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*** Molly Moore ***
Apenas llegué al lugar donde Merly me había indicado, desde lejos podía ver a Peet, estaba solo tomando una copa, así que decidí acercarme a él con el corazón triste.
-¡Hola Peet!- lo saludé tranquilamente.
- Mo… Molly, ¿qué haces aquí?
-Voy a verte. ¿No es esa la razón por la que invitaste a Merly personalmente? ¿Crees que ella no me lo habría dicho, tal vez? Bueno, aquí estoy. Tenía que revisar las noticias yo mismo. ¿O qué? ¿De verdad pensaste que tu matrimonio seguiría siendo un secreto para mí, Peet?
-…
- ¿Pero por qué me hiciste esto?, grito tan fuerte que las cabezas se vuelven hacia nosotros.
-Puedes irte, mañana te transfiero dinero a tu cuenta, me dice que salga del escándalo.
-No estoy aquí por tu dinero y lo sabes muy bien.
-¿Qué quieres entonces?, ahora soy un hombre casado.
-Quería ver si de verdad te casarías.
- Pero claro, sí, me voy a casar. ¿Qué crees? ¿Que te habría esperado toda mi vida? Molly para nada. Encontré una mujer mejor que tú. Lo tiene todo. Es hermosa. .. radiante... rico para arrancar. Mientras tú...
-…
- Ambos estamos en el pasado ahora. Entonces, puedes tratar de dejar todo eso atrás y desearme una buena vida juntos. Ahora estoy casado con Ella.
La nueva esposa de Peet se acercó a nosotros con una sonrisa en el rostro, me miró de arriba abajo antes de hacer una mueca.
-¿Quién es esta señora mi amor?
-Es una amiga de mucho tiempo cariño, su esposo está preso y ella no tiene nada para cuidar a sus hijos, vino a pedirme que la ayude si puedo.
-¿Y ella eligió el día de mi boda para venir a pedirte dinero?¿Quiere arruinarme el día o qué?
- Bueno, no sé, cariño. Tal vez pensó que iba a disfrutarlo antes de irnos de luna de miel. No vive en la ciudad. Viene de lejos.
La esposa de Pet se volvió hacia mí y me dio su tarjeta.
-¡Ah! Los pobres! Sabes qué, aquí está la dirección de nuestro negocio. Puedes ir allí y pedir cualquier cosa en mi nombre. Tendrás todo lo que quieras. Y déjame decirte algo querida. Asegúrate de pedir lo necesario. Porque quiero que esta sea la última vez que te atrape dando vueltas alrededor de MI esposo. ¿Me escuchas? No quiero volver a verte en mi vida.
Nunca en mi vida había sido tan humillado por alguien. En público también. Lo peor de todo, Peet no dijo nada para defenderme. Dejé caer la tarjeta al suelo porque me sentí ofendido. Obviamente esta mujer no tenía idea de quién estaba hablando. a.
-Te doy mi tarjeta porque quiero darte la oportunidad de salir y te haces la soberbia, ella se ofende, los pobres siempre tienen ese absurdo orgullo que esgrimen cuando no deben.
-No necesito oportunidades SEÑORA, le digo con los dientes apretados, yo sé cuidarme a mí ya mi familia.
-Toma la tarjeta de jovencita y vete de aquí. No puedes dejar pasar una oportunidad tan grande. A menos que quieras más. Pon tu precio. Porque quiero que dejes tu jueguecito con mi marido. No hay premio. vale la pena mi relación con MI esposo.
-De ninguna manera.
-Sabes qué, hoy es mi boda, así que déjame vivir en paz con MI esposo, ¿vale?, lárgate de aquí, me está empujando.
-Felicidades Ella, termino diciendo, te deseo una buena vida con Peet, ambos saben que la rueda gira.
Giré sobre mis talones, mis lágrimas nublaron mi visión, de modo que fui a dar contra el pecho de un joven que me sostenía por los hombros.
-Al menos puedes llevarte la tarjeta para no quedarte sin nada, jovencita, como pareces ciega, puedo leerte el nombre grabado en esta tarjeta, es una gran familia, una familia como la que son pocos.
-¿Qué me preocupa?
-Eres una mujer muy hermosa. Entonces, ¿por qué aceptaste convertirte en la amante de Peet? ¿Por qué buscas mostrar tu dignidad solo ahora? ¿Dónde estaba ella cuando estabas saliendo con el prometido de otra persona?
¿Entonces nadie aquí sabía quién soy? Es la altura. Por una vez, quise agitar mi nombre para sacarme de allí. Pero capitulo.
-Tú... Déjame pasar tonto.
- Respóndame, señorita.
- Cuida lo que te preocupa.
Lo empujé y corrí hacia mi auto. Conduzco como un furor. Se me pasaron muchas cosas por la cabeza. Peet se casó con otra mujer. Lo que significa que se ha estado riendo de mí todo el tiempo.
-Nunca le gusto, empiezo a llorar de nuevo.
Me resultó difícil de creer cuando me dijeron que a él le gustaba mi dinero y yo no. Y ahora que se ha casado con alguien más rico que yo, estoy seguro. ¿Por qué diablos debería pasarme esto a mí?
Estaciono el auto frente a mi casa, luego entro como un furor en la casa, mis padres estaban en la sala hablando.
-Molly mi hija, preocupa a mi madre.
Ni siquiera volteé hacia mi madre, continué mi camino a mi habitación, mis padres entraron antes de que pudiera cerrar la puerta.
-Molly, ¿vas a decirme qué está pasando?, pregunta mamá.
-Pet se acaba de casar, respondo entre lágrimas.
-Voy a matar a este enfermo, gritó papá.
Molly sabe lo peligroso que puede ser su padre cuando está enojado, así que le tomó la mano para tratar de calmarla.
- No papá, déjalo, realmente no vale la pena.
Como le dije a mi papá ese día, Peet realmente no valía la pena. Era un advenedizo que ama el dinero de otras personas sin trabajar un día para ganarse la vida.