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Cuando finalmente llego frente a la residencia real, una gran puerta me enfrenta. No puedes equivocarte en la dirección. El símbolo de esta familia está orgullosamente forjado en el centro de la entrada. Un lobo coronado marca el poder de estos lugares. Los protectores a cada lado solo agregan peso a la balanza. Esta familia lleva tantos años a la cabeza de nuestra generación que todos se han olvidado de los anteriores. Pero a pesar de su poder que no tiene igual, parece que son bastante accesibles.
Decidido, me acerco a uno de los guardias para que me abra la puerta. Estoy en mi temido mono, así que sé que me reconoció. Acabo de perder extraoficialmente mi anonimato. Su mirada es curiosa a pesar de que trata de mantenerse estoico para mantener su rango. Está desestabilizado, lo miro con mis ojos oscuros tan negros como mi corazón, pero se niega a abrir la puerta. Soy un lobo con un aura alfa, así que lo doblego a mi poder. Ya no quiero decir una sola palabra. Porque estoy por encima de ellos y nada podría probarlo más que entrando sin su deseo.
Otro guardia viene detrás de mí diciendo:
- "No puedes volver".
Me doy la vuelta y le doy una mirada que parece decir "¿estás realmente seguro de eso?". La respuesta que debería haberme respondido es "sí", pero si hubiera respondido con sinceridad habría pronunciado un franco "no". De repente, dejé salir mi aura y los guardias se derrumbaron bajo el poder. Sin más trámites, yo mismo empujo la puerta. Se cierra detrás de mí con un fuerte estruendo. Esa es una entrada sensacional. Antes de alejarme de los guardias, les digo:
-"Aparcarás mi coche. Ten cuidado, vale más que cualquier cosa que puedas ofrecerle a tu familia".
Siento que están tratando de no cumplir mis órdenes porque son buenos perros que valen un hueso para roer, pero mi aura es demasiado fuerte. Ya percibo a un guardia acercándose a mi auto de mala gana. Al ver que entendieron, libero mi aura. El pasillo central es enorme, incluso agotador. Llego al final de los escalones cuando aparece una persona:
-"¡Hola, Tenébris!"
Lo reconozco directamente como el hermano del Alfa Supremo: Ezequiel Duncan. Además, ser el hermano del todopoderoso es su primera versión beta. Se parece a Arden Duncan, es tan oscuro como él, y ellos son tan guapos como sus estatutos les permiten ser. El lobo tiene el pelo desordenado y una mirada verde risueña además de tener una sonrisa perfecta. Él es sublime. Permanezco estoico mientras continuamos midiéndonos unos a otros. Le hago un gesto con la cabeza a modo de saludo y me dice:
-“Así que además de llegar tarde, así luce el famoso Ténébris. No podría imaginarte de otra manera…
-¿Y cómo me imaginaste? Respondo, sin tomar en cuenta su familiaridad.
-Puedes llamarme familiar y prefiero quedarme con mi imaginación, por ahora.
"En ese caso, mantén tu lengua en tu boca también".
En el anuncio no se especificaba ser cortés con la manada... Se ríe e instintivamente me recuerda a Disam. Me tiende la mano y me dice:
-"Encantada de conocerte.
"Como solía decir mi madre, la hipocresía comienza con la cortesía, así que, en ese caso, también estoy muy feliz de conocerte".
Se ríe levemente y susurra "no nos aburriremos". Tomo su mano y por unos segundos nuestras miradas se cruzan. Ezequiel hunde sus esmeraldas en mis obsidianas. Confieso estar desestabilizado por este intercambio. Hay algo en sus ojos que es inexplicable. Algo que parece enterrar, desde lejos. Estoy hechizado por su mirada. Siento que él también está perturbado y espero que mi confusión no brille tan visiblemente como la suya. Pero a pesar de todo, se gira, poniendo fin a este extraño intercambio. Entro en la casa, lista para conocer a los demás miembros de la manada, incluido el Alfa...