Capítulo 2
Me divierto, empiezo a hablar de esto y aquello, termino de ordenar mis cosas. Alice me echa una mano y descubro que estudia idiomas, entre ellos chino y ruso. Yo, en cambio, quiero especializarme en economía, concretamente en administración, finanzas y control... como mi madre.
Mientras charlamos, me siento cada vez más a gusto con ella y estoy feliz por ello. Ella parece realmente agradable.
- Ya que terminamos, ¿te gustaría hacer un recorrido por el campus para poder orientarte un poco mejor mañana? - me pregunta.
- ¡ Por supuesto! Me estarías haciendo un favor, además porque mi sentido de orientación es nulo. Si no fuera por el navegante creo que ya me habrían reportado varias veces como desaparecido- .
Alice contiene una risa y luego comienza el recorrido por UCLA.
Caminamos tranquilamente, mientras mi compañera de piso me explica todo lo que ha descubierto. También me muestra las distintas aulas de mis cursos y no podría estar más agradecido.
Después de haber recorrido casi toda la universidad, regresamos a la sala.
Alice inmediatamente comienza a prepararse para una fiesta organizada esta noche por una fraternidad, mientras yo me pongo mi pijama favorito, el de las estrellas de mar, y me recojo el pelo hasta la espalda, del color del sol de California, con unas pinzas.
Ella me ofreció ir con ella, pero me negué.
Seamos claros, no soy de esas chicas que siempre se quedan en casa con los libros, pero estoy cansada por el viaje y el largo recorrido por el campus. Además tengo que hablar con mi papá, así que preferí rechazar la invitación.
- Entonces, ¿cómo estoy? - me pregunta Alice, toda sonrisas, mientras hace una pirueta.
Lleva una falda larga y ligera y una sencilla camiseta sin mangas que resalta sus curvas. Lleva el pelo suelto y sólo se ha puesto un poco de rímel, un chorrito de delineador de ojos y un poco de brillo de labios.
- ¡ Eres muy hermosa! Verás que volverás locos a todos los chicos del campus .
- ¿ En realidad? Bueno, a ver si alguien me pega, si no, ¡no importa! -
- Me parece más que bien - respondo con una sonrisa en los labios, mientras me saluda con la mano y sale. En este punto, mientras estoy comiendo una manzana, llamo a papá por FaceTime. Después de algunos tonos, responde.
- ¡Hola cariño! Entonces, ¿tu compañero de cuarto? ¿Te has instalado? ¿Has desempaquetado tus maletas? -
- ¡¡Ey!! ¡Fácil con las preguntas! Todo va genial. Su nombre es Alice Reed y parece una persona muy agradable, pero el tiempo pasa. Hicimos un recorrido por el campus y todas mis cosas ya están guardadas. Me acostaré pronto porque estoy un poco cansada. ¿Cómo estás? ¿Fue bien el viaje a Nueva York? -
- Me alegra mucho oírte así. Para mí también todo es maravilloso, de hecho estoy aquí con Julián que os saluda! -
Julian Keller, además de ser uno de los accionistas mayoritarios de la empresa de mi padre, también es un querido amigo de la familia, como un tío para mí.
Todos los veranos, desde que era muy pequeña, los pasaba en su villa en Liguria, Italia, con sus hijos, Jorge , Lennox y Derek.
Con Jorge , el mayor, era puro odio. Él siempre me jodió. Cada vez llegaba a casa llorando por una razón u otra, pero para hacerme reír y jugar, estaban Len y Dek, mis dos gemelos favoritos. Un verano, sin embargo, todo cambió...
Corro lo más rápido que puedo ya que llego muy tarde. Ya debería haber estado en la playa con los gemelos, porque les prometí que nadaríamos juntos. Para hacerlo primero, elijo tomar un atajo y pasar por una pequeña calle que Lennox y yo descubrimos hace unas semanas y que conecta la casa con la playa; pero justo cuando estoy a punto de doblar la esquina, de repente, escucho la voz de Jorge hablando con sus amigos.
Por curiosidad, decido escuchar a escondidas.
Entonces, reduzco la velocidad hasta detenerme y me apoyo con la espalda contra la pared.
Me quedo sin aliento, pero trato de controlarlo para no ser descubierto.
- Entonces, ¿cuándo se lo vas a decir? - pregunta uno del grupo.
- Estaba pensando esta tarde. La llevaré aparte, la besaré y luego le confesaré que estoy enamorado de ella. Estoy casi seguro de que él me corresponderá. Mañana, sin embargo, le diré que todo fue una broma, una broma - responde Jorge con indiferencia.
No quisiera estar en el lugar de esa pobre chica.
- Tomaré el primer beso de Ginevra y pisotearé sus sentimientos - continúa sin tono, en medio de las risas de todos los demás.
Y el mundo se derrumba a mi alrededor. Un frío repentino me entra en los huesos, a pesar de que estoy bajo el sol y habrá casi cuarenta grados.
Humillación.
Lástima.
Dolor.
Me doy cuenta que para Jorge soy y siempre seré alguien a quien lastimar. Nada más.
Mi visión se vuelve borrosa debido a las lágrimas que caen y cortan mis mejillas como cuchillos afilados y los ruidos se ahogan hasta que todo se vuelve lejano e incomprensible.
Entonces, me doy la vuelta y huyo de él y de su capacidad para hacerme sentir mal.
Para ridiculizarme así, nunca pensé que haría eso.
Después de refugiarme en mi habitación, pongo la música y me ducho para quitarme el dolor y la decepción.
- Eres un pendejo, Jorge Keller... ¡¡¡Un pendejo enorme!!! - grito contra el cristal de la ducha.
Los sollozos ahogan el ruido del chorro, pero nadie me oye, excepto esas pequeñas gotas que se deslizan hasta el suelo, junto con mis lágrimas.
Finalmente llamo a mi padre.
Inmediatamente comprende que algo anda mal, pero no me hace ninguna pregunta. Él sabe que, cuando quiera, yo mismo le hablaré del tema.
Acepta enviar un helicóptero esta misma tarde para sacarme de lo que también consideraba un poco mi hogar.