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Les hare pagar

PDV Isabel

Bueno, ya esta, lo había hecho… ¿Y ahora qué?

Mire a Alexander en busca de respuestas, este último me miro de cierta forma después de que le dijera esas palabras.

Me hizo un par de muecas y entonces se llevó la mano a la barbilla, me miro un poco raro.

―Señorita Isabel ¿Se puede saber a qué es lo que se refiere? ―me pregunto Alexander.

―Necesito que me ayudes, es un poco largo de contar… pero necesito que me escuches ¿Si? ―le pregunte a este.

Alexander frunció un poco el ceño al escuchar lo que le dije… parecia dudoso respecto a que hacer, pero lo mire con ojos de ruego para que se apiadara un poco y entonces escuchar lo que tenía por decirle.

Suspiro, y entonces asintió en mi dirección.

―Muy bien señorita Isabel, la voy a escuchar, pero espero que sea algo importante y no algo que me haga perder el tiempo ahora ―me dijo este.

―¡Muy bien! Te prometo que no es cualquier cosa… es muy importante para mi… siéntate para que podamos hablar ―le dije mientras le indique el sofa de su sala.

Este ultimo se quedo parado y me miro de cierta forma.

―De hecho estoy bien aquí, vamos, cuéntame tu historia para saber que paso y el por que precisamente has venido aquí a mi casa a tan altas horas de la noche ―me dijo Alexander.

Suspire, y entonces me sente en un sillón, y empece a contarle todo a Alexander desde un comienzo, desde como fue que mi prometido me estaba engañando con mi amiga y socia, y como ambos planearon matarme y asi hacer que mi ahora esposo se adueñara de la empresa que mi familia creo tras tanto esfuerzo y como me forzaron a casarme con ellos contra mi voluntad.

Alexander escucho todo lo que tenia para decirle en silencio, se mantuvo imperturbable en todo momento y no cambio nunca su expresión a pesar de que le conte como habia sufrido hace un poco un intento de homicidio por parte de las 2 personas mas cercanas a mi.

Me disgusto un poco eso, aunque no podia culparlo por no tener muchas reacciones, a fin de cuentas, eramos prácticamente desconocidos totales y además de eso, tambien eramos rivales comerciales.

Quien sabe, quizas hasta podria alegrarse por lo que llegue a pasar… ojala que no fuera asi.

Cuando termine de contar todo, este ultimo se sento en la silla mas cercana y parecio un poco pensativo, ni idea de que lo tenia asi, queria que me respondiera…

―Entonces tu prometido y tu socia no fueron los únicos que te traicionaron y trataron de apuñalarte por la espalda… ¿Verdad Isabel? ―me pregunto Alexander.

―Mmm, pues asi es… cuando me llevaron los con los sicarios, habían mas personas alli reunidas con ellos, hablaron unos momentos por lo que pude saber y entonces fue después de eso que me entregaron a ellos y me dejaron a su merced para que me hicieran lo que querían... no sabían que estaba despierta, y por eso fue que pude escapar… si de verdad hubiera estado inconsciente… ―dije con temor.

La idea de que se me libraran de mi me causa terror, aun era joven y no queria morir… estaba de verdad asustada, y no tenia a nadie con quien contar… no después de saber todo eso, y mas por que aun habia gente metida en ese plan que hizo mi prometido y que yo no sabía quiénes eran.

Cada vez que pensaba en lo que hubiera podido pasar si de verdad terminara inconsciente en ese momento me causaba temblores por todo el cuerpo, y me termina tensando, sentía como un frio recorrer mi cuerpo y se sentía muy mal en verdad.

No se por qué, pero mire a Alexander, sentado allí frente a mi, y quería que me… abrazara… justo ahora, en la situación en la cual estaba… quería que me consolaran… pero se mantuvo allí frio y sin mostrar mucha emoción ante mi situación.

Al final, termino siendo su empleada, la cual se sentó a mi lado, y me rodeo con sus brazos, y me consoló un poco por la situación por la cual pasaba, sus brazos se sentían cálidos, y me gusto mucho el abrazo que me dio… sus palabras también ayudaron bastante a relajarme mas.

Alexander sin embargo no dijo nada y solo miro lo que hacíamos en silencio, fue después de un rato que su empleada se detuvo y volvi a prestar atención a él, aunque no la deje irse… queria seguir sintiéndola cerca.

―Mmm, parece que entonces las informaciones que recibi fueron correctas ―murmuro Alexander mientras nos mirábamos.

―¿Información? ¿De qué hablas Alexander? ―le pregunte mientras seguía en los brazos de su empleada.

―Bueno Isabel, desde hace un tiempo, eh notado algunos movimientos raros en el interior de tu empresa… y eso me hizo investigar un poco… hice que algunas personas se adentraran alli para poder obtener mas información.

―¿Me has estado espiando sin que yo lo supiera? ―le pregunte atónita.

¿Cómo? Y mas bien… ¿Desde cuando?

―Mmm, no lo llamaría asi… pero en resumen, si, lo eh estado haciendo ―me dijo.

Hijo de…

―¿Sabes que lo haces es delito verdad? No puedes estar violando la privacidad de las personas de esa forma.

―Cálmate Isabel, la persona a la cual espiaba no eras tu, espiaba a tu empresa, no a ninguna persona en particular, sino los movimientos que hacían alli… y note muchas cosas raras mientras hacia eso ―me dijo Alexander.

―¿A que te refieres? Se mas explicito ―le dije.

―Ese prometido tuyo por ejemplo, habia estado viajando a la sede de tu empresa varios noches de la semana desde hace mas de 6 meses atrás y eso me parecio sospechoso, asi que hice que investigaran mas sobre ello ―me dijo Alexander.

Apenas escuche eso, me puse muy triste, esas salidas nocturnas de mi prometido, debieron ser para poder encontrarse con mi socia, mi supuesta amiga para poder tener sus encuentros y tener sexo entre ellos… asi como tambien planear como podían deshacerse de mi.

Asi que su aventura ya llevaba mas de 6 meses por ahora, y eso era solo lo que Alexander tenia contado hasta los momentos, quien sabe, quizas hasta podían llevar mucho mas, solo que habían usado otro sitio de reuniones para poder verse en secreto a mis espaldas.

Recorde todas esas veces que èl me dijo que iba a salir para poder reunirse con sus socios de inversión y planear nuevas medidas para poder incrementar su dinero… que tonta fui… maldición.

―Eso… esas salidas debieron ser para encontrarse con mi amiga y acostarse con ella en mi oficina… no son nada importantes ―le dije a Alexander.

―Mmm, quizas, pero de todas formas segui investigando, hasta donde pude saber, se ha reunido varias veces con distintos ejecutivos de tu junta directa y parecian estar hablando sobre hacer algo grande en algun momento… algo que te involucraba a ti ―me dijo Alexander.

―Mmm, debió ser lo de hoy… parece que ya tenian todo planeado para poder quitarme de en medio… ¿Tienes los nombres?

―Mas o menos, hubieron más personas involucradas, seguí investigando, y pude saber que su objetivo era poder hacerse con el control de tu grupo empresarial Isabel, según ellos, no eras apta, ni digna para poder tener la jefatura de la empresa, y mucho menos poseer la mayor parte de las acciones de tan vasto negocio ―me dijo Alexander.

¿Qué no era apta?

Esa empresa la fundo mi abuelo maldición, era mia, mi familia fue la que la levanto y fue la que la llevo tan lejos, ¿Y ahora ellos decían que no era apta para recibir o dirigir lo que mi familia construyo?

¿Quién se creían esos tipos?

―Maldicion… ―solte mientras me enojaba.

―Sea como sea, debían estar planeando algo desde hace tiempo, pensaba que harian un movimiento contra ti, quizas quitarte las acciones o algo, pero no pensé que seria algo como esto y menos de esta manera ―me dijo Alexander.

―Espera… ¿Entonces tu sabias que me iban a hacer algo?

―Si, o al menos lo supuse despues de enterarme de todos los movimientos que vi que hacían a tus espaldas ―me dijo.

―¿Y entonces por qué no me avisaste? ¿Por qué no los detuviste Alexander?

―¿Detenerlos?

―Si.

―¿Por qué lo haría Isabel? Tu y yo hasta hoy éramos casi desconocidos… y era un asunto interno de tu empresa y tu propio grupo personal, ¿Por qué me iba a meter en tal situación la cual no era de mi incumbencia? ―me dijo Alexander.

Quise decir algo, pero me di cuenta de que tenía razón… Alexander y yo no éramos amigos, y de hecho éramos hasta rivales, ninguno de los 2 había siquiera conversado mucho hasta la noche de hoy… ¿Por qué se metería en mis asuntos privados?

Aun asi, hubiera deseado que me avisara de todo lo que paso o hubiera hecho algo… así entonces no estaría en esto de ahora con mis allegados.

―Aun asi Alexander… me hubiera gustado… pero de todas formas… ¿Qué mas sabes acerca de eso? ―le pregunte a èl.

―Solo un poco nada mas, fue difícil seguir averiguando mas sobre eso Isabel, pero además de lo que planearon tus ejecutivos y tu prometido y tu socia, siento que hay algo mas, pero no supe muy bien que era ―me dijo Alexander.

―Algo mas… creo que se que es… ellos sobornaron a la policía, no iban a investigar si llegara morir, lo mas seguro es que se refiera a eso Alexander… de seguro a eso se referían.

Alexander al escucharme, abrio los ojos un poco, parece que le sorprendió lo de la policía.

―Ya veo… entonces es mas complicado, siempre supe que muchos aquí eran corruptos, no es extraño que terminara haciendo eso Isabel ―me dijo.

―¿Qué podemos hacer para hacer frente a esta situación? ―le pregunte a Alexander.

―¿Hacemos? ¿Desde cuándo tu problema es “mi” problema Isabel? ―me pregunto Alexander.

―Pues…

Mierda… se me olvido eso… ¿Cómo podia hacer que me ayude en esto? Este asunto era muy serio… ¿Cómo podria hacer que se meta?

―Isabel, este asunto en tu empresa, es puramente algo interno que tu posees, no tiene nada que ver conmigo… y no quiero involucrarme en esto por ahora ¿Okey? tendrás que buscar ayuda en otra parte ―me dijo Alexander.

Me asuste apenas escuche eso… los ejecutivos de mi empresa tenian muchas influencias, llevaba años en el negocio, y habían establecido muchos contactos y quien sabe que mas… yo en cambio, era relativamente nueva, no habia pasado ni mucho tiempo desde que tome el mando en la empresa de mi familia.

Me faltaban conexiones e influencia y otras mas, no las tenia por ahora… pero Alexander si… èl era el empresario mas grande en la ciudad junto conmigo, era el único que podia ayudarme en esta ocasión…

Si èl no lo hacia…

―Alexander, por favor, ayúdame con esto, te prometo que te pagare, te pagare bien por todo ¿Si? ―le dije.

―No es necesario Isabel, no estoy interesado en el dinero, no me hace falta justo ahora, y no tengo interes en tales cosas ―me dijo Alexander.

¿Sin interes por el dinero? No habia escuchado eso antes… ¿Y ahora que podia darle? No podia pensar en otras cosas además de eso… ¿Qué podia usar?

―Isabel, es mejor que no sigas insistiendo mas… no voy a meterme en este asunto en particular ―me dijo.

―Pero Alexander….

―No trates de insistir mas Isabel, no voy cambiar de opinión respecto a esto ―me dijo mientras agitaba una mano.

Me senti desesperanzada apenas escuche eso… èl era el único que podia ayudarme ahora… no sabia que hacer… si llegaba a aparecer de nuevo, los ejecutivos que estaban amigados con mi prometido podían quizas tratar de hacerme algo mas adelante para terminar el trabajo.

Tenia a la policía comprada, quizas ni siquiera esperarían mucho antes de tratar de hacerme algo, ni siquiera tenia mis tarjetas, mi prometido se lo quedo todo, y si aparecia quien sabe lo que me harian…

Mire a Alexander de nuevo para tratar de convencerlo, pero este ultimo se mantuvo imperturbable a pesar de lo que hacia, al final agito las manos y me dijo un par de cosas en un tono muy frio.

―Lo siento Isabel, pero no puedo ayudarte en esto, lo que puedo hacer por ti justo ahora, es dejarte dormir en una de mis habitación para que puedas descansar e irte mañana por la mañana para pensar que puedes hacer a partir de ahora… pero eso es todo… tendras que llamar a alguien mas para que te ayude con esta problemática… enséñale el cuarto de huéspedes ―le dijo Alexander a su empleada.

Me senti débil apenas escuche decir eso ultimo… parece que se habia terminado y ya no habia espacio para discutir, sabia que Alexander no tenia nada que ver con esto por lo cual pasaba, y que no tenia obligación para conmigo… aun asi estaba decepcionada.

Me levante del sofa con cierto desánimo, y entonces la empleada de Alexander se levanto junto a mi, y me dijo que la siguiera para poder acompañarla al cuarto.

Le di las gracias por eso mientras asentia en su direccion, le eche una ultima mirada a Alexander antes de irme con su empleada hacia la habitación.

―No tengo a nadie mas… eras el único… ―le dije antes de irme con la empleada.

Esta ultima me guio escaleras arriba, no preste mucha atencion a mi alrededor, la casa de Alexander debia ser muy hermosa, pero no tenia ánimos para verla.

Pensé en que podria hacer ahora… mi ahora esposo debía tener bien vigilada la casa, los sicarios de seguro le dijeron que me escape y debia estar atento por si aparecía… no podía acudir a la policía, me daba miedo que el que me atendiera fuera 1 de esos policías corruptos y me entregara directamente a èl.

Me puse a pensar en cuales eran mis opciones justo ahora, pero no parecía tener muchas, la empleada de Alexander y yo llegamos a una habitación al final de un pasillo, ni idea de cuando fue que llegamos alli.

Ella me abrio la puerta y me dio 1 llave, tenia 1 sonrisa en su rostro en todo momento, a diferencia de Alexander que siempre se mantuvo frio.

―Si necesitas cualquier cosa, solo dígamelo y yo voy a atender lo que quiera ―me dijo ella.

―Mmm, gracias… por todo…

―No, no, no tienes que agradecer niña, entiendo por lo que estás pasando, se que tú y el señor Alexander antes de esta noche no eran amigos y de sus 2 empresas estaban en conflicto… pero aun asi, nadie debería pasar por eso ―me dijo ella.

―Si… pero ya no se puede hacer nada… a fin de cuentas ya sucedió… ya no hay vuelta atrás.

―Aun asi, el que tu prometido te tratara de matar, es algo horrible, ningun hombre de verdad trataría de hacer eso con su mujer… ten por seguro que tarde o temprano le llegara su karma por sus malas acciones ―me dijo ella.

¿Karma?

… tuve que aguantar cierta risa… no creía en esas cosas… aunque aun asi.

―¿Cómo es que te llamas? Perdona por no preguntar tu nombre antes ―le dije.

―Me llamo Lisa señorita, un placer conocerla.

―Lisa, tambien es un placer conocerte… quiero preguntarte algo…

―Claro, pregunte lo que sea.

―Si una prometida no… no “duerme” con su novio y futuro esposo… ¿Piensas que eso pudo causar que este la desprecie en secreto? ―le pregunte.

Lisa fruncio un poco el ceño apenas escucho eso que dije.

―Me refiero a… tener sexo… ¿Tu piensas que si 1 chica le negaba sexo a su prometido una y otra vez tantas veces por años… eso pudo causar que se resienta?

―Mmm, ¿Entonces te refieres a que tu y tu prometido nunca llegaron a acostarse en la cama señorita? ―me pregunto.

Me dio pena que lo dijera tan abiertamente…

―Si, asi es…

―Oh… ¿Y por qué ocurrió eso? Claro, si se puede saber, si no quiere decirme nada… no tiene que hacerlo señorita Isabel.

―No, no, no importa si te digo… la verdad es que queria guardarme para el matrimonio… por eso fue que se lo negué hasta ahora.

―¿Ah si? no sabia que aun hubieran chicas que hicieran eso ―me dijo.

―Bueno, me dieron una educación algo conservadora… y además queria ponerlo a prueba.

― ¿Aprueba?

―Si, mi papa siempre me advirtió de los chicos que solo me buscarían o por mi cuerpo o por mi dinero y me dijo que debía saber cómo identificarlos para asi apartarlos de mi lado, para asi no tener “lastres” conmigo… me iba a casar con mi novio y compartir una vida con él, por eso quise ponerlo a prueba a ver si se podía aguantar… si lo hacía, entonces si iba a poder casarme con él… pero si no… entonces no era el indicado.

―Ya veo…

―Lástima que al final resulto que no era bueno para mi y que no me di cuenta sino hasta muy tarde… ¿Piensas que eso pudo hacer que terminara odiándome?

―No, no, señorita, no piense de esa forma, ¿Okey? el que le haya negado sexo a su prometido, no es excusa para lo que hizo, incluso si usted haya tenido sexo contras personas antes y se lo haya negado a él, no justifica en nada que se enojara con usted y le hiciera todo eso.

―Lisa, la verdad es que no eh tenido sexo con nadie antes…

― ¿Nadie? Espera… ¿Entonces usted sigue siendo virgen señorita?

―Pues… si… no se lo digas a nadie ¿Si? no quiero que se enteren… la gente se sorprende mucho i ven a una persona de mi edad que sigue siendo virgen ―le dije.

―Sí, eso lo entiendo bien, hasta yo me sorprendí de eso, no pensaba que usted fuera virgen señorita… es decir… hasta se iba a casar.

―Lo se… estuve muy ocupada en mi adolescencia aprendiendo el trabajo de mi padre y mi abuelo, y eso me quito mucho tiempo, luego conocí a mi… “esposo”, y le dije que me iba a guardar para cuando diéramos el siguiente paso… el tiempo paso muy rápido y al final llegue asi a esta edad sin ninguna experiencia ―le dije.

―Ya veo…

―Mi prometido lo sabía… muchas veces me insistió para poder hacerlo antes de casarnos… pero siempre me negué… quizás eso lo termino hartando.

―Señorita, deje de culparse por lo que paso ¿Okey? nada de esto fue su culpa, si su prometido se cansó de esperarla, entonces es que no era un buen partido para usted, no al revés… no siga pensando de esa forma… culparse no arreglara nada ―me dijo ella.

―Mmm, gracias por esas palabras Lisa… me hiciste sentir mejor.

―De nada, deje de pensar de mas, olvide a su prometido, èl ya demostró su verdadera cara y no merece más su atención… en lugar de eso, enfóquese en lo que hará a partir de ahora… recuerde que aun tiene que recuperar la empresa de su familia ―me dijo Lisa.

―Si, no se cómo, pero lo hare… aun no tengo nada planeado, pero ya veré la forma de poder evitar que se queden con todo.

―Espero verlo…

Le di 1 abrazo, y compartimos un momento antes de separarnos, ella me dijo de nuevo que si necesita algo, no dudara en ir con ella.

Entre en la habitación, era igual de grande que la que tenía en mi casa, suspire un poco mientras la recordaba con cierta añoranza, quería mi habitación de vuelta, pero ahora él la tenía y de seguro estaba con “ella” allí follando de quien sabe cuántas formas posibles.

Me enoje apenas pensé en eso… sacudi la cabeza y deje de pensar, pero jure que me iba a vengar de ambos, esto no se iba a quedar asi… necesitaba hacerles pagar por todo lo que me hicieron.

Ahorita los 2 debían estar muy felices en mi casa...

Me gire en la cama, y cerre los ojos.

PDV Alexander

Lisa después de llevar a Isabel a mi cuarto de huéspedes volvio, parecia estar alegre, ni idea de por que, llego a mi lado, y llamo mi atención, distrayéndome de mis asuntos.

―¿Qué es lo que pasa Lisa? Estoy ocupado… ¿Llevas a Isabel al cuarto de huéspedes? ―le pregunte.

―Si, señor, pero eso no importa por ahora… ¿Recuerda la condición que “ellos” le dieron? ―me pregunto Lisa.

Fruncí el ceño apenas escuche eso.

―Si, lo recuerdo bien, ¿Por qué lo mencionas? No me gusta hablar de eso Lisa.

―Si, lo se señor, pero escúcheme, hasta ahora no habíamos podido encontrar a una candidata ideal… pero creo que ya pude encontrar a 1… es perfecta señor ―me dijo Lisa.

Estaba muy alegre… termino llamando mi atención.

―Muy Lisa, te escucho, ¿Quién es la candidata que tienes en mente? Espero que valga la pena.

Todavía recordaba cuando me dijeron el tipo de persona que buscaban.

1 chica virgen sin dobles intenciones, mala personalidad o que estuviera tras mi dinero… ¿Cuántas chicas asi podían encontrarse en la calle?

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