Capítulo 5
- ¡N-No te acerques! - Grité mientras él seguía acercándose a mí. Mi espalda está apoyada contra la terraza y no tengo dónde retroceder.
Mi corazón latía más rápido cuando estábamos a sólo unos metros de distancia el uno del otro.
- He visto cada parte de tu cuerpo mi querida esposa. - Dijo usando una voz ronca que me hace sonrojar aún más. Su voz parece ser cada vez más molesta.
- ¡T-eres un pervertido! ¡Te reportaré a mi papá! - le grité lo que le hizo reír. Me quedé atónito por un momento. Tiene una dentadura blanca perfecta. Desde anoche sólo la he visto reír y era una risa sexy. Una risa única.
Rápidamente negué con la cabeza . ¡No es el momento de felicitarlo! ¡Él es un diablo! ', me recuerdo a mí mismo.
- Denúncialo. - me desafió, sonriéndome. ¡Maldito sea!
- ¡Demonio! - Grité y estuve a punto de pasarlo pero rápidamente me devolvió a donde estaba antes.
- ¡ Déjame ir! - Le grité y traté de tirar mi brazo hacia atrás. La sonrisa en sus labios ha desaparecido. Ha vuelto a ponerse serio otra vez.
- ¡ Deja de pelear, Teresa ! - Sus palabras me hicieron detenerme rápidamente. No gritó pero su voz tenía una autoridad que me hizo detenerme. Había algo en su personalidad que te hizo seguir. Y eso es irritante.
- ¿ A-Qué necesitas de mí? ¿Por qué me trajiste aquí a tu casa? - Pregunté con calma a pesar de que mi pecho subía rápidamente debido a la ira reprimida.
Intenté ser cortés a pesar de que su mano comenzaba a tocar mi cuerpo.
Intenté sacar de mi mente la forma en que me trató. Él está acariciando mis brazos. Hace cosquillas.
- Eres mi esposa y deberías estar aquí en mi casa. -
Me tomó por la cintura e inclinó su cabeza hacia la mía. También apretó ligeramente mi cintura lo que me hizo saltar.
- ¿ A-Qué vas a hacer? - Le pregunté quién tartamudeaba un poco.
Mi pecho late con fuerza. Siento que me voy a quedar sin aliento por lo que me está haciendo. Él está acariciando mi espalda, de arriba a abajo mientras su rostro desciende sobre el mío.
- Lo que deberíamos haber hecho ayer. - Dijo rápidamente cruzando nuestros labios.
Me quedé en shock. Presionó sus labios en los míos y comenzó a besarme eróticamente. Mis ojos se abrieron cuando él me besó. Me está tomando el pelo. Bebió y chupó mis labios inferiores. Empujó suavemente su lengua dentro de mi boca. Sus manos se movían alrededor de mi cuerpo. Fue como si me hubieran echado agua fría. Lo empujé con todas mis fuerzas pero era demasiado fuerte. Ni siquiera se sintió conmovido por lo que hice. La empujé más fuerte y golpeé su pecho pero ella atrapó mi mano con una de sus manos.
- No pelees bebé. - Susurró entre besos. Siento que me he quedado sin energía por lo que está haciendo. Ni siquiera podía mover mi cuerpo porque él me apoyó contra la terraza y me inmovilizó con su cuerpo.
Intenté quedarme quieto. No abrí la boca como él quería. Pero el diablo se sale con la suya. Me mordió el labio inferior lo que me hace abrir los labios. Todavía puedo saborear la sangre en mi boca.
De gentil a rudo y ahora hambriento. Su beso se hizo más profundo. Quiero alejarlo pero no puedo. Él hace que mis rodillas se debiliten.
Está tratando de provocarme y seducirme. Y si no se hubiera detenido, es posible que a mí también me hubieran secuestrado.
Apartó ligeramente su rostro del mío pero nuestros rostros permanecieron muy juntos. Ambos estamos jadeando por aire.
- Dulces labios sangrientos. - Dijo limpiando los restos de sangre de mis labios.
Lujuria. Era visible en sus ojos mientras yo estaba en shock. ¿Cómo puede un beso ser tan suave y áspero pero hambriento? Fue un beso desgarrador. Fue mi primer beso y fue sexy. Mi cara rápidamente se puso roja por el pensamiento.
- Podemos continuarlo en nuestra cama, amorcito. - Dijo que eso me hizo volver a mis sentidos. Estuvo a punto de besarme otra vez pero lo evité.
De repente frunció el ceño.
- ¡N-No! - Hablo rápido. - ¡N-No puedes hacerme esto! ¡Te demandaré! - Lo amenazo.
Levantó las cejas y sonrió. - Qué jovencita tan inocente. ¿Crees que alguien te creerá? Eres mi esposa y tengo todos los derechos para obtener lo que legalmente es mío. Y que conste que puedo hacerte el amor sin obligarte, mi querida esposa. - Habló con arrogancia por lo que mis ojos rápidamente se abrieron como platos.
- ¡ Sobre mi cadáver! ¡No os hagáis ilusiones porque me voy ahora! - Le grité y lo empujé un poco.
Rápidamente lo pasé. Lo vi seguirme pero se sentó derecho en la cama.
- Sí, sobre tu cadáver. Por cierto señora Del Fuego esta es una isla privada y nadie se atreve a poner un pie en mis tierras sin mi invitación. - Dijo volviéndose hacia mí.
No fue lo que dijo lo que me hizo darme vuelta, sino lo que solía referirse a mí. 'Señora. Del Fuego.' No quería pero sentí una sensación de pertenencia cuando usó eso. Me pareció algo bueno y fue un placer escucharlo.
- Ningún banquero se pierde en esta parte. Esta isla es privada. No hay otra forma de transporte. Lo que uso para ir aquí es el helicóptero y a veces el barco a motor. Así que si quieres irte ahora mismo, empieza a nadar. Corre con el tiburón en el mar. - Cuando dijo molesto, mis ojos se abrieron con molestia.
- ¡Maldito diablo! ¡Prefiero morir antes que estar contigo en este infierno! - Grité que pudo cambiar de forma. De una mirada sarcástica a una peligrosa. Y juro que se me erizó el vello del cuerpo ante su peligrosa apariencia. En apenas unos segundos, él estaba frente a mí y me sostenía el brazo.
- No puedes escapar de mí Teresa . Ahora no. Mañana no. Nunca. - dijo con voz burlona antes de soltarme violentamente.
Doy un paso atrás para evitar que su piel toque la mía. Siento una sensación extraña cuando nuestra piel se toca. Y no es normal.
- ¡N-No puedes encerrarme en esta Isla! ¡No eres mi dueño! ¡Nadie me pertenece! - aunque estaba asustada, traté de calmar mi voz.
- No cariño. I. Propio. Tú. Tu padre te vendió a mí. Si soy dueño de ti Así que será mejor que seas una buena chica como antes si no quieres hacerme enojar. Ya sabes lo rabiosos que son los perros. - Habló con fuerza luego de tocar mi cintura lo que me hizo inhalar profundamente.
¡Estoy atrapado con el diablo! Y Malditos Tres Del Fuego por hacerme sentir este sentimiento incómodo.
Después de esa escena en la habitación, Tres también salió. Me quedé en la habitación un rato antes de decidir salir también. No sirve de nada llorar. Tengo que encontrar una manera de salir de aquí. Cuando salí, me di cuenta del hermoso diseño de la casa. Es antiguo pero el estilo español todavía está mezclado con un interior moderno como en la habitación. Una gran escalera me saludó. La casa es más grande que nuestra casa. Las lámparas de araña que cuelgan del techo también son de gran tamaño. Incluso los muebles antiguos son obviamente ricos. También hay cuadros colgados en la pared.
Cuando bajé las escaleras, me llamó la atención un cuadro de gran tamaño.
Me acerqué y lo miré.