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Capítulo 6

Selena siempre había sido muy culta como señorita de una familia noble y raras veces lanzaba palabrotas, pero hoy creía que los dos que tenía delante no eran dignos de su trato educado.

Dominic puso una expresión fea al oír las palabras de Selena.

Leah se puso aún más pálida y no pudo evitar temblar, como si pudiera desmayarse en cualquier momento. Y luego cayó en brazos de Dominic, sollozando tristemente, y dijo miserablemente:

—Selena, no era mi intención... Lo siento mucho... De verdad que no quería revelar esas fotos...

Ante la mención de las fotos, Dominic puso una cara aún más hosca y su mirada hacia Selena volvió a llenarse de repugnancia.

—Leah, no tienes por qué culparte. Una mujer como ella merece todo lo que ha sufrido. Tú no tienes ninguna culpa.

Selena dibujó una sonrisa indiferente, sin mostrar ninguna expresión de culpabilidad. Miró a Dominic de lo alto y se mofó:

—Como hombre, ya no puedes ser peor.

Desde el punto de vista de la actual Selena, Dominic era un cabrón total.

Antes, esa ingenua Selena lo amaba tanto que incluso le consideraba la salvación de su vida. Pero ese mismo hombre se confabuló con la hija de la amante del padre de Selena, y no solo arruinó su reputación, sino también le quitó su vida.

Para la justicia de esa pobre chica, ¡Selena no dejaría a Dominic y a Leah fácilmente y les haría pagar duro!

Dominic estalló en cólera, y maldijo:

—Selena, eres una desvergonzada total.

—¿Una desvergonzada total? Sí, soy desvergonzada, pero soy hermosa, mucho más hermosa que la Leah que tienes en tus brazos —Selena dirigió una mirada a Leah y sonrió alegremente, con arrogancia en los ojos—. Tanto por origen como por aspecto, Leah es muy inferior a mí.

Leah casi no pudo contener su enojo al escuchar esto, pero se logró hacerlo y siguió jugando su papel débil y agraviada. Estudió a Selena frente a ella con recelo, pues sintió que esta se había vuelto diferente.

La examinó detenidamente durante un buen rato. Aunque se cambió de ropa y se quitó aquel feo maquillaje, Leah pudo confirmar que la mujer delante de ella efectivamente era Selena.

«¡Bah! Si esta zorra no hubiera nacido tan guapa, ¿cómo podía tenderle esa trampa a ella junto con Angie? Realmente no esperaba que esta zorra se haya vuelto más fuerte y menos estúpida después de esa boda fallida.»

Selena notó lo que Leah estaba pensando y soltó una baja carcajada desdeñosa.

La Selena muerta no era tonta en absoluto, incluso era una chica muy inteligente.

La única razón por la que había caído en la trampa de Leah y Angie fue porque amaba demasiado a Dominic. Mientras fuera lo que le gustaba a Dominic, por poco convencional que fuera, ella estaba dispuesta a hacerlo por él.

Era una pena que ese cabrón le había fallado a una chica tan buena.

Selena se acarició suavemente el corazón algo triste para calmarse, y luego subió las escaleras sin hacerles más caso a los tres.

Y aquellos tres, mirando la espalda distante de Selena, se quedaron aún más molestos.

Selena volvió a su cuarto.

Desde la muerte de su madre, Selena nunca había sentido el calor familiar en esta casa. Ahora la habitación estaba vacía, se veía bastante desoladora, sin la menor calidez.

Pensando otra vez en la chica muerta, Selena sintió mucha tristeza y dejó escapar un leve suspiro.

Después, descorrió las cortinas y abrió la ventana para que entrara la luz del sol. De esa manera, el cuarto se volvió un poco caluroso. Y luego se acercó al escritorio y abrió el cajón.

Ella no tenía ningún apego a la familia Riddle. Volvió aquí porque la difunta Selena tenía algo importante en esta habitación.

Selena rebuscó detenidamente todo el cajón, pero no encontró nada.

De repente, se le ocurrió algo y abandonó el cuarto.

***

Abajo, en el salón, Molly aplicaba con mucho cuidado pomadas sobre el dorso de la mano de Leah.

Tanto la madre como la hija mantenían una cara muy fea.

Dominic estaba sentado en un sillón con las cejas fruncidas, consolaba a Leah en voz tierna, pero sus ojos siempre miraban inconscientemente hacia arriba.

Al ver lo distraído que estaba el hombre, Leah se mordió ligeramente los labios y habló en voz débil:

—Dominic, estoy muy triste...

Dominic preguntó con suavidad:

—¿Qué pasa?

—Sé que mi mamá y yo somos las malas por haber arruinado la familia de Selena, pero... —Leah, cabizbaja, se acurrucó en los brazos de Dominic y lloró con tristeza— Nadie puede elegir su origen. No sé por qué Selena me humilló con mi nacimiento. Incluso me insultó diciendo en público que soy una bastarda...

Dominic la abrazó, le palmeó la espalda suavemente y la consoló:

—No hagas caso a lo que dice ella. Está loca.

En este momento, Selena bajó las escaleras. Leah dibujó una sonrisa maligna en los labios al verla.

Leah sabía que a Selena le dolía ver a Dominic ser cariñoso con ella. Y aunque le dolía y entristecía, tenía que forzar una sonrisa por miedo a que Dominic le cayera aún peor.

Por lo tanto, ella sabía que mientras contara con Dominic a su lado, Selena no sería capaz de escapar de ella.

Con esta manera, Leah había lastimado a Selena numerosas veces.

Leah esperaba a ver la expresión de angustia en la cara de Selena, pero hoy su truco falló.

Selena ni siquiera le echó una mirada a Dominic, mucho menos se entristeció.

En cambio, Selena se fijó en ella fríamente, con los ojos llenos de una ira reprimida.

Al encontrarse con tal mirada, Leah no pudo evitar sentir escalofríos en la espalda. Ella se dijo a sí misma mentalmente:

«¿Qué ha pasado con esta zorra hoy? ¿Por qué ha cambiado tanto? No solo parece mucho más atrevida, sino también que es muy indiferente con Dominic.»

Dominic oyó el ruido de tacones en las escaleras, apartó a Leah y se volvió para mirar.

Selena se acercó a Leah y le dijo muy seriamente:

—Te has llevado el guion en el cajón de mi cuarto, ¿verdad? ¡Devuélvemelo!

Leah entró en pánico por dentro, pero en apariencia fingió no saber nada y preguntó en voz sobresaltada:

—Selena, ¿de qué estás hablando? ¿Qué guion? Nunca he visto un guion...

Luego volvió la cabeza hacia Molly, que estaba sentada en el sofá, y preguntó:

—Mamá, ¿has visto algún guion en el dormitorio de Selena? ¿Acaso lo tiraron los criados como basura cuando limpiaban la habitación?

Molly se mofó:

—¡¿Qué guion?! Ella es una tonta total. Siempre estaba al final de la lista en todos los exámenes. ¿Cómo es posible que sepa escribir un guion? No le hagas caso, ¡solo intenta calumniarte!

Selena respiró hondo para reprimir la rabia que se le encendía cada vez más.

«Esta madre y esta hija mataron a la madre de Selena, se apoderaron de su casa, le robaron a su prometido, y aún no saciables, ahora incluso quieren quitarle su último sueño a esta pobre. ¡Qué víboras más perversas son las dos!»

Fingiendo quedarse sorprendida por lo que dijo su madre, Leah dijo:

—Mamá, no digas eso. Selena no es tonta. Selena, ¿cómo es tu guion? Ahora mismo te lo busco.

Dicho eso, Leah se levantó rápidamente y se acercó a Selena.

De espaldas a Dominic, Leah mostró de inmediato su verdadera naturaleza. Dibujó una sonrisa de suficiencia y le dijo arrogantemente a Selena en una voz muy baja:

—Perra, ¿y qué si me llevé tu guion? ¿Qué puedes hacer?

Ante su provocación, Selena no pudo contenerse más, levantó bruscamente la mano y la abofeteó con fuerza.

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