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Lo Que Está En Juego

Lena.-

Seguía tirada sintiendo el verde y brillante césped de su jardín escuchando las quejas de su mejor amiga sobre la sorpresiva noticia de su matrimonio. 

— ¡Vamos Lena! ¿En serio quieres casarte con alguien que nunca has visto? Reformulo mi pregunta ¿Casarte por obligación? Estamos en el siglo XXI, tú eres una chica empoderada, inteligente todo lo que te propones lo cumples ¿Por qué atarte a un matrimonio arreglado? –Preguntaba con un tono exasperado cargado con algo de frustración.

— Elin –Lena rueda sus ojos hacia arriba, sonriendo. –Yo desde niña supe cuál era mi misión, es el deber de una princesa, además no le veo nada malo al matrimonio, veo a mis padres tan enamorados aun cuando han pasado veinticinco años de casados y eso es lo que yo quiero.

— Se me olvidaba lo cursi que eres también –Soltó la joven con un bufido.

— Mira yo estoy feliz con mi decisión, toda mi vida fui preparada para esto, no te preocupes por mí, amo a mi pueblo, a mi nación entera soy la princesa y futura reina de Brasov ¿recuerdas? 

— Si, si ya lo sé, pero yo solo digo, amiga tú eres hermosa y si tu futuro esposo es un viejo rechoncho con panza –Dice con un gesto de asco.

— No, sé que no será así –Lena sonríe con un poco de picardía y las mejillas sonrojadas. 

— ¿Sabes quién es? –Preguntó Elin sorprendida. 

— No, pero he escuchado que es muy, muy apuesto –La joven respondió mordiendo su labio inferior y deshojando una flor.

— ¡Ah, claro! Con razón estás tan entusiasmada, eres una pilla –Su amiga le da un ligero empujón. –Aunque no estoy de acuerdo, con eso de los matrimonios arreglados, sabes que siempre te voy a apoyar en todo. 

— Lo sé, eres la mejor amiga Elin y obviamente serás mi dama honor.

Lena y Elin se abrazan, luego comienzan a juguetear entre ellas felices totalmente ajenas de que muy pronto su vida cambiara para siempre. 

Nicholas.-

Desde su habitación Nicholas observó la imponente vista, el verde llamativo de las montañas y el medio el hermoso castillo de los regentes de la nación de Brasov, giró y observó a la mujer que retoza entre sus sábanas luego de una excelente rutina de sexo candente, la puerta de su habitación se abre de repente haciéndola despertarse pegando un brinco cubriéndose con la sabana de seda blanca, sin embargo el joven no se alteró y siguió en su misma posición. 

— ¡Vístete mujerzuela y largo! –Gritó el hombre, la joven rápidamente recoge su ropa del piso observando a Nicholas esperando a que desautorice la orden que su tío acaba de darle, pero solo la observa y asiente. 

— Tío –Lo saluda como si nada mientras busca su bata y se la coloca. – ¿Qué puedo hacer por ti? –Pregunta con una sonrisa cínica.  

— No puedes seguir con esta actitud Nicholas –Dice apretando los dientes. 

— Aun no me he casado,  puedo seguir divirtiéndome ¿O no? –Nicholas se acerca hasta una pequeña mesa cogiendo una manzana y le mete un mordisco, ignorando las palabras exasperadas del hombre.  

— ¡NO ENTIENDES LO QUE ESTA EN JUEGO! –Nicholas se gira fulminándolo con la mirada, lo que lo hace que su tío de un paso atrás. 

— Nicholas después de que te conviertas en rey y tengas a tu heredero podrás follarte a todas las mujeres del reino si lo así lo deseas, pero ahora eres el prometido la princesa de Brasov debes comportarte como tal, ya los reyes están al tanto de tus andanzas.

— Da igual –Se encoge de hombros. –Deberán cumplir con lo pactado, la princesa será mi compañera, aunque yo tampoco estoy de acuerdo con ese matrimonio.

— Sabes que solo será hasta que ella te dé un heredero luego de eso… –Su tío inhaló profundamente. –Seguiremos con nuestro plan.

Nicholas se ha ganado fama de ser cruel y despiadado además de un mujeriego, un cretino arrogante con las mujeres, su futuro desde antes de nacer ya estaba destinado a unirse con la princesa, cosa que no le agrada, le gusta su libertad además de ser un alfa el tener que ser obligado a contraer nupcias con una niña caprichosa y tener que caminar detrás de ella y arrodillarse a sus pies le causa nauseas. 

— Aun así, odio que pueda tener el control sobre una gran manada de lobos, pero no sobre mi vida, no estoy acostumbrado a arrodillarme ante nadie lo sabes. –Empuñó sus manos destrozando en varios pedazos la manzana que comía.

— Tampoco está tan mal sobrino, según he escuchado la princesa es una chica muy hermosa –Sonríe con picardía. –Podrás divertirte con ella, además es virgen como a ti suelen gustarte, ya luego serás el rey de Brasov y vivirás rodeado de doncellas para ti solo. 

— ¿En serio crees que nos podremos librar de ella así tan fácilmente? ¿Sin que sospechen de mí? los súbditos la aman es lo único que sé y muchos pueden decir que es hermosa, pero eso a mí no me consta. –Expresó con enojo y frustración. 

— Pues, no te tomara mucho tiempo conocerla, en una semana será su cumpleaños y los reyes realizaran una gran celebración y anunciaran su compromiso así que te pido que dejes de revolcarte con estas zorras ¿no me digas que no puedes aguantarte? 

— Está bien, haré lo que pides, solo porque por fin tendremos los que nos corresponde. –Respondió resignado.  

— Bien hemos trabajado mucho y nos merecemos un lugar en la monarquía nuestra recompensa por todo lo que hemos hecho por esos humanos insignificantes. –Expresó su tío con un marcado desdén. 

Nicholas observó a su tío Ivar, aunque no le agrada la idea de casarse, a veces se pregunta qué habría pasado con este lugar si su él hubiera ascendido a ser el alfa, seguramente él estaría encantado de casarse con la princesa, la manera en cómo mencionó su belleza, quiso evitarlo pero su tono estaba cargado de morbosidad y lujuria. 

Sin embargo, él se hizo cargo de Nicholas luego de la muerte de su padre, lo entrenó, le enseñó a ser un líder gracias a sus enseñanzas todos lo respetan y le temían eso le ha garantizado que ninguno en la manada lo traicionaría y convertirse en rey será la cereza del pastel, su tío tiene razón lo que más importa es el poder y casarse con la princesa se lo dará.

(…) 

Mientras tanto dentro del palacio una fuerte discusión entre los reyes de Brasov y los padres de la princesa Lena sobre el matrimonio arreglado de su única hija y heredera al trono. 

— No sabes cuantas veces recé porque Lena hubiera nacido varón 

— Cariño siempre supiste que este momento llegaría, gracias a los lobos nuestra nación ha estado protegida de las invasiones extranjeras, tenemos que cumplir con nuestra parte del pacto, no podemos deshacerlo simplemente porque sí, eso iniciaría una guerra 

— Si, Ludvig, pero son monstruos, no queramos tapar el sol con un dedo, es la realidad y ese hombre Nicholas, he escuchado que es un ser despiadado, un arrogante, un mujeriego ¿Cómo no lo ves? 

— Es el alfa de una manada cariño, debe ser despiadado y tener carácter, mas no significa que será igual con nuestra hija, además para tranquilizarte dentro del acuerdo se establece que él deberá proteger a nuestra hija, si algo tienen los lobos es que son honorables. 

— ¿Qué pasará cuando Lena se entere? Nos va a odiar –Expresa la reina Kaira con frustración y tristeza, el rey para consolarla toma su mano con suavidad y la besa. –Yo habría preferido que Lena se fuera a otro país hacer su vida como ella quisiera antes que esto.  

— Nuestra hija ama a su pueblo, sabes que haría lo que fuera por proteger a sus súbditos, ella lo entenderá. 

La reina se acerca a la ventana y fija su mirada en su hija jugando en el jardín con su mejor amiga, en su mente y corazón siente que no está bien, entregar a su única hija, ponerla en manos de un monstruo, un ser que no debería existir una abominación, aunque ningún lobo ha asesinado a ningún ciudadano para la reina los lobos simplemente no pertenecían a este mundo y dejar lo más preciado de su vida en manos de un… hombre lobo le daba mucho temor. 

El pacto entre los habitantes de Brasov y los licántropos viene siglos, cuando Brasov fue visitantes por estos seres, esta nación era la más vulnerable pero la más rica en minerales, piedras preciosas y recursos naturales que no se encuentran fácilmente en otro lugar del mundo por ende estuvo en la mira de muchos países para ser invadida y ser reclamada y conquistada pero el rey Andar el tátara tatarabuelo del padre de Lena vio en la manada de lobos la oportunidad de defender sus tierras por lo que realizó un pacto ofreciendo que se quedara en el reino a cambio de protección su manada viviría cómodamente con los mismo privilegios que sus habitantes. Entre las cláusulas del pacto estaba emparejar a un alfa con una princesa del reino, pero durante muchos siglos los herederos del reino han sido varones, no había nacido una sola princesa por lo que esa cláusula no se había podido cumplir hasta que Lena nació. 

Cuando la reina Kaira se enteró de esto, ya estaba embarazada estuvo a punto de perder el embarazo y suplicó al cielo por tener un varón, pero sentía que no era la preferida de los dioses al nacer Lena, sufrió mucho, pero ya no había marcha atrás Lena contraería matrimonio con el alfa de la manada Ottum.

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