tres - se ríe - Puedo pagar esta casa por el divorcio de mis padres, mi padre es un importante abogado. Mucho dinero y muchas casas, en la división de bienes mi madre tenía esta casa y al final a los 18 años me la vendió. Ahora vive en Seattle. Y con mi trabajo pago mis cuentas pero es demasiado grande para mi y es caro de mantener, antes había otro compañero de cuarto: mi mejor amigo pero ahora vive más cerca de su trabajo, seguramente lo conocerás, te gustará -
Sonrío, tal vez, por primera vez tendré amigos. ¡Amigos de verdad, esto me pone nervioso! Raquel! ¡No te atrevas a ser antisocial!
Debo dejar de engañarme, no tengo que esperar nada y las cosas buenas vendrán.
- Lo siento por tus padres -
- No deberías. Soy de la opinión que cuando el amor se acaba es inútil seguir torturándonos para estar juntos. ¿No te parece? -
- Nunca me enamoré, no tengo ni idea -
- Bueno, ¿ni siquiera comprometidos? él pregunta
- Sí, había un chico pero yo no estaba enamorada de él. Es una vieja historia -
Cierro el discurso de inmediato, incómodo hablando de mí mismo con una persona que conozco desde hace veinte minutos pero que está cambiando mi vida.
Toma mi vaso vacío y suspira como si pensara en algo.
- Quiero conocerte bien, Raquel Sebalfino -
- Yo también, Dyler Henares. -
- Pero primero creo que necesitas cambiarte y refrescarte. Vi que trajiste muy poco, tendremos que ir de compras -
- Eso sería divertido. -
- Entonces te presentaré a mis dos mejores amigos -
Me levanto - ¿Cómo debo vestirme para causarle una buena impresión a tu tía mañana? -
- ¿Tienes un vestido de verano poco elegante? Como flores o algo? - Asiento con la cabeza - Bueno, póntelo. Te despierto a las nueve, ahora tengo que salir -
- Gracias, Dyler. -
- Buenas noches -
- Noche. -
Subo a lo alto de las escaleras mientras lo escucho encender la televisión, abro la maleta poniendo todo sobre el escritorio y rápidamente me quito la ropa poniéndome mi pijama con shorts verdes.
Me pregunto cómo se sintió el que vivió aquí, parece que mañana lo conoceré y podré preguntarle en persona.
Tomo mi bolsa de baño y la pongo en la mesita de noche, todos mis trucos y cosas necesarias, en el fondo de la maleta saco mi foto y la de mi abuela.
La coloco en la mesita de noche tirándome sobre la cama, es gracias a ella que estoy aquí.
Con su muerte recibí todo lo que tenía, para mi familia fue un golpe, nadie esperaba que cambiara su testamento.
Mi vida estaba arreglada, tenía que convertirme en maestra de jardín de infantes pero ese dinero me cambió la vida, hasta la letra.
Dijo que tenía que hacer lo correcto, tenía que seguir mis sueños y mi corazón.
Yo lo seguí, el mío está en América.
SuzeO
- ¡Raquel! despierta -
Una voz me hace abrir los ojos de repente, la luz que entra por la ventana me hace cerrarlos inmediatamente después.
Niego con la cabeza atónita, quiero dormir en esta increíble cama, pero en cambio escucho a Dyler sentado a mi derecha.
Trato de recordar cada palabra correcta en inglés.
- Buenos días, compañero de cuarto -
- Buenos días - siseo somnoliento.
- ¿Dormiste bien? -
- Esta cama es muy cómoda, me dormí enseguida -
- Nick también lo dijo -
- ¿Nick? - pregunto levantándome sobre mis codos.
- Mi mejor amigo, el que vivía aquí conmigo. Hoy lo conocerás -
¡Es verdad! Me habia olvidado de eso.
Me levanto rápidamente bajándome los shorts, lo escucho reír, tomo el neceser totalmente avergonzado.