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Llego la hora

Despues de bajarme de la tarima, vi como las otras chicas empezaron a subir una a una para que su virginidad fuera subastada, y en medio de ese, mi amiga Daisy, quien habia sido la que me recomendo vender mi virginidad al mejor postor, llego junto a mi para felicitarme.

—¡Te sacaste la loteria Teresa! —dijo Daisy, mientras mi tomaba por lo hombros.

—¿Ah si? ¿Por qué? —pregunte algo extrañada.

—¿Por qué? ¿En serio preguntas por que? Teresa, ¡Te acabas de ganar 300.000 dolares! ¡Incluso despues de que el club tome su parte seguiras ganando mas de 200.000! —dice Daisy, mientras me mira emocionada.

La verdad era que Daisy tenia razon, los hombres del club habian ofertado 300.000 dolares por mi virginidad, despues de que el club tomara su parte aun ganaria unos 210.000 dolares, esa cantidad era algo que no podria obtener en mi trabajo de camarera.

Y lo mejor era que lo obtuve por solo una noche de “trabajo”, aunque esa sola noche de trabajo que quizas solo dure 1 hora unicamente, seria algo que podria marcarme de por vida.

—Estoy celosa Teresa, cuando yo me subaste solo ofertaron 50.000 dolares por mi, en ese entonces pense que era una buena cantidad, pero tu acabas de obtener 300.000, no puedo evitar pensar que tenias tú que yo no —dice Daisy, mientras fruncia el ceño y hacia un puchero.

—Solo fue suerte Daisy, quizas fue que el dia que asististe no fue el indicado.

—¡Teresa! ¡Debemos prepararte!

—¿Prepararme? ¿Para que?

—¡¿Eres idiota?! Despues de que termine la subasta tendras que ir con el hombre que pago por tu virginidad.

Cuando Daisy me dice estas palabras, no puedo evitar temblar, es cierto, hoy seria mi primera vez, y ya no podia dar marcha atrás, necesitaba el dinero y habia llegado muy lejos como para detenerme a ultimo momento.

Hoy seria el dia que perderia mi virginidad, y seria con un desconocido, aunque al menos era atractivo, honestamente no estaba totalmente lista para lo que pasaria dentro de poco, pero ya solo podia seguir hasta el final.

—Ven conmigo, te pondremos ropa sexy para tu noche de hoy, te dare algunos consejos, la primera vez siempre duele, pero no significa que no puedas disfrutarla —dice Daisy, mientras me toma de la mano y me lleva hacia algun lugar.

La subasta aun no habia terminado, pero eso no me importaba y tampoco a Daisy.

Fui llevada por Daisy hacia una habitacion privada para que me preparara, pudimos entrar alli ya que era un de las chicas “VIP” del club, lo que en otras palabras, significaba que era una de las chicas que habia vendido su virginida a un hombre rico, lo cual le iba a dar un gran ingreso al club.

Obviamente el club queria que satisfaciera lo mejor que podia al cliente que me compro, de esa forma, ese cliente seguiria viniendo al club e incluso podria traer a algunos amigos que harian ofertas al igual que ellos.

El personal del club queria que estuviese lo mas exitante y preparada posible, normalmente el club tenia algunos trabajadoras femeninas experimentadas que orientarian a las chicas virgenes sobre como complacer al cliente, el club queria que los clientes que pagaron se fueran satisfechos y volvieran en el futuro y la mejor forma era darles una rapida orientacion a las chicas virgenes que fueron subastadas.

Daisy era una de esas chicas experimentadas que orientarian a las chicas virgenes que fueron subastadas en el club, al ser ella mi amiga, obvimente termino por escogerme para orientarme sobre lo que iba a pasar hoy.

Daisy empezo a seleccionar ropa para mi, me tuve que probar todo tipo de lenceria sexy enfrente de Daisy, la cual solo quedo satisfecha despues de que me probara un monton de trajes distintos.

Mientras Diasy me vestia, me empezo a hablar sobre un monton de cosas sobre la primera vez, cuando llegamos a la parte del dolor inicial, no pude evitar estremecerme, pero Daisy me consolo al decirme que el dolor solo era momentaneo y despues venia el placer.

Daisy me dijo que solo tenia que dejarme llevar.

—Bien, ya estas listas —dijo Daisy, mientras me miraba en un espejo.

Daisy habia seleccionado para mi una ropa bastante reveladora, pero que ocultaba todas las partes importantes y necesarias, la mayor partes de mis piernas estaban al descubierto dejando toda mi carne y piel expuestas, el vestido era muy escotado y hacia resaltar mucho mi pecho.

Daisy incluso selecciono para mi una de esas tangas comestibles, me dijo que el tener una encantaba a muchos hombres y puede que me arrancaran a mordiscos… cuando escuche esto, no quise imaginarmelo.

—Bien Daisy, ya estas lista, pronto sera el momento, te dejare sola un momento, tengo que ir a hablar con alguien.

Despues de que Daisy dijera estas palabras, se fue de la habitacion, dejandome sola, cuando Daisy se fue, no pude evitar tomar la botella de vino que habia en la habitacion y tomarmela de una sola vez.

Todo el mundo decia que el alcohol hacia mas facil cualquier cosa y te calmaba mucho, y en estos momentos necesitaba tener un poco de calma ante lo que venia a continuacion.

Una botella no fue suficiente para calmarme los nervios, y en un abrir y cerrar de ojos, me tome otra.

—¿Cuánto costara este vino? Espero que no me lo cobren —mientras decia estas palabras, no puedo evitar notar que el alcohol esta empezando a ser efecto, y empiezo a sentirme ebria.

Despues de un rato, Daisy finalmente regresa, por suerte escondi las botellas de vino que me bebi, no queria que viera lo que habia hecho.

—Bien Teresa, ya estas lista, es hora de que vayas con tu galan —dijo Daisy, mientras me tomaba de la mano y me sacaba de la habitacion.

—¿D-donde va a o-ocurrir?… ¿Dónde lo voy a hacer? —pregunto, mientras trato de evitar que Daisy no note mie ebriedad.

—Es un conjunto de habitaciones especiales que el club reserva para los clientes como el tuyo, ven conmigo, te llevare alli —dijo Daisy, mientras me toma de la mano y me guia.

Caminamos por un breve tiempo, y terminamos por llegar a un lugar con dos corredores, Daisy apunta a uno de los dos corredores que tenemos enfrente nuestro y empieza a hablar.

—Tienes que seguir este corredor y entrar en la habitacion de tú cliente, este es el numero de su habitacion, ten la llave, tambien toca la puerta para que se entere que ya llegaste… cuando entres, empieza a hacer lo tuyo, ya te explique como seducir a un hombre —me dice Daisy, mientras me mira fijamente.

—E-entiendo.

—Bien, nos vemos, dentro de poco te graduaras y ya no perteneceras mas al grupo de las que aun no lo han hecho, y habras ganado una buena cantidad de dinero, nos vemos —me dice Daisy, mientras empieza a alejarse, mientras la observo.

Despues de que Daisy se va, me quedo parada por un breve tiempo en el lugar donde estoy, los efectos del alcohol siguen aumentando, pero a pesar de eso, miro los corredores y camino hacia el que Daisy me indico, y me preparo para perder me virginidad finalmente con el hombre que la compro.

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