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Capítulo 9

- Será un castigo digno - me digo riendo.

Así que me seco y, una vez me he puesto el pijama de estrella de mar y me he hecho un moño mullido que, como de costumbre, más bien parece un nido de pájaro abandonado desde hace años, salgo del baño.

Me dejo caer en la cama y le cuento a Alice todo lo que pasó en mi desastroso primer día en la universidad.

Ella me escucha sin decir una palabra y luego le resta importancia.

- ¡ Así que mañana vamos a una fiesta! -

- Al parecer sí... ¡Celebremos! Y, sinceramente, necesito un poco de diversión .

- A quién le estás contando... - Ali suspira, y luego me sonríe.

Cambio y me siento más ligero.

Empezamos a charlar de esto y aquello, para conocernos aún mejor y alejar nuestros pensamientos de Jorge Keller, hasta caer en la cama.

Me levanto sobresaltado al oír sonar la alarma. Estirándome adormilado, creo que sólo dormí unos diez minutos. Las ganas de quedarme bajo las sábanas son realmente grandes, pero después de los quince minutos canónicos en los que contemplo el techo y analizo los diversos problemas de la vida, me levanto.

Alicia todavía está durmiendo.

Suavemente trato de despertarla.

- Buenos días, Ali. Es hora de levantarnos o hoy tendremos que correr a clase nuevamente – digo con una sonrisa en mis labios.

En respuesta, ella murmura algo incomprensible, pero que creo que es un "Buenos días, Aurora ".

Desciende como un zombie y, en silencio, nos preparamos.

Hoy, curiosamente, salimos a tiempo, tanto que decidimos ir al bar del campus a desayunar.

Nada más entrar, el olor a café y croissants horneados me cautiva.

Entonces, decididos a poner fin al sufrimiento de mi estómago hambriento, nos acercamos a la caja para pedir, cuando una voz familiar me precede.

- Para la señorita, un capuchino de caramelo y un muffin triple de chocolate. -

Me giro y veo a Len sonriéndome.

- Bien despertado, pequeño gemelo - continúa sosteniéndome entre sus musculosos brazos que me sé de memoria después de todos los veranos pasados juntos. Sin embargo, ¡había extrañado mucho sus abrazos en los últimos años!

- ¡ Buen día! - Respondo escondiéndome en su gran y protector cofre.

Luego, después de saludar a mi amigo, como un caballero, deja que Alice pida un croissant de crema y un café largo y frío delante de él.

No muy lejos está Dek, quien se acerca de mala gana, con el rostro negro. Él sólo me da un gesto de asentimiento, mientras que ni siquiera mira a Alice.

El camarero pide su pedido, pero al recibir un silencio absoluto como respuesta, Len habla y pide también para su hermano.

¿Pero qué le pasa hoy? Está más gruñón que de costumbre.

Luego, sin esperarnos y a paso rápido, Derek se dirige a sentarse en una de las mesas libres afuera del restaurante.

Miro a mi alrededor en busca de Lennox para ver si sabe algo, pero niega con la cabeza con amargura.

Ni siquiera sabe lo que está pasando.

- Descubriremos qué pasa por su cabeza, puedes estar seguro - me susurra Len mientras se acerca, con el objetivo de tranquilizarme.

Le sonrío agradecida y, después de recibir nuestras órdenes, nos sentamos al lado del gemelo enojado.

Mientras comemos esas delicias, charlamos de esto y aquello.

Len continúa haciendo chistes divertidos, mientras Dek se oscurece con cada segundo que pasa.

Quizás lanzar la bomba de Aaron ahora no es realmente el momento adecuado, pero recojo coraje y, respirando profundamente, comienzo.

- Chicos, lamento empezar tan mal el día, pero tengo que hablar con ustedes. ¿Recuerdas que te habría perdonado por el tema de Jorge , sólo con la condición de que me invitaras a cenar? -

Los chicos me miran dubitativos y empiezan a oler problemas.

- He cambiado de opinión. No más cena. Esta noche tendrás que venir conmigo y Ali a una fiesta .

Mis gemelos favoritos se miran y luego se echan a reír. Incluso Dek, que antes era negro, ahora parece casi aliviado.

- ¡ Por supuesto Aurora ! No hay problema, está bien. ¡Mejor aún! - comenta inmediatamente Len.

Pero antes de que puedan volver a animar, continúo.

- Muy bien, entonces está decidido. La fiesta es la de Aarón, el capitán del equipo de natación. ¿Lo conoces? -

Se ponen blancos y se quedan boquiabiertos.

Dek, se recupera de inmediato. Aparecen motas amarillas en sus iris, demostrando que esa parte de su carácter indomable está saliendo a relucir.

-No , Aurora . No iremos allí. - dice la bestia, como siempre en pocas palabras.

-Aurora , todo está bien, pero esto es alta traición hacia el equipo, ¿entiendes? No podemos. Pregúntanos cualquier otra cosa menos esto. - continúa Len.

Sacudo la cabeza sonriendo.

- Noveno. En su lugar iremos los cuatro. ¡Prepárate, nos vamos a divertir! Ahora, discúlpennos, pero realmente tenemos que ir a clase. Esperamos verte a las pm - .

Le guiño un ojo mientras tomo a Ali de la mano y nos vamos sonrientes y angelicales.

Los gemelos nos miran con los ojos muy abiertos, sin palabras.

Un nano segundo después, Len y Dek empiezan a maldecir como nunca antes.

- ¡ Por supuesto, al ser grandes y gordos, tienen muy pocas fuerzas para luchar contra ti! - comenta Alicia.

- Somos como hermanos y en consecuencia no importa tanto nuestro tamaño, sino cuánto nos amamos. Harían cualquier cosa por mí, como yo lo haría por ellos. - Respondo suavemente.

- Tienes razón. ¡Hasta luego, Aurora ! - me saluda, para luego dirigirse hacia sus aulas.

Hoy, por suerte, no tengo el curso de control y gestión con Grimson, así que no hay Jorge Keller cerca.

Aliviado y decidido a hacer lo mejor que pueda, sigo atentamente los cursos de marketing y finanzas.

Como resultado de tomar notas, también me duele un poco la mano, pero estoy satisfecho y feliz de haber elegido esta rama.

Desafortunadamente, solo tengo media hora para almorzar, como un sándwich rápido y luego me sumerjo en geopolítica y macroeconomía.

Una vez que terminan las lecciones, corro a mi habitación.

   

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